El Partido Popular ha sido el gran perdedor de las Elecciones Generales en Castilla-La Mancha. El tradicional feudo de la derecha (unida) ha dado paso a una amplia fragmentación del voto en beneficio de un reforzado PSOE que ha visto como estos resultados pueden allanar el camino a Emiliano García-Page en los comicios autonómicos del 26 de mayo.
En la sede toledana, los socialistas se mostraban eufóricos tras conocer unos resultados que rompían con la histórica tendencia de victorias ‘populares’ en las elecciones generales que se venían repitiendo en la región desde el año 1996 (en 1993 empató a escaños con el PP).
Ciudadanos y Vox irrumpen con fuerza en la región como alternativa al Partido Popular que dirige Paco Núñez, tras la marcha de Dolores de Cospedal. Para la formación naranja ha sido una noche de ‘subidón’ progresivo mientras que el partido ultraderechista de Santiago Abascal se vanagloriaba de “sacar de las instituciones” (en cuanto a representación castellano-manchega se refiere) a “la izquierda radical bolivariana”. Y eso a pesar de que Vox no ha conseguido el anunciado objetivo de Abascal de iniciar “la reconquista” del centro de España desde la capital castellano-manchega.
Durante la precampaña y la campaña electoral Cuenca y Guadalajara fueron consideradas por los populares como provincias ‘clave’ en los comicios. Pablo Casado había hecho un llamamiento al “voto útil” para que la fragmentación en la derecha no terminase beneficiando a la izquierda, o más en concreto al PSOE. Ya en el mes de marzo, los populares llegaban a asumir su derrota en hasta 20 provincias españolas -entre ellas Cuenca, Guadalajara y Albacete- culpando a Vox y a Ciudadanos y se han cumplido sus peores expectativas.
Una suerte bien distinta es la que ha corrido en este 28A la izquierda que representa Unidas Podemos, a la que los electores castellano-manchegos han dejado sin representación en el Congreso, tal y como pronosticaban las encuestas. La formación que en Castilla-La Mancha dirige el actual vicepresidente segundo de Castilla-La Mancha, José García Molina, apenas se dejó ver en la campaña electoral y en la noche de escrutinio la formación ni siquiera ha comparecido ante la prensa, dilatando la cita para valorar resultados hasta este lunes.
Se abre ahora una nueva etapa política en España y también en una Castilla-La Mancha pendiente de decidir el 26 de mayo quién ostentará la Presidencia de la Junta, las de las diputaciones provinciales y qué partido se hará con la mayoría municipal.
La precampaña ya ha comenzado. Los socialistas castellano-manchegos sacaban pecho ante Pedro Sánchez porque Castilla-La Mancha ha sido “la tercera con más apoyos en porcentaje y número de votos” para el PSOE.
En el PP, el presidente Paco Núñez, confía en que los alcaldes saquen del bache al partido con mejores resultados y que los suyos como aspirante a presidir la región también mejoren “con trabajo” que, ha dicho, comenzará este mismo lunes. Ciudadanos se mostraba eufórico y el ‘hombre’ de Albert Rivera en la región, Juan Carlos Girauta, ya augura resultados todavía mejores en las autonómicas, mientras que Vox habla de proyecto “a largo plazo” para España. Todo está aún por decidir.