La Asociación en Defensa del Patrimonio de Santoña ha pedido, mediante un escrito al Ayuntamiento, que se subsanen los “errores” cometidos en la “desafortunada rehabilitación” del Fuerte del Mazo, finalizada en 2013, y que, a su juicio, “ha desvirtuado completamente el significado histórico del edificio”.
En dicha intervención, que costó medio millón euros, la asociación ha indicado en un comunicado se instaló una barandilla metálica con malla de nailon verde, a lo largo de los 230 metros del perímetro amurallado, “lo cual causa un enorme impacto visual, desdibujando la esencia del fuerte”, una fortaleza de montaña única en su género edificada por el ejército de Napoleón en 1811 y declarada Bien de Interés Cultural en 1992.
Además, se instaló una “enorme” antena en el tejado del edificio principal del recinto, canalones de acero de aspecto moderno, y varias hamacas de acero y malla de nailon verde sobre el adarve de la muralla.
“Ninguna de estas decisiones arquitectónicas ha podido ser validada por verdaderos especialistas en historia y patrimonio cultural, lo cual supone una auténtica aberración y un atentado a este bien de interés cultural. Además, algunos de estos elementos, debido a sus aristas, podrían entrañar un riesgo para los visitantes del monumento”, han manifestado desde la asociación.
En opinión de este colectivo, se debería retirar el vallado de malla de nailon de todo el recorrido de la muralla, así como la antena, las hamacas, los canalones y conducciones eléctricas visibles sobre el lienzo de la muralla, “dejando el conjunto arquitectónico lo más parecido posible a su estado original”.
Por otra parte, desde la asociación creen que “sería conveniente recuperar el foso y puente levadizo que fueron eliminados en la controvertida restauración”, así como hacer algunas pequeñas podas en la vegetación que cerca la muralla para mejorar la percepción del conjunto. En todo caso, ha opinado que “resulta imprescindible la participación de expertos en patrimonio histórico en las actuaciones que se lleven a cabo”.
Igualmente, han señalado que sería interesante darle un uso definido al edificio, ya que, aunque se anunció su destino como espacio museístico y cuenta con salas para ello, lo cierto es que, desde que finalizaron las obras de restauración, “el fuerte ha permanecido cerrado prácticamente todo el tiempo, a excepción de algunos momentos puntuales en temporada turística en los que el recinto amurallado ha sido abierto al público”.