El barrio de La Inmobiliaria de Torrelavega, que tiene desde el pasado viernes a parte de sus vecinos confinados y cinco de sus calles bajo un cordón sanitario impuesto por la Consejería de Sanidad para frenar la expansión de un brote de coronavirus originado en una multitudinaria celebración familiar, suma en estos momentos cerca del 50% de los casos activos por COVID-19 registrados en el conjunto de la capital del Besaya. En concreto, según los datos facilitados por el Gobierno de Cantabria, 135 de los 278 positivos que se han detectado en los últimos días en la ciudad están localizados en esta zona, que deberá permanecer aislada al menos durante 14 días y con estrictas limitaciones para sus habitantes.
Tras la alerta desatada por el foco de coronavirus descontrolado que dio pie a estas restricciones para el conjunto del barrio, la Dirección General de Salud Pública decidió ubicar desde el pasado fin de semana un punto de triaje en el colegio público José María Pereda, situado en el corazón de La Inmobiliaria, en el que se están realizando desde entonces pruebas PCR masivas a todos los vecinos que se acercan, una medida que está dando sus frutos con la detección de decenas de personas contagiadas pero asintomáticas que deberán ahora afrontar la obligatoria cuarentena como consecuencia de su positivo por COVID.
Así, según los datos consultados por elDiario.es, la jornada del jueves 10 de septiembre, cuando se tomó definitivamente la drástica decisión de confinar parte de La Inmobiliaria, hubo 20 positivos por coronavirus en el barrio de los 33 que se detectaron en toda la ciudad. A partir de ahí, el viernes hubo 7 positivos, el sábado otros 31, el domingo 26 más y el lunes otros 13 casos de COVID en La Inmobiliaria. En los dos últimos días de los que se disponen de datos la situación parece más controlada, con 4 y 9 positivos respectivamente. Estas cifras son consecuencia a su vez de la realización de más de dos millares de pruebas PCR y dejan clara la incidencia de la enfermedad en el área confinada.
Además, como reconoció ayer el propio consejero de Sanidad de Cantabria, Miguel Rodríguez, su departamento no solo está monitorizando el barrio de La Inmobiliaria, sino que está estudiando al detalle la situación en el resto de Torrelavega para conocer si positivos por COVID se han saltado el cordón sanitario que afecta a cinco calles y ello está repercutiendo negativamente en los datos del resto de la ciudad. Las mediciones que realiza el Gobierno de Cantabria son de tres tipos: del conjunto de la ciudad, de La Inmobiliaria y del resto de la ciudad exceptuando a este barrio. De momento, todo hace indicar que los efectos para el conjunto de la capital del Besaya son mínimos puesto que los datos son homogéneos y no marcan pautas peligrosas que lleven a mayores restricciones a corto plazo.
De hecho, la incidencia de la enfermedad durante los últimos 14 días, uno de los baremos que las autoridades sanitarias utilizan para tomar decisiones en función de la evolución de la pandemia, indica que en el conjunto de Torrelavega está situada en 31 casos por cada 100.000 habitantes, mientras que en La Inmobiliaria este parámetro en de 231 casos por cada 100.000 habitantes, un ratio que tardará en bajar dado que necesita de varios días para que se estabilice tras un repunte como el que sufrió el barrio como consecuencia de ese foco descontrolado de contagios.
Calma y precaución
Ante este escenario, el presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, que ha acudido este jueves a un acto público a la ciudad, ha indicado que los datos del brote del barrio de La Inmobiliaria están evolucionando de forma “positiva”, aunque “todavía queda camino” para estar controlados. Por ello, el jefe del Ejecutivo autonómico ha pedido a los vecinos residentes dentro del cordón sanitario “comprensión” y que se cumplan “con rigidez” las normas impuestas para este periodo de aislamiento, establecido inicialmente en 14 días.
También respecto al brote de La Inmobiliaria, el vicepresidente de Cantabria, Pablo Zuloaga, ha dicho tras la reunión semanal del Consejo de Gobierno que espera una evolución similar a la que se registró en Santoña con el cordón sanitario, es decir, que se produzca un aumento de positivos derivados el incremento de PCR, luego se aplane la curva y empiece a descender a lo largo de los próximos días.
No obstante, el vicepresidente ha reconocido que el brote de La Inmobiliaria tiene “una complicación especial” y por ello el Gobierno ha tomado medidas “extraordinarias” como el cierre del colegio José María de Pereda, el trabajo “exhaustivo” de los rastreadores y el número de test PCR para detectar sobre todo a los asintomáticos.