Los sucesivos datos sobre el empleo en Castilla-La Mancha han reflejado en los últimos meses una ligera mejoría, debido a circunstancias estacionales y a la puesta en marcha del Plan Extraordinario por el Empleo. Pero siguen sin aportar la recuperación del mercado de trabajo tras las consecuencias de la crisis económica. La ya casi estructural temporalidad en los contratos, el progresivo descenso de los salarios, la desigualdad y el envejecimiento de las plantillas son algunas de las conclusiones que pueden extraerse del último estudio a este respecto realizado por CCOO.
Como introducción, en este informe se recuerda que la región ocupa el cuarto lugar con la tasa de paro más alta a nivel estatal, con un 25,45% en el último trimestre. Tomando los datos de este periodo, mientras en España, desde el año 2007, ha habido una bajada de la tasa de empleo de 6,83 puntos, en Castilla-La Mancha esa cifra ha bajado en más de diez puntos: se ha pasado de una tasa de empleo del 65,13% al 54,9%. Respecto a Europa, la distancia es aún mayor siendo su tasa media de empleo en el 2015 del 70%: un alejamiento de la zona euro que supera los 15,15 puntos.
Seguidamente, el sindicato destaca la trayectoria de la diferencia entre la tasa de empleo masculina y la femenina. Mientras que en 2007 esta diferencia era de 30,9 puntos, en el año 2016 es de 16,9 puntos. Y además pone de manifiesto que esta reducción en la diferencia no es por un aumento y mejora en el empleo femenino sino por una “destrucción de empleo masculino y su expulsión del mercado laboral”.
En cuanto al poder adquisitivo, los datos no son mejores. Un 37,87% de castellano-manchegos ingresó por debajo del Salario Mínimo Interprofesional (293.818 personas) en 2014, cuando en el país esto supone el 35% del total de asalariados, según la Agencia Tributaria. En total son 502.954 personas las que se encuentran por debajo de dos veces el SMI, o lo que es lo mismo, un 64,83% del total de personas asalariadas en la región.
Salarios en empleados jóvenes y tejido empresarial
Otro dato a tener en cuenta es el salario medio anual de las personas mayores de 18 años y menores de 25 años y cómo se ha ido comprimiendo a lo largo de estos años. El informe realiza un repaso del mercado laboral joven y resalta que en el año 2007 ese sueldo medio anual era de 8.951 euros y en el año 2014 esta cifra se situó en los 5.733 euros al año, es decir, una pérdida de 3.218 euros, un 35,95% menos.
En cuanto a las empresas, el informe de CCOO desvela que un 53,56% del total del tejido empresarial de Castilla-La Mancha no tiene ningún asalariado a su cargo. Son datos del Directorio Central de Empresas (DIRCE) que también reflejan que del total de empresas de menos de 10 empleados, un 92,49% son empresas con menos de cinco trabajadores. La conclusión es que el empleo castellano-manchego está repartido en empresas muy pequeñas, un entorno en el que las “relaciones laborales están muy condicionadas y es casi imposible hablar de negociación colectiva, salarios vinculados a productividad, o planes de igualdad”.
Otra materia analizada es la de los contratos. A este respecto, del total de los efectuados en esta comunidad autónoma en 2015, 733.633 fueron temporales y 41,528 indefinidos, es decir, una proporción de 94,64% sobre 5,36%, indicativo de una fuerte “precariedad laboral”. Además, del total de contratos temporales, 204.815 han tenido una duración inferior a los siete días, un 27,92%.
Sectores, personas sin prestación y envejecimiento
Atendiendo a los sectores, CCOO también desvela que el empleo se “terciariza” cada vez más. La construcción ha pasado de los 106.600 asalariados en el 2008 a los 38.200 en el primer trimestre de este año con una pérdida total de 68.400 trabajadores (un 64,17% menos). La industria ha pasado de las 124.300 personas en los tres primeros meses del 2008 a las 99.000 en el primer trimestre del 2016 (un 20,35% menos). El sector agrícola también ha perdido contingente asalariado con una reducción del 12,45%. “Esto demuestra que nuestra región se ha sustentado y mantenido gracias al sector servicios, muy dependiente de los ciclos económicos y coyunturales y y que generalmente tiene su base en un modelo de relaciones laborales muy precario”, añade.
La media anual en el año 2008 cifraba a 49.367 personas sin prestación de ningún tipo mientras que en el año 2014 ese dato era de 127.058 personas, un incremento del 157,37%. Un dato preocupante que se añade al hecho de que el número hogares en los que todos sus miembros están en paro ha pasado de los 57.700 del año 2011 a los 85.500 del primer trimestre del presente año, un crecimiento del 48,18%.
Finalmente, el informe constata el envejecimiento de la población ocupada. Se está desplazando hacia arriba la edad media de las personas asalariadas: en 2016 el peso de la ocupación entre las personas mayores de 45 años es del 38,71% y en el primer trimestre del 2008 fue del 27,28%, once puntos más. Por el contrario, los grupos que han sufrido una mayor pérdida han sido los comprendidos entre los 16 y los 19 años (con una disminución entre sus asalariados del 89,52%; entre los 20 y los 24 años, con un 63,17% menos; y los que tienen entre 25 y 34 años, con un 35,41% menos. Así, las personas más jóvenes “son los que han sido expulsados del mercado laboral durante los años de crisis y austeridad”.