Durante los últimos dos meses, las ciudades y pueblos de todo el país han tenido una cosa en común: el sonido de los aplausos a las 20 horas.
Echando la vista atrás, cuesta imaginarse cómo habría sido la cuarentena sin esta iniciativa. Cómo ya hemos recogido en este diario, los “aplausos sanitarios” comenzaron como una forma de agradecer el trabajo y la labor de todas aquellas personas que trabajan en este sector. Sin embargo, el devenir de la crisis causada por la pandemia fue sumando razones para aplaudir. Al colectivo de profesionales de la medicina se sumó el de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, el personal de supermercados y farmacias, transportistas o el sector agrícola.
Más allá de los agradecimientos, los aplausos se han convertido en una excusa para mirar al exterior y entablar conversación con aquellas vecinas que ni conocías. Muchas personas han aplaudido por el mero hecho de desfogar. Otras se han aplaudido a sí mismas, para felicitarse por resistir tanto la crisis común cómo la personal. Y es que hay quienes han tenido que trabajar desde casa con la presión del día a día, acumulando horas extras, compaginando el estrés laboral con el personal y, en muchas ocasiones, con las cargas familiares de cuidados tan poco recompensadas por el conjunto de la sociedad.
Sea como fuere, tras 61 días llenos de razones por las que aplaudir, parece que la iniciativa llega a su fin. Tal y como apareció se aventura su final: con una ola de mensajes en redes sociales y aplicaciones de mensajería instantánea que invitan a la ciudadanía a sumarse a un “final digno” con “el mejor y más largo” de los aplausos.
El último aplauso ha sido convocado para este domingo, 17 de mayo, a las 20 horas, como no podía ser de otra manera.
Lectores y lectoras de eldiario.es de Castilla-La Mancha se han sumado durante estos dos meses a los aplausos de las ocho y nos lo han hecho saber enviándonos sus vídeos y fotografías. En estas últimas jornadas de este sonoro homenaje recopilamos algunas de ellas quedándonos con el buen sabor de boca que reflejan.
Durante los últimos dos meses, las ciudades y pueblos de todo el país han tenido una cosa en común: el sonido de los aplausos a las 20 horas.
Echando la vista atrás, cuesta imaginarse cómo habría sido la cuarentena sin esta iniciativa. Cómo ya hemos recogido en este diario, los “aplausos sanitarios” comenzaron como una forma de agradecer el trabajo y la labor de todas aquellas personas que trabajan en este sector. Sin embargo, el devenir de la crisis causada por la pandemia fue sumando razones para aplaudir. Al colectivo de profesionales de la medicina se sumó el de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, el personal de supermercados y farmacias, transportistas o el sector agrícola.