En 2022 fallecieron cinco personas en Cantabria por mala praxis médica
En 2022 el Defensor del Paciente recibió 37 reclamaciones diarias por mala praxis médica, según se desprende de la 'Memoria 2022' publicada por la organización, que muestra que el año pasado tuvieron conocimiento de 13.611 casos de negligencias médico-sanitarias (455 más que en 2021) y 225 de ellas en Cantabria, de los cuales 699 fueron resultado de muerte (71 más que en 2021), cinco de ellos en la comunidad cántabra.
De los fallecimientos por mala praxis los casos más habituales fueron debido a errores de diagnóstico, pérdida de oportunidad terapéutica, así como por intervenciones mal realizadas, altas precipitadas, atención deficiente, infecciones hospitalarias o retrasos en ambulancias.
“La pandemia nos ha enseñado que necesitamos más y mejores recursos, pero esto no puede ser la justificación de la crisis sanitaria que sufren muchas comunidades (Madrid, Cantabria, Cataluña, etc.). La resaca del Covid-19 nos deja un sistema sanitario en pie de guerra por la falta de personal y el exceso de trabajo de muchos profesionales, especialmente de Atención Primaria, que ha provocado la convocatoria de varias huelgas”, ha denunciado el Defensor del Paciente.
En el caso de Cantabria, los hospitales más denunciados fueron el Marqués de Valdecilla, seguido de Sierrallana y Santa Clotilde. Mientras que las reclamaciones, especialidades y servicios más denunciados fueron listas de espera, urgencias, cirugía general, traumatología y ginecología y obstetricia.
Según el Defensor del Paciente, Cantabria se halla en la zona media baja del recuento con 225 casos, 29 más que hace un año, lo que supone un incremento del 13%, entre los más elevados.
El estudio indica que los valores alcanzados se asemejan a los del período comprendido entre 2017 y 2018, en el que se denunciaron 227 y 226 casos, respectivamente. Unas cifras “en concordancia con lo normal”, puesto que la media de asuntos recibidos durante la última década es de 224 casos anuales.
Sin embargo, con unos dígitos similares a Castilla y León y a Extremadura, la lista de espera quirúrgica de Cantabria es “de las peores de todo el SNS”, con un promedio de 132 días para cirugía. Además, unos 13.606 pacientes están pendientes de una intervención.
Los cántabros que sufren los mayores retrasos se encuentran en traumatología, cirugía general y de digestivo, oftalmología y, en cuarto lugar, cardiología.
Según el Defensor del Paciente, “Cantabria precisa de un plan con medidas inmediatas puesto que nunca ha habido tantas personas estancadas en las listas de espera para cirugías, consultas o pruebas diagnósticas”, y en este sentido denuncia la “inacción del Ejecutivo cántabro para adoptar medidas ante esta dinámica ascendente”.
Por otra parte, la entidad también se refiere a la huelga de médicos de Atención Primaria del pasado noviembre, que se prolongó durante diez días que dejaron 45.000 consultas pendientes, si bien para el Defensor del Paciente la movilización fue “más que necesaria” por la “inaceptable política de brazos cruzados del Ejecutivo cántabro que, durante más de tres años, no ha cumplido lo pactado”.
Finalmente, señala la falta de especialistas en los hospitales comarcales de Sierrallana, Laredo y Tres Mares como “otro síntoma de ruptura del sistema sanitario cántabro debido a que la población opta por acudir directamente a Valdecilla ante la falta de garantías para recibir asistencia”.
Sanidad en España
En España, a juicio del Defensor del Paciente, la sanidad pública ha entrado en “terreno pantanoso”, puesto que el gasto per cápita es inferior a muchos países de la UE, por lo que ha solicitado un aumento de la financiación del gasto sanitario de hasta el 7,2 por ciento del PIB.
“En España se invierte en la sanidad pública 2.027 euros por persona, mientras que la media de la UE es de 2.746 euros por persona. Por ejemplo, en Alemania se destinan 3.990 euros por persona. Nos estamos jugando el futuro, por lo que es el momento de que el Gobierno cree un pacto estatal por la sanidad pública”, ha apostillado.
Asimismo, se ha referido a las grabaciones de las intervenciones quirúrgicas. “Podemos entender que establecer por ley la grabación de todas las intervenciones quirúrgicas sea quizá excesivo e innecesario, pero sí de todas aquellas en las que lo solicite el paciente, o tengan una complejidad previsible que lo aconseje, incluso con fines médicos ante una posible segunda cirugía necesaria, un postoperatorio complicado, etc”, ha argumentado la organización, para pedir que se lleven a cabo las medidas oportunas para hacer efectivo el derecho de todos los pacientes a que sea grabada su intervención quirúrgica.
Por otro lado, el Defensor del Paciente ha mostrado su preocupación por el “auge” de la teleasistencia, puesto que, a su entender, conlleva “mucha dificultad” en el diagnóstico y “pone en peligro” la salud de los pacientes.
“Parece que los responsables políticos están orquestando un modelo sanitario 'low cost', tratando de maximizar rendimiento con el mínimo gasto posible”, ha criticado, al tiempo que ha avisado de que atender a los pacientes a través de una pantalla es una “falta de respeto y una ilegalidad”.
La organización ha denunciado también la gestión llevada a cabo en determinados servicios de Urgencia, informando de los hospitales que más reclamaciones han tenido: el Complejo Hospitalario Universitario Insular (Las Palmas de Gran Canaria), el Hospital Universitario La Paz (Madrid), el Hospital General Universitari de Valencia, el Complexo Hospitalario Universitario de A Coruña - CHUAC, el Hospital Universitario de Toledo, el Complejo Hospitalario Regional Virgen del Rocío (Sevilla), el Hospital Universitari Son Espases (Palma de Mallorca), el Hospital Universitario Miguel Servet (Zaragoza), el Hospital Universitari Vall d'Hebron (Barcelona), y el Hospital Universitari de Bellvitge (Barcelona).
Finalmente, y con respecto a las listas de espera, el Defensor del Paciente ha comentado en su 'Memoria 2022' que una de las soluciones para paliarlo es adecuar el número de camas, quirófanos y medios diagnósticos a la demanda, y “renunciar” a los planes de choque y a las derivaciones a la privada porque, tal y como ha asegurado, a la larga ha quedado demostrado que “no son suficientes ni funcionan”.
Y es que, mientras los catalanes y los aragoneses aguardan 151 días de media, para cirugía, los vascos esperan 64, es decir, cuatro meses menos.
Entre comunidades existen diferencias, siendo Cataluña es la región con más pacientes esperando una intervención quirúrgica, 165.552, por delante de Andalucía, con 136.613, mientras que Navarra es la que menos, con 6.641. “Indiscutiblemente la falta de coordinación entre el Ministerio de Sanidad y las comunidades es el detonante de divergencia tan voluminosa”, ha concluido.
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