En Castilla-La Mancha ya hay 76 fitodepuradoras, 44 de ellas en la provincia de Cuenca
Nueve de cada diez pueblos de la provincia de menos de 250 habitantes en la demarcación del Júcar no tienen depuradora. Para revertir esta situación, Amigos de los Ríos de Cuenca y Ecologistas en Acción defienden la viabilidad del uso de los humedales artificiales como sistemas de depuración de los vertidos en las localidades más pequeñas.
La viabilidad de este sistema es una de las conclusiones de la jornada taller celebrada el 8 de octubre, en la que participaron representantes de las administraciones y de estas asociaciones de defensa ambiental, y en la que se analizaron las posibilidades de estos sistemas de depuración alternativos.
Así lo han explicado este miércoles a los medios Tatiana Musitu, portavoz de Amigos de los Ríos de Cuenca, y Carlos Villeta, de Ecologistas en Acción de Cuenca, de forma previa a la jornada bajo el título Los tres grandes impactos ambientales de la cuenca del Júcar, en la que también se informará de las conclusiones de la sesión del pasado 8.
La portavoz de Amigos de los Ríos de Cuenca ha recordado que, según datos de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ), un 38% de las masas superficiales de agua de la provincia se encuentran en mal estado por contaminación orgánica.
Musitu también han señalado que el incumplimiento en numerosos pueblos de la provincia de la legislación de vertidos y de los objetivos ambientales supone pagar al año un canon de vertido de más de 300.000 euros.
Una de las conclusiones de la jornada es que los humedales artificiales se consideran “muy adecuados” para vertidos urbanos en zonas rurales y sin industrias, una solución que se apoya en el funcionamiento de la naturaleza.
En este sentido, señalan que en Castilla-La Mancha ya hay 76 fitodepuradoras, 44 de ellas en la provincia de Cuenca. Aunque los sistemas actuales son más avanzados, ponen como ejemplo el municipio de Valdemeca, donde lleva funcionando una depuradora no convencional desde hace 25 años.
En la jornada también se apuntó el bajo coste de diseño, construcción y mantenimiento de estos sistemas. Para financiarlas, plantean estudiar caso por caso pero proponen como posibles fórmulas para sufragar los gastos las ayudas a la restauración fluvial, a la Red Natura 2.000 o a la sustitución de extracciones para regadío en zonas sobreexplotadas.
También abogan por mancomunar los servicios de gestión y mantenimiento de los sistemas de depuración en zonas rurales.
Además, estiman que una depuración adecuada supondría reducir el canon de 300.000 euros que pagan a hora los municipios de la provincia a 100.000 al año.
La implicación de las diferentes administraciones, impulsar el pago de la tasa de agua puesto que hay municipios en los que no se cobra, realizar una auditoría de las depuradoras no convencionales basadas en humedales para localizar los aciertos y los errores, el control por parte de los ayuntamientos de los vertidos a la red municipal del alcantarillado y el desarrollo de campañas de concienciación social en zonas rurales son otras de las acciones que se plantearon en la jornada.