Pasaje Seguro reclama a Revilla que se posicione en contra del uso de concertinas en el Puerto de Santander
El colectivo ciudadano Pasaje Seguro ha solicitado un encuentro con el presidente del Gobierno de Cantabria, Miguel Ángel Revilla (PRC), en relación a la instalación en el Puerto de Santander de concertinas y cuchillas como medio de contención de la entrada de migrantes a estas instalaciones.
En el escrito que este colectivo ha registrado se solicita al jefe del Ejecutivo autonómico “a que se posicione públicamente en favor de los derechos humanos y en contra del uso de concertinas y cuchillas como medio de contención de personas migrantes” y que inste a la Autoridad Portuaria de Santander, y especialmente a su presidente, Francisco Martín, a que “se abstenga de instalar más concertinas y cuchillas en el perímetro del Puerto de Santander y a que, igualmente, retire las ya instaladas”.
Para este colectivo, más allá de las implicaciones y las consecuencias que hay detrás de un anhelo de fortificar las fronteras de Europa, y también de dar por buenos determinados discursos anti-inmigración, deben existir unos “consensos mínimos” que hay que defender, y uno de ellos es “la exclusión de la crueldad en la gestión de los flujos migratorios”.
Asumiendo que el Puerto está en su derecho de establecer un adecuado control sobre sus accesos, los activistas pro derechos humanos defienden que “dicho control sobre las personas no puede basarse, en el siglo XXI, en sistemas crueles e inhumanos o en instrumentos de uso bélico que recuerdan más a la Edad Media que a la sociedad del futuro a la que nos gustaría parecernos”.
Uno de los argumentos que esta organización expone es el hecho de que en Ceuta y Melilla, donde los procesos migratorios no tienen nada que ver con Santander, las concertinas han sido retiradas recientemente y el propio secretario de Estado de Seguridad, Rafael Pérez, ha señalado que “se ha demostrado que es posible aumentar la seguridad eliminando elementos lesivos como las concertinas de las vallas” y es postura reiterada del Defensor del Pueblo su oposición a este instrumento: “Las concertinas son un sistema de una crueldad extraordinaria”.
Por otro lado, señalan que no se entendería que el presidente de Cantabria diera la espalda en este asunto a la sociedad civil, con más de cuarenta mil firmas recogidas, ni que “se escondiera o se posicionara en contra de un asunto que no tiene que ver con la política en materia de emigración ni con la gestión de infraestructuras portuarias”. Se trata, sostienen, “de una cuestión de Derechos Humanos”.
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