Los hosteleros cántabros colapsan con sus coches el centro de Santander y reivindican al Gobierno un plan de rescate

Cientos de hosteleros cántabros están participando este miércoles en las protestas convocadas contra las restricciones por la pandemia del coronavirus que afectan al sector y para urgir un plan de rescate con el que puedan “sobrevivir”.

“La hostelería se muere y necesitamos ayudas urgentes, directas y reales y fáciles de tramitar. El pan de muchas familias está en juego”, ha alertado el presidente de los hosteleros, Ángel Cuevas, en un manifiesto que ha leído ante la Consejería de Sanidad, en Santander.

La marcha, de caravanas de coches en la capital y en Torrelavega, ha discurrido bajo el lema 'La hostelería se muere', y con ella el colectivo ha reclamado medidas que no les aboquen al cierre, en referencia a las restricciones de aforo, horarios y cierre de interiores impuestas al sector.

Precisamente, la protesta ha coincidido con desestimación judicial de la medida cautelar solicitada por la Asociación Empresarial de Hostelería de Cantabria (AEHC) de dejar sin efecto la resolución del Gobierno regional que impone el cierre de los interiores de los establecimientos hosteleros y restauración, que solo pueden así atender a clientes en terrazas o con comida para llevar.

Cuevas ha indicado al respecto que los abogados de la agrupación están estudiando la posibilidad de recurrir este auto del Tribunal Superior de Justicia de Cantabria (TSJC), porque desde que se declaró el primer estado de alarma por el Covid, el pasado mes de marzo, “no damos un balón por perdido” y aprovechan cada “mínima oportunidad” de defender al sector.

Caravanas de coches

Las protestas en Santander y Torrelavega han comenzado a las 11.00 horas, partiendo en la capital de la rotonda de Puertochico para llegar hasta la rotonda de Cuatro Caminos; mientras que en la ciudad del Besaya la caravana de coches ha salido del aparcamiento de Carrefour en Sierrapando para finalizar en el pabellón municipal de la Habana Vieja.

Han contado con la participación de centenares de hosteleros que han realizado en coche ambos recorridos, haciendo sonar las bocinas de sus vehículos para así hacerse “oír” y reclamar “un plan de rescate urgente para sobrevivir”.

La movilización ha contado con el respaldo mayoritario de la gente que pasaba por la calle, que ha aplaudido espontáneamente a los vehículos que hacían sonar sus claxon en protesta por el cierre de los bares y restaurantes, así como de comerciantes, que han salido de sus locales para solidarizarse con los manifestantes, en algunos casos incluso con caceroladas.

Los vehículos, no solo de hosteleros sino de otros sectores implicados en el sector como la producción o distribución, han circulado durante más de dos horas haciendo sonar pitos y bocinas, muchos de ellos exhibiendo mensajes de 'SOS'.

En otros carteles pegados a turismos particulares o furgonetas de empresas se podía leer 'Yo quiero ser hostelero alemán', 'No nos arruinarán' o 'Cerrados sin ayudas'.

Desde la cabecera de la caravana se han lanzado consignas como 'No somos el problema, somos la solución', 'Tenemos nuestros derechos', 'Necesitamos un plan de rescate urgente para sobrevivir', 'Estamos en una situación dramática y necesitamos vuestra ayuda' o 'Ya está bien de ser cabeza de turco en esta pandemia'.

Por su parte, otro coche llevaba una gran pancarta en la que se leía 'Políticos, espabilad, estáis hundiendo España'. La caravana ha suscitado la simpatía de los vecinos, algunos de los cuales se han parado en la acera para aplaudir a los coches mientras circulaban.

Un plan de rescate por 30 millones, el 1% del presupuesto

El máximo representante de la AEHC ha remarcado que este sector aporta más de un 12 por ciento al PIB (Producto Interior Bruto) de Cantabria, por lo que piden -según ha indicado- un 1% del presupuesto regional, unos 30 millones de euros, que es un porcentaje “súper razonable” si se tiene en cuenta el de la aportación.

“No es un rescate integral, pero puede ayudar a que lleguemos a la próxima temporada”, ha puntualizado Cuevas, para reiterar que en la Comunidad Autónoma hay más de 6.000 negocios hosteleros que “peligran” y más de 20.000 empleos directos “en riesgo”.

Para ilustrar la situación en que se encuentran muchos profesionales ha puesto como ejemplo un local de 60 metros cuadrados con dos trabajadores. Durante la pandemia, este negocio ha tenido gastos generales por importe de unos 10.800 euros, entre impuestos, facturas, expedientes de regulación temporal de empleo, etc.

Frente ello, y según ha comparado Cuevas, las ayudas reales en estos tres meses han sido de “algo más de 2.000 euros como máximo”, esto es, entre un 15 y un 20%.

A esto se suma que en la situación actual “el problema es mayor” pues como ha señalado un local con terraza, “aunque solo tenga una mesa, tiene que hacerse cargo de parte de la Seguridad Social de los empleados”. En este punto, y a preguntas de los medios, ha indicado que están cerrados en torno al 70% de los establecimientos y el que abre es “por salud mental” porque “negocio no existe”.

Y a propósito del fondo Covid de más de 2 millones de euros para el turismo, anunciado esta semana por la consejera del ramo, Marina Lombó, durante la presentación de los presupuestos de su departamento para 2021, Cuevas ha señalado que haciendo un “cálculo muy fácil” sale a unos 150 euros por hostelero. “Nos da la risa”, ha manifestado.

“Estamos agonizando. No nos pueden exigir impuestos si nos prohíben tener ingresos”, ha sentenciado el presidente de los hosteleros cántabros en el manifiesto leído en Santander, que ha coincidido en el tiempo con el que la directora de la AEHC, Bárbara Gutiérrez, ha pronunciado en la Plaza del Ayuntamiento de Torrelavega.

El ocio nocturno, en estado crítico tras ocho meses cerrados

A la protesta se han sumado los trabajadores del sector del ocio y los espectáculos, que se han concentrado a las diez de la mañana en las puertas del Servicio Público de Empleo Estatal, en la calle Vargas de Santander, para reclamar un 'plan de choque' de medidas que “congelen” su actividad económica en pleno toque de queda y proteja a sus pymes y los puestos de trabajo.

El representante de este sector, Tomás Sánchez, vicepresidente de pubs y discotecas de la AEHC, ha explicado en declaraciones a los periodistas que han aprovechado esta protesta ante el SEPE, convocada a nivel nacional, para registrar un escrito solicitando una reunión con la dirección general de este organismo para exponer las demandas y problemas del ocio nocturno, que “son muchos”, y explicar el “estado crítico” en el que se encuentran tras ocho meses cerrados.

De entrada, piden tres cuestiones: que los ERTES “se paguen” pues “muchos” trabajadores aún no han cobrado; que se apliquen hasta el 9 de mayo, cuando concluye el actual estado de alarma decretado en toda España; y que les eximan del pago de cuotas a la Seguridad Social.

Sánchez ha recordado que, pese a tener la persiana bajada desde primavera, “los gastos continúan”, pues tienen que hacer frente a alquileres de locales, seguros, facturas e impuestos, que suponen para un local de media unos 3.000 euros al mes, según ha cifrado.

Finalmente, ha indicado que en Cantabria hay unos 360 pubs y discotecas, y ha alertado de que en torno a un 45% de estos locales podrían cerrar de manera definitiva si sigue esta situación y no les dejan trabajar ni tampoco eximen del pago de impuestos, ha apuntado para concluir.