Alegaciones contra la mina de titanio en Ciudad Real: “muchísimas carencias” en la evaluación del impacto ambiental

La Plataforma No a la Mina de Arroba y Ecologistas en Acción han presentado sus alegaciones al proyecto de mina de titanio, zircón y turilo que se está tramitando en los términos municipales de Arroba de los Montes y Puebla de Don Rodrigo, muy cerca del Parque Nacional de Cabañeros, el proyecto “más complejo” de los que están en marcha actualmente en la región.

La Declaración de Impacto Ambiental de la iniciativa salió a información pública en noviembre del 2018 y se podía consultar en los Ayuntamientos de Arroba de los Montes y Ayuntamiento de Puebla de Don Rodrigo y en el Servicio de Medio Ambiente de la Dirección Provincial de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural de Ciudad Real.

Francisco Sarrión explica que existe una “alegación principal de fondo” y es que ya se han emitido dos Declaraciones de Impacto Ambiental negativas. “Se presenta por tercera vez un proyecto que creemos tiene similares características o es incluso peor en algunos aspectos”, recalca el miembro de ambos colectivos. En este sentido, señala que se podría haber devuelto “sin necesidad de someterlo otra vez a información pública” al ser “sustancialmente análogo” a los anteriores. “Además, presenta deficiencias en los estudios. Se podría haber inadmitido”, observa.

En las alegaciones presentadas, se explica que existen “muchísimas carencias” en lo que respecta al impacto que tendrá a nivel medioambiental, sobre la fauna, pero también en cuanto a los riesgos radioactivos de los minerales para la salud. Entre los cambios que ha sufrido el proyecto, Sarrión recalca que se ha elegido un lugar para la escombrera que es “muy visible” desde la carretera de Piedrabuena y que, además, se sepultarán con ella terrenos comunales y con un “alto valor ecológico”.

“Son terrenos deslizables, lo que lo hace inadecuado. Podría tener derrumbamientos. Incluso existe un valor arqueológico, una riqueza que perdería el pueblo”, explica Sarrión. En cuanto a la salud, señalan que no se presenta “ningún estudio” de la dispersión partículas radioactivas ni tampoco de los ruidos y las vibraciones del tránsito de los caminos que rodean al pueblo.

También destacan la falta de un estudio de los riesgos sobre las almonacitas, un tipo de material “similar al que se encuentra en Campo de Montiel”, pero no igual por lo que puede tener una radioactividad diferente. “La legislación europea obliga a que se realicen estudios de riesgos previamente a la concesión de los permisos. Tampoco existe”.

Este es el resumen de lo que consideran “más preocupante”, pero también apuntan a la influencia que tendrá el proyecto en el desarrollo sostenible de la comarca y a actividades tradicionales como la caza o la recogida de setas.