Tras la manifestación histórica que se vivió en Madrid el pasado 31 de marzo en la que miles de personas, asociaciones y colectivos exigieron “un pacto de Estado” contra la despoblación y la articulación de medidas para mitigar el desequilibrio demográfico que acecha a más de la mitad del país, Castilla -La Mancha ha decidido dar un nuevo paso al frente para luchar contra la despoblación.
Para ello se ha creado una nueva federación regional denominada: Asamblea de Comarcas de Castilla-La Mancha (ARCO), integrada por diferentes asociaciones entre las que destacan: La Otra Guadajara, Paisanos de Sancho del Campo de Montiel, Impulso a la Jara y SOS Talavera y Comarca. El objetivo de la Federación es que se sigan sumando nuevos colectivos para que estén representadas las cinco provincias de Castilla-La Mancha.
Esta nueva Federación persigue dos objetivos: por un lado la defensa de la organización territorial comarcal fundamentada en el artículo 29 del Estatuto de la Comunidad Autónoma y por el otro el cumplimiento “efectivo” de la vigente Ley de Desarrollo Sostenible del Medio Rural, haciendo especial hincapié en el destino final de los fondos asignados al medio rural y su aplicación en la lucha contra la despoblación de los territorios de estas asociaciones.
“Somos defensores de una administración más cercana y creemos que la figura de la comarca sería la mejor manera de administrarse territorialmente y además es algo que lo recoge el artículo 29 del Estatuto de Castilla-La Mancha y este es uno de los principales objetivos sobre los que queremos centrar la nueva Asamblea”, explica Javier Domenech, vicepresidente de la Asociacion ‘Paisanos de Sancho’.
Además también ha querido recordar la “olvidada, denostada y vigente” Ley de Desarrollo Sostenible del Medio Rural.“Entendemos que está en marcha pero con que se reactivase, se revisase y se dotara de presupuesto sería más que suficiente para poder hablar en serio de la revitalización de la España rural interior, vaciada”, explica Javier.
La primera Federación regional que lucha contra la despoblación pretende trabajar desde el tejido civil y no tener ninguna vinculación política. “Pretendemos que la gente que trabaje en esta Asamblea no esté en ningún cargo institucional ni dentro del aparato organizativo de algún partido, como si ocurre en la Federación de Municipios y Provincias, y que es muy poco operativa. Tiene una influencia política alta y poco o nada se ha fijado en los municipios pequeños rurales que estamos sufriendo el proceso de despoblación”, concluye Javier.