Cantabria suspende el reparto de pantallas digitales a escolares de menos de 8 años en los centros educativos

La Consejería de Educación ha suspendido el reparto de pantallas escolares en las aulas con alumnos de menos de ocho años, una redistribución según fuentes oficiales que ha generado malestar entre los directores de centros educativos.

El programa cántabro de implantación consiste en la distribución de más de 3.000 pizarras digitales en 270 centros, una implantación financiada con 10,2 millones de euros por el Gobierno central con cargo a financiación europea.

La medida, que afectará en centros de Infantil y Primaria a niños de menos de ocho años, ha generado un gran malestar en la comunidad educativa, en especial entre los directores de centros, que ya contaban con estos grandes dispositivos para reprogramar sus actividades en clase.

“No se suspende la compra de ninguna pizarra digital -han reaccionado desde Educación-. De lo que se está hablando es de una nueva estrategia de distribución de las mismas, es decir, que no se van a repartir en las aulas de 3 a 5 años y de 1°y 2° de Primaria atendiendo a criterios pedagógicos, con el objetivo de minimizar la exposición de los niños de infantil a las pantallas”-

El Partido Socialista, en Santander, ha pedido una explicación y ha censurado que la medida pueda suponer una discriminación entre centros públicos y concertados. Los socialistas han dicho tener constancia de que “en algunos casos se ha facilitado a los centros menos de la mitad de los recursos que se les habían preasignado”, dejando sin dotar de pizarras digitales al segundo ciclo de Infantil (de 3 a 5 años) y los dos primeros cursos de Primaria (1º y 2º).

Asimismo, ha dado cuenta del malestar surgido en los centros por el anuncio de suspensión del reparto cuando se estaba empezando el mismo dentro del programa para la digitalización del sistema educativo.

Consejero

“Dentro de la estrategia digital, hay dos asuntos que nos preocupan: la sobreexposición de los más pequeños a las pantallas y el uso de los móviles también en la infancia. En este sentido, no podemos ir contra la realidad, sino aliarse, y eso es contribuir a un uso responsable con un poco de conocimiento de los menores en el uso de los móviles”, ha declarado el consejero Sergio Silva.

Crítica socialista

En este contexto, el portavoz del PSOE en el Ayuntamiento de Santander, Daniel Fernández, ha exigido “transparencia” a la Consejería de Educación (PP) en el reparto de los fondos europeos para digitalización de las aulas, tras recibir el “malestar” de los colegios públicos de la ciudad por un “importante recorte respecto a los recursos que se les había adjudicado”.

Varias direcciones de colegios públicos de la capital ya han trasladado a la Consejería de Educación su malestar al recibir “en algunos casos menos de la mitad de los recursos que se les habían pre asignado”, ha afirmado el portavoz.

Fernández ha explicado que los directores de los centros de Infantil y Primaria recibieron la primera noticia de este recorte hace tres semanas “y se están encontrando estos días con que reciben el 50% o incluso menos de las dotaciones que estaban apalabradas, lo que les está generando un importante contratiempo en sus previsiones y su organización”.

En este sentido, y ante la “preocupación existente en la comunidad educativa”, el portavoz socialista ha exigido “máxima transparencia” a la Consejería y que el reparto se haga “cumpliendo estrictamente” los criterios marcados en la Conferencia Sectorial de Educación para la digitalización del sistema educativo.

Así, ha recordado al consejero, Sergio Silva (PP), que la resolución del Ministerio de Educación que asigna más de 10 millones de euros al Gobierno de Cantabria exige justificar un mínimo de un 30% del alumnado en situación de vulnerabilidad socioeconómica en el caso de destinar los recursos a centros privados sostenidos con fondos públicos.

Una orden que especifica que se entiende por alumnado vulnerable aquel que presenta necesidades asistenciales (alimentación, vivienda y suministros básicos, etcétera), escolares (clima familiar propicio, brecha digital, material escolar, etcétera) o necesidades socioeducativas (actividades complementarias, extraescolares, etcétera).