Cantabria trabaja contrarreloj para poner en marcha a partir de la próxima semana un nuevo modelo a la hora de establecer restricciones para luchar contra la pandemia, una vez finalizado el estado de alarma que da cobertura legal a algunas de las medidas más estrictas, como el cierre perimetral de la comunidad autónoma o el toque de queda, que decaen en la madrugada del sábado. Aunque los técnicos de la Dirección General de Salud Pública están definiendo en estos momentos todos los parámetros que regirán esta nueva fórmula, ya está decidido que se valorará la situación epidemiológica municipio a municipio.
Así lo ha explicado el vicepresidente y portavoz del Ejecutivo autonómico, Pablo Zuloaga, que ha adelantado tras la reunión del Consejo de Gobierno de Cantabria que la Consejería de Sanidad publicará el próximo martes 11 de mayo una resolución que incluirá el control de la evolución de la pandemia sobre los 102 municipios cántabros, con medidas específicas en función de su población, y que tendrá en cuenta la incidencia acumulada a 7 y 14 días, la afección sobre mayores de 65 años, la positividad de las pruebas realizadas o la ocupación hospitalaria, entre otros aspectos.
Según ha aclarado Zuloaga, y a diferencia de lo que había señalado en las últimas horas el director general de Salud Pública, Reinhard Wallmann, este nuevo modelo permitirá que haya municipios cántabros sin ninguna restricción, otros con restricciones parciales y los más afectados, con prácticamente toda su actividad económica limitada salvo en aquellos negocios de primera necesidad. Entre otras cosas, eso significa que la hostelería podrá reabrir el interior de sus locales en aquellos municipios que la situación epidemiológica lo permita, aunque con límites en el aforo que rondarán el 33%.
“Lo que Cantabria va a hacer es ampliar el zoom sobre cada uno de los municipios, estudiando en cada caso la evolución, para tomar medidas concretas en cada uno”, ha explicado Zuloaga, que ha precisado también que solo en los casos más extremos se recurrirá al cierre de los municipios, limitando la movilidad, una medida que necesitaría previsiblemente del aval de la justicia al no contar ya con el paraguas del estado de alarma y afectar a derechos fundamentales de los ciudadanos.
El cierre de municipios, como se hizo en etapas previas en Santoña, Colindres, Laredo, Polanco o Santa María de Cayón, o en barrios como La Inmobiliaria de Torrelavega, es una competencia de la Dirección General de Salud Pública, si bien el modelo que se va a implantar pretende evitar llegar a ello marcando umbrales que restringen la actividad antes de llegar “al último recurso que es limitar la movilidad de un municipio, de un barrio o de un bloque de pisos”, ha indicado Zuloaga.
Campaña de vacunación
El vicepresidente ha anunciado además que el objetivo de Sanidad es cerrar el mes de mayo con más del 50% de la población vacunada contra la COVID con al menos una dosis, tras haber superado la previsión para esta semana, con más del 34%. Según ha explicado, la campaña de vacunación que coordina el Servicio Cántabro de Salud (SCS) avanza a buen ritmo y el 100% de los mayores de 80 años ya han recibido una dosis y el 94,8% están ya inmunizados. Además, el 99,1% de las personas entre 70 y 79 años y más del 50% de los de edades comprendidas entre los 60 y 69 años ya han sido vacunadas.
Pese a estas cifras, Cantabria se mantiene en un nivel 3 de alerta sanitaria con 2.337 casos activos, 69 registrados en la jornada del miércoles, y 7 en las primeras horas del jueves, y 107 personas continúan hospitalizadas. La presión sobre las UCI ha subido ligeramente, con 29 personas ingresadas en estado crítico. El vicepresidente ha explicado que la incidencia acumulada a 14 días y a 7 días ha bajado en las últimas horas, con 240 y 112 casos por cada 100.000 habitantes, respectivamente.
Ante este escenario, la Consejería de Sanidad ha publicado la resolución que recoge la limitación horaria a las 22.30 horas de los establecimientos abiertos al público en vista de la finalización del estado de alarma. Además, el resto de restricciones sanitarias se mantienen en vigor, de forma indefinida, mientras Cantabria continúe en nivel de riesgo alto. De esta limitación horaria se exceptuarán, como hasta ahora, los establecimientos sanitarios, farmacias, servicios veterinarios de urgencia, centros residenciales de servicios sociales y gasolineras o estaciones de servicio.