José Antonio Martín Pallín reivindica el sindicalismo al recibir el premio Abogados de Atocha
“Emocionado, agradecido y abrumado por todas las palabras”, fue el inicio del discurso de agradecimiento de José Antonio Martín Pallín, al recibir el premio Abogados de Atocha, concedido por la Fundación Instituto de Estudios Sociales de Comisiones Obreras de Castilla-La Mancha. Se trata de la segunda edición celebrada, después de que el Gobierno regional decidiese suprimir su celebración, en 2011. El año pasado el premio recayó en la magistrada Manuela Carmena.
Comisiones Obreras agradeció la asistencia al acto de representantes del Psoe, Izquierda Unida y Podemos, además de todos los abogados y abogadas que acudieron para celebrar el premio a Martín Pallín. El acto estuvo marcado por recuerdos emocionantes de todos los interventores a Lola Gómez, superviviente del atentado vivido en la oficina de Atocha, quien falleció el pasado 30 de enero. Gómez fue reconocida como un ejemplo del “dolor y el sufrimiento” en la lucha de los abogados laboralistas.
Francisco Naranjo, director de la Fundación Abogados de Atocha, quiso recordar la similitud entre el atentado sufrido por los abogados con el reciente ataque a la revista francesa ‘Charlie Hebdo’, señalando que “hoy somos Charlie Hebdo, pero también seguimos siendo los Abogados de Atocha”. Naranjo señaló el funeral de los profesionales como la manifestación pública más “emocionante de su vida”, recordando a los presentes que se debe preservar el recuerdo de la lucha por la libertad y los derechos humanos.
Al momento de recibir el premio, José Antonio Martín Pallín, recordó emocionado su propia vivencia durante el ataque de enero de 1977, rememorando las presiones que existieron para poder trasladar los féretros de los fallecidos al Colegio de Abogados. En un análisis de la situación actual, el magistrado señaló que, a diferencia de países como Francia o Alemania, los jueces en España no pueden afiliarse a un partido político. “Este es un país muy raro. Parece que ser político es no tener valores éticos y ciudadanos. Pero se puede ser político y justo, a la vez”, apuntó Pallín.
En referencia a las instituciones sindicales, Martín Pallín aseguró que soplan “malos vientos” para las organizaciones, a pesar de que la Constitución española los reconoce, junto a los partidos políticos, como parte de la estructura democrática de la sociedad actual. Los ataques, remarcó el magistrado, son ahora “más sutiles, pero también más peligrosos” por parte de los liberales “que maltratan a Adam Smith”. Criticó también que ahora, para algunos, parece que “el mercado es Dios y Wall Street su profeta”. “No se dan cuenta que se han convertido en anarquistas al destruir el mercado”, apuntó irónicamente.