La astronauta Sara García espera ser “un ejemplo de muchos” y que el género no sea noticia
Sara García, la primera mujer astronauta española seleccionada por la Agencia Espacial Europea (ESA) en 2022, en calidad de reserva, espera ser “un primer ejemplo de los muchos que vendrán” y que, “no a mucho tardar”, el género ni siquiera sea noticioso.
Ha indicado que a lo largo de la Historia ha habido “un puñado” de astronautas, originalmente casi todos hombres, y “ahora eso está cambiando, pero muy recientemente”.
“Si los cambios de calado nos está llevando varias generaciones en profesiones cotidianas que pueden formar parte de nuestro día a día, una tan puntual quizás le lleve un poco más de tiempo”, ha apuntado García, para quien con la selección de la ESA “ha quedado patente” que “ser hombre o ser mujer no es ningún tipo de condicionamiento” y que astronauta puede ser “cualquiera que reúna los requisitos”.
En este punto, ha asegurado que en la selección de la ESA “no hay ventajas”, el proceso ha sido “completamente ciego” y no ha tenido en consideración el género, y hay “paridad” de hombres y mujeres “a pesar de que se presentó solo un 25 por ciento de mujeres”.
Así lo ha señalado García este miércoles a preguntas de la prensa en Santander, con motivo de su participación en el VII Aula de Verano 'Blas Cabrera' de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP).
García ha explicado que las misiones de los astronautas “no dependen” de ellos, sino que, generalmente se les asigna en función de la necesidades de los estados miembros y hay “muchos actores” involucrados.
En este sentido, ha manifestado que si el Gobierno español financiase una misión específica para ella, le gustaría se centrase en la investigación biomédica, dado su perfil, lo que podría ser “muy interesante” para avanzar en la investigación que se está haciendo en los laboratorios, probar tecnología de empresas españolas y “por lo que representaría” para el país tener la primera mujer en órbita haciendo investigación biomédica, tanto para el progreso como para “inspirar” a futuras generaciones.
“No es descabellado, se suele financiar de esta forma”, ha añadido García, que ha recordado que la segunda misión de Pedro Duque fue promocionada por el Gobierno central y en la mayoría de los casos es así. “Cuando un gobierno tiene especial interés en que su astronauta lleve a cabo una misión, la contribución a la ESA generalmente tiene que demostrarlo también”, ha añadido.
García, que se formó en la Universidad de León, cree que es “una demostración” que desde la universidad pública y de la periferia se puede dar la formación “idónea” para “que llegues lejos y adquieras esos pilares de conocimiento que luego te va a permitir construir sobre ellos y convertirte en una profesional”.
Y ha censurado los “prejuicios” que existen en este sentido, señalado que, cuando presentó su candidatura, ella misma “dudaba” si la considerarían astronauta al venir de una universidad “tan pequeña”.
Con motivo de su participación en el curso de la UIMP, la bióloga molecular ha destacado que la innovación y la investigación es “lo que promueve el progreso de los países”.
Cree que la gente empieza a ser “más consciente” de la importancia de la ciencia y la investigación, lo que está “impulsando” que en los gobiernos se vaya invirtiendo “un poco más”.
“Está habiendo cambios, yo misma los estoy notando a nivel personal en la facilidad o dificultad de conseguir proyectos o ayudas”, ha trasladado García, si bien ha valorado que “estamos todavía muy lejos del aporte necesario para que la investigación pueda funcionar con solvencia y con tranquilidad”.
Ha apuntado que en la actualidad siguen teniendo que “pelear” por cada ayuda y proyecto, lo que, junto a los temas burocráticos, “ralentiza muchísimo el avance y el progreso”.
De esta forma, la investigadora cree que “se están dando pasos”, “vamos en la buena dirección, la mentalidad ”va un poco en esa línea“, pero ”queda muchísimo por hacer“.
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