Autoescuelas de la región estiman pérdidas de entre ocho y diez millones de euros por el confinamiento

Las autoescuelas están atravesando por un momento crítico. A la crisis económica de 2008 se le sumaron las huelgas de examinadores de 2015 y 2017, especialmente esta última que mantuvo durante seis meses paralizada la actividad. Los centros de formación vial son en su mayoría microempresas con alta competencia de precios y escasos márgenes de rentabilidad. Así lo asegura la Confederación Nacional de Autoescuelas (CNAE) que ve necesario dinamizar y reactivar el sector con las medidas económicas y laborales pertinentes en la búsqueda de la supervivencia de las empresas y de su masa laboral, que asciende a 31.000 familias.

Para ello, ha elaborado un informe en el que recogen las medidas económicas y laborales presentadas a la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), con vistas a que la patronal incorpore estas propuestas a las negociaciones con la Administración. Entre otras cuestiones ha pedido que se reduzca el IVA que grava la obtención del permiso de conducir clase B, actualmente del 21 %, por considerar que no se trata de un artículo de lujo sino un bien necesario para el acceso y desempeño de puestos de trabajo.

CNAE reclama también el cobro por prueba de examen en vez del pago único por doble convocatoria, ayudas económicas para el pago de locales y pistas de prácticas, y ayudas fiscales y subvenciones específicas para la ‘España vaciada’. Los empresarios de autoescuelas piden, además, flexibilidad para la incorporación progresiva de la plantilla afectada por ERTE según demanda y el reinicio de la actividad completa y global, a nivel teórico y práctico, acompañado en paralelo por las administraciones que la inspeccionan y evalúan, como son la DGT y el Ministerio de Transporte.

¿Cómo está la situación en Castilla-La Mancha?

“Esta Comunidad por el volumen de gente que representa, unos 2 millones de habitantes, es de las pequeñas por lo que estimamos que las pérdidas pueden rondar aproximadamente en los dos meses que llevamos de confinamiento entre 8 y 10 millones de euros, aunque insisto es una estimación aproximada”, señala Francisco Javier Soria Alonso, presidente de la Federación de Autoescuelas de Castilla la Mancha.

A lo largo de todo el estado de alarma la Federación, explica Soria, no ha parado tanto en el ámbito formativo como en la parte administrativa. “La Confederación Nacional de Autoescuelas puso a disposición de los centros asociados una plataforma para continuar impartiendo conocimientos a los alumnos”.

Eso sí, ha explicado que la formación online no deja de ser un complemento a la formación presencial que es la que realmente permite el nivel de motivación y sensibilización necesarios para la finalidad que se busca, “que no es otra que disminuir el número de víctimas en accidentes de tráfico a través de la concienciación, y eso solo se puede conseguir en la autoescuela”.

En total, calcula que el número aproximado de exámenes que no se han realizado en Castilla-La Mancha, en función del número de examinadores por provincia, oscilará alrededor de los 15.000, “si todo se hubiera desarrollado de una forma normal”.

Está previsto que se vuelvan a abrir las autoescuelas en la fase 2, por lo que confía en que el proceso de desescalada se siga cumpliendo y podamos cumplir con esos plazos. “Espero que se haga sin ningún tipo de restricción porque llevamos demasiado tiempo de inactividad y por consiguiente de falta de ingresos, y eso pondría en riesgo la continuidad de nuestras empresas que no hay que olvidar que en la mayoría de los casos son microempresas”.

Así ha vivido la cuarentena una de las autoescuelas más famosas de la región

En Cuenca se encuentra la autoescuela San Cristóbal, una de las más conocidas de Castilla-La Mancha y de España principalmente por dos motivos: por su método intensivo y sistema de trabajo, con un índice de aprobados mayor incluso que el de las autoescuelas convencionales y por que a ella acuden un gran número de gente conocida y famosa de todo el país. En 2019 realizaron en torno a 1.700 pruebas y cuentan con una plantilla de 14 trabajadores, todos ellos en ERTE hasta el momento.

En torno a 250 alumnos se han visto afectados en este centro por la crisis sanitaria, algunas de ellos, pendientes de examen y otras simplemente en formación. Tras decretarse el estado de alarma han ofrecido también formación online a sus alumnos aunque no son muy partidarios de ello.

“La preparación online no acerca a los niveles de seguridad vial que es lo que se persigue y los métodos no creo que sean buenos porque se basan en repetición de test, mientras que nosotros confeccionamos nuestros libros, explicamos individualmente y damos cerca de siete horas de parte teórica”, asegura Rafael Lozano, director de la autoescuela San Cristobal de Cuenca.

Considera que están tomando las medidas oportunas para volver a la actividad y que tanto los alumnos como los trabajadores puedan asistir a las clases con las medidas de higiene y seguridad oportunas, para lo que se está haciendo hincapié en la desinfección de los coches, así como en las distancias de separación.

El colectivo lleva años denunciado la falta de examinadores de tráfico y confía en que cuando se retome la normalidad y vuelvan a abrir esta situación cambie. “Ahora que levantábamos un poco la cabeza seguimos con esa demanda. No entiendo como con las tasas e impuestos que pagamos la Administración no nos proporcione más examinadores”.

Además, la Asociación de Autoescuelas de Cuenca ha mostrado su intención de no retomar la actividad hasta que no se realicen la totalidad de las pruebas, tanto teóricas como prácticas, y considera que la vuelta del sector a partir del 25 de mayo, sólo con pruebas teóricas, “perjudica notablemente a estas empresas” al generar un “colapso” de alumnos.

Responde así tras analizar el comunicado de la Jefatura Provincial Tráfico en el que se informaba de la decisión de retomar la actividad en este sector el día 25 y que se comenzará “solo por pruebas teóricas” sin precisar cuándo comenzarán las prácticas.