La criminalización pública del consumo de drogas fue un proceso que se desarrolló en el siglo XX con la colaboración necesaria de los medios de comunicación. Así lo defiende Juan Carlos Usó Arnal (Nules, Castellón, 1959), licenciado en Geografía e Historia Contemporánea, doctor en Sociología y bibliotecario en el Ayuntamiento de Castellón de la Plana. Es autor de 'Drogas y cultura de masas. España 1855-1995', 'Píldoras de realidad' y '¿Nos matan con heroína? Sobre la intoxicación farmacológica como arma de Estado'.
Usó acaba de publicar 'Drogas, neutralidad y presión mediática', que se presentará en Santander el 7 de noviembre en la librería La Vorágine, donde hablará de una obra en la que analiza cómo cambió la percepción social y política del consumo de drogas y se pasó de la permisividad a la prohibición apenas en una década, jugando un papel clave en el proceso los medios de comunicación.
Podemos empezar con la cuestión de fondo: ¿Es usted partidario de la legalización de las drogas?
Más bien soy partidario de revocar la prohibición.
¿Cree que la sociedad lo asumiría en su mayor parte?
Sí, ¿por qué no? Aunque sería imprescindible contar con el concurso favorable de los medios de comunicación.
¿Cómo cree que ha de regularizarse este acceso?
Similar a la regularización que existe con respecto a otras drogas como el tabaco y el alcohol.
¿Considera que hay una relación entre legalización y aumento de consumo?
La historia nos demuestra que la relación es todavía mayor entre prohibición e incremento del consumo, en el sentido de que alimenta la fascinación por el fruto prohibido.
¿Qué papel han jugado los medios de comunicación en la imagen que tiene el acceso a estupefacientes?
Pues, en realidad, han sido los creadores del denominado problema de las drogas, es decir, los encargados de construir una percepción social negativa, alarmante y beligerante en torno a los psicofármacos.
¿Qué sentido tiene una criminalización para el poder público: ética, política, económica...?
Con su criminalización, las drogas, los consumidores, los traficantes y los inductores han desempeñado el papel del chivo expiatorio ideal para la consolidación de los poderes públicos, además de posibilitar la creación y desarrollo de un fabuloso negocio a escala planetaria.
¿Por qué la I Guerra Mundial fue el punto de inflexión en la actitud de los medios y las autoridades?
Porque es justo en ese momento, más exactamente entre 1914 y 1922, cuando la prensa empieza a construir el llamado problema de las drogas y empieza a extenderse la prohibición entre la comunidad internacional.
¿Fue igual en todas partes? ¿Cómo se desarrolló el caso español?
Más o menos igual... En principio, la política sobre drogas se inició como una iniciativa basada en el control o restricción, cuyo principal instrumento sería la receta médica obligatoria, para derivar en pocos años -en la década de los 30- en prohibición incondicional. Sus primeros objetivos fueron los médicos y los farmacéuticos, que eran quienes tenían su control y distribución. Con la prohibición el (des)control pasó a manos de la policía y la distribución a manos de criminales, y las víctimas empezaron a ser los propios consumidores.