Primera Página es la sección de opinión de eldiario.es Cantabria. En este espacio caben las opiniones y noticias de todos los ángulos y prismas de una sociedad compleja e interesante. Opinión, bien diferenciada de la información, para conocer las claves de un presente que está en continuo cambio.
¿Quién paga Valdecilla?
El trágico y mortal derrumbe de Valdecilla el 2 de noviembre de 1999 supuso el punto de partida de las obras de rehabilitación integral del recinto hospitalario que preveía una colosal inversión. Entonces hubo quien dijo haber encontrado una fórmula ideal mediante la firma de un contrato de colaboración público privado -que suscitó, con razón, muchos recelos- para reconstruir el hospital.
La nada inocente ocurrencia protagonizada por el Partido Popular fue fuertemente criticada por sindicatos y partidos de la oposición, ascendía a 760 millones de euros y ligaba a la empresa privada con la gestión no sanitaria del centro hospitalario durante 20 años.
El caso es que el Estado adquirió un compromiso para pagar las obras, un acuerdo que no siempre atendió. Han tenido que ser los gobiernos del PSOE quienes cumplan lo pactado a la hora de abonar las facturas pendientes y respetar los plazos. Pero sorprendentemente en estos días desde el PP, aquellos que precisamente fueron incapaces de ser coherentes con la palabra dada, reivindican para sí de manera insultante el protagonismo de este final feliz.
Porque la realidad es que esta semana, tras una larga travesía, la ministra de Hacienda y Función Pública, María Jesús Montero, ha venido a Cantabria con buenas noticias. Entre este año y el siguiente Cantabria recibirá del Estado los 55 millones de euros que faltan para saldar la deuda histórica del hospital, cuyos profesionales son un orgullo para todos los ciudadanos de la comunidad.
Este último plazo se destinará a sufragar gastos sanitarios, puesto que las obras se terminaron de pagar con fondos propios del Gobierno de Cantabria. Y, además, se suman a los 66 millones recibidos en 2021, que se corresponden con los 44 contemplados en los presupuestos de ese año y los 22 correspondientes a la anualidad no abonada por el Gobierno de Rajoy en 2016, que Cantabria reclamó y ganó en la Audiencia Nacional.
El análisis de las aportaciones que ha hecho el Estado en estas dos décadas demuestra el indiscutible compromiso de los gobiernos socialistas con Valdecilla y por extensión, con la sanidad pública cántabra
El análisis de las aportaciones que ha hecho el Estado en estas dos décadas demuestra el indiscutible compromiso de los gobiernos socialistas con Valdecilla y por extensión, con la sanidad pública cántabra. De los 406 millones de euros que ha costado el hospital, 285 han llegado con el PSOE gobernando en Moncloa. Es decir, que el 70% de la financiación de Valdecilla ha llegado a la comunidad por la responsabilidad, la implicación y el compromiso de los socialistas.
Cantabria ha cobrado la llamada 'deuda de Valdecilla' en dos etapas. La primera de ellas -fruto del primer convenio- se desarrolló entre los años 2003 y 2007, mientras que el resto de convenios se han ido abonando de manera irregular desde 2013 hasta ahora. Con la legislatura del presidente José Luis Rodríguez Zapatero llegaron a Cantabria 142 millones de euros. A partir de 2013, ya con el Partido Popular obstinado en desmontar y vender por piezas el Estado del Bienestar, el grado de compromiso del Gobierno de Mariano Rajoy fue considerablemente menor. Ese año solo recibimos un millón de euros y absolutamente nada en los años 2016 y 2017.
Afortunadamente para Cantabria, la llegada a La Moncloa de Pedro Sánchez recuperó el compromiso de financiación con los 88 millones de euros que ya hemos percibido. Solo con el bloqueo de las derechas a los Presupuestos Generales del Estado se ralentizó la voluntad socialista de cumplir lo acordado y los 55 millones que se consignan ahora ponen fin a las justas reclamaciones económicas de Cantabria.
Cumplimos con nuestra tierra de la mejor manera posible, pasando de las palabras a los hechos saldando la deuda veinticuatro años después de aquel trágico derrumbe de nuestro hospital que ha quedado grabado en la memoria de todos los ciudadanos y ciudadanas.
A partir de ahora, libres ya de la deuda, nos queda seguir avanzando y dar otra batalla muy necesaria y primordial, que es defender lo público y no volver insistir en los modelos privatizadores que tanto agradan al PP y que en nada benefician a las cántabras y los cántabros. Una de las mejores muestras de lo doloso de esta nefasta gestión que la derecha ejecuta mediante sus políticas de privatización y recortes lo comprobamos –por desgracia- en lo peor de la pandemia.
En esos difíciles días, la situación del sistema informático de Valdecilla -que a los pocos años de la puesta en servicio ya se encontraba al borde del colapso- obligó al Gobierno a afrontar un gasto de 27 millones de euros para adaptarlo a las necesidades reales de la información sanitaria, lo que indica una carencia de capacidad de gestión y previsión de enormes y lesivas proporciones.
El hecho de que hayamos tardado 24 años en pagar el nuevo hospital que resurge de las cenizas de aquella tragedia no invita a colgarse medallas, incluso el propio modelo de gestión público privada elegido tampoco es la solución óptima por la que muchos hubiésemos apostado. Pero si invita, si es hora de hacer balance final y que los ciudadanos sepan qué administraciones apostaron con responsabilidad y decisión y apoyaron no solo de palabra sino financieramente a la joya de la sanidad pública cántabra, el hospital y los profesionales de los que todos y todas nos sentimos altamente orgullosos.
Pagamos, pero no descansamos. Al contrario, cumplir con este compromiso nos debe seguir impulsando en la defensa de lo público, en devolver a la sociedad lo que nunca debió arrebatársele y afrontar todos los nuevos proyectos ya en marcha con la firme convicción de que esa es la manera adecuada de garantizar un futuro mejor para todas y todos los ciudadanos de Cantabria.
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