Primera Página es la sección de opinión de eldiario.es Cantabria. En este espacio caben las opiniones y noticias de todos los ángulos y prismas de una sociedad compleja e interesante. Opinión, bien diferenciada de la información, para conocer las claves de un presente que está en continuo cambio.
Adiós a la casa de todas
El lunes 24 de julio, preguntábamos en el Pleno del Ayuntamiento de Miengo acerca del próximo derribo de la casa y garaje municipal situada junto al Centro Médico de Miengo. El teniente alcalde (ex del PSOE) nos responderá por escrito cuando le apetezca, si es que algún día le apetece. Pues bien, hoy la casa ya no existe. La empresa ya ha efectuado el derribo.
Para nosotras, Equo más Independientes de Miengo, los edificios y espacios públicos deberían tratarse con mucho mimo y tratar de darles un uso colectivo. Nuestros representantes deberían cuidarlos, porque son de todas y todos. Un edificio municipal es o debería ser un tesoro. En él se puede dar cobertura a muchas de las necesidades de las vecinas y vecinos, se puede crear cohesión social, dar lugar a la participación vecinal, llenarlo de mil actividades, espacios polivalentes por franjas horarias, edades y necesidades.
¿Qué falta en Miengo? Un local donde la gente joven pueda reunirse, un local donde madres, padres e hijos puedan acudir los días de mal tiempo, un espacio para dar cobertura a las distintas asociaciones o para promoverlas, si no las hay…. Se nos ocurren estas tres ideas, pero seguro que, tras un periodo de participación vecinal, saldrían a la luz más usos para un edificio municipal.
Hoy tenemos un solar vacío a cambio de una casa municipal. Antes teníamos posibilidades ahora no tenemos nada. Luego lo dejarán muy mono y se nos olvidará que un día, ahí había una casa de todas.
¿Por qué se deja que una casa municipal se deteriore hasta llegar al estado de ruina?
La responsabilidad del estado de ruina de este edificio es claramente del Partido Popular, quienes hasta hace dos años venía gobernando en Miengo con una cómoda mayoría absoluta, con todas las competencias cedidas por el resto de concejales de la “oposición” y la decisión de ese gobierno del PP fue dejar que se fuera cayendo el edificio, hasta que la frasecita “el derribo es el mal menor” ha cobrado sentido y ya, el hecho de pensar en rehabilitar, suponía un montón de pasta municipal.
Por otro lado, la realidad política de Miengo, teniendo a un equipo de gobierno con dos expulsados del PSOE, puestos por el PP, en un Ayuntamiento de 11 concejalas y concejales, dificulta mucho la relación de nuestro alcalde y teniente alcalde con sus excompañeros que trabajan en el Gobierno de Cantabria. Tal vez por eso no nos dieron la subvención del Gobierno de Cantabria para la rehabilitación de dependencias municipales.
El proyecto de rehabilitación, más o menos mínimo, pero suficiente para este edificio con lo aportado por el Ayuntamiento, ascendía a 60.000 euros, con un alto porcentaje del presupuesto de rehabilitación proveniente de Gobierno de Cantabria. El derribo, en principio, va a costarnos (con dinero exclusivamente municipal) más de 19.000 euros. Luego iremos sumando el alquitranado, el parquecito, tal vez un árbol, un banco y una papelera.
Está caro el vacío.
El lunes 24 de julio, preguntábamos en el Pleno del Ayuntamiento de Miengo acerca del próximo derribo de la casa y garaje municipal situada junto al Centro Médico de Miengo. El teniente alcalde (ex del PSOE) nos responderá por escrito cuando le apetezca, si es que algún día le apetece. Pues bien, hoy la casa ya no existe. La empresa ya ha efectuado el derribo.
Para nosotras, Equo más Independientes de Miengo, los edificios y espacios públicos deberían tratarse con mucho mimo y tratar de darles un uso colectivo. Nuestros representantes deberían cuidarlos, porque son de todas y todos. Un edificio municipal es o debería ser un tesoro. En él se puede dar cobertura a muchas de las necesidades de las vecinas y vecinos, se puede crear cohesión social, dar lugar a la participación vecinal, llenarlo de mil actividades, espacios polivalentes por franjas horarias, edades y necesidades.