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Castilla-La Mancha dibuja un nuevo mapa de su medio rural para combatir la despoblación

Carmen Bachiller

1 de julio de 2021 19:28 h

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Castilla-La Mancha busca dibujar un nuevo mapa de su medio rural, una radiografía que le permita intervenir, con precisión quirúrgica, para frenar la grave tendencia de despoblación que padece una gran parte de su territorio.

Y es que, en este 2021 pandémico, Castilla-La Mancha tiene 13 áreas rurales en riesgo extremo de despoblación, otras siete en situación de despoblación intensa, tres que son consideradas “en riesgo” (a secas), cinco en una situación “intermedia diversificada”(se alude a la economía), otras cinco en situación “intermedia agrícola” y seis periurbanas (en el entorno de las grandes poblaciones y al menos en apariencia sin problemas de habitantes).

Este es el resumen de situación que hace la Junta de Castilla-La Mancha, a grandes rasgos, del que supone uno de los primeros pasos de la estrategia de esta comunidad autónoma para no seguir perdiendo vecinos en sus pueblos.

Delimitar las zonas rurales de Castilla-La Mancha, distinguir entre aquellas que requieren medidas -y por tanto ayudas- para frenar la sangría demográfica es uno de los objetivos que marca la recién aprobada Ley de Medidas Económicas, Sociales y Tributarias frente a la Despoblación y para el Desarrollo del Medio Rural en Castilla-La Mancha.

Se trata de zonificar y categorizar el medio rural de la región atendiendo a las que se consideran zonas escasamente pobladas, zonas en riesgo de despoblación, zonas rurales intermedias y zonas rurales periurbanas.

Este particular ‘mapa’ ha visto la luz en forma de borrador de decreto - uno de los que el Gobierno regional tiene en cartera - para desarrollar la llamada ‘Ley de Despoblación’ en la comunidad autónoma.

La Junta usa indicadores estadísticos que aprobó en un Consejo de Gobierno el pasado de junio. Estos indicadores están relacionados con la demografía, la economía, los usos de suelo o el aislamiento y la accesibilidad en cada zona.

Los tipos de zonas rurales

En la zonificación que se ha propuesto hay dos categorías para las zonas escasamente pobladas: zonas de intensa despoblación (agrupaciones de municipios con densidad superior a 8 habitantes por km2) y zonas de extrema despoblación (agrupaciones de municipios con densidad de población menor de 8 habitantes por km2).

Después se establecen las llamadas zonas en riesgo de despoblación: aquellas agrupaciones de municipios o núcleos de población con densidad de población menor de 20 habitantes por km2, pero mayor de 12,5 habitantes por km2, altas tasas de envejecimiento y una evolución negativa de su población, con una accesibilidad media o baja con respecto a municipios de más de 30.000 habitantes, con elevada significación del empleo agrario, con más del 75 % de su población residiendo en municipios menores de 2.000 habitantes, con usos del suelo tanto agrícolas como forestales.

También están las llamadas zonas rurales intermedias: zonas con predominio de la actividad agrícola y zonas con actividad económica diversificada. Tienen una densidad de población superior a 20 habitantes por km2 e inferior a 50 habitantes por km2, están fuera del ámbito directo de influencia de las áreas urbanas y tienen una accesibilidad media a los mismos, con una densidad de población en torno a la media regional, población estable o en ascenso y con más del 75 % de su población residiendo en municipios de más de 2.000 habitantes.

Y después una tercera tipología se refiere a las zonas periurbanas, las más cercanas (a veces municipios dormitorio) de los núcleos urbanos más grandes o las capitales de provincia. En todo caso como una densidad superior a los 50 habitantes por km2.

¿Cuáles son las zonas en riesgo extremo o intenso de despoblación?

El mapa del medio rural establece agrupaciones de municipios en cada provincia, según su situación actual. En Albacete hay dos zonas con despoblación extrema con 37 municipios como Nerpio o Yeste por un lado y Ossa de Montiel o Las Peñas de San Pedro, por otro.

Esta provincia tiene una zona “en riesgo de despoblación” que agrupa a 16 municipios, como Villamalea o Golosalvo, otra zona “en riesgo intenso” de despoblación, con 18 pueblos, como Pétrola o Almansa, dos zonas en riesgo intermedio con actividad agraria (10 municipios en las áreas de Villarrobledo, La Roda, Hellín o Tobarra) y una zona periurbana con tres municipios: Chinchilla de Montearagón, La Gineta y Pozo Cañada.

Ya en la provincia de Ciudad Real, la situación es muy distinta. Tiene tres zonas en situación extrema de despoblación con 36 municipios en varias áreas: el entorno de Anchuras por un lado, Brazatortas por otro y el área de Almadén o Chillón, entre otros pueblos.

Además, tiene dos zonas de despoblación intensa, con 36 municipios, en las áreas de Villanueva de los Infantes o Ruidera por un lado, y Aldea del Rey o Moral de Calatrava, por otro.

Cuenta también con una zona en riesgo intermedio diversificado que incluye a municipios como Alcázar de San Juan o Campo de Criptana y tres en riesgo intermedio agrícola, con 17 municipios en las áreas de Almadén o Daimiel, por un lado, Socuéllamos o Tomelloso por otro y Manzanares o La Solana en una tercera área.

Esta provincia tiene una zona periurbana con seis municipios entre los que se encuentran Poblete o Miguelturra.

En Cuenca solo se han establecido zonas en riesgo extremo o intenso de despoblación. Tres en cada caso, con 156 municipios en riesgo extremo y otros 81 en riesgo intenso de perder habitantes. Y algunos de estos pueblos tan significativos como Las Pedroñeras o Tarancón.

Algo similar ocurre en Guadalajara, la otra provincia con grandes problemas de pérdida de habitantes, aunque se salva la zona del Corredor del Henares. De hecho, en la zonificación de su medio rural se han diferenciado cuatro zonas de riesgo extremo con 266 municipios en riesgo extremo de perder población (incluidos Sigüenza, Pastrana o Brihuega) y una zona periurbana con 20 pueblos como Yunquera de Henares o Alovera.

Es Toledo la provincia con más zonas diferenciadas, hasta 14, pero solo una en riesgo extremo de despoblación con 23 municipios como Sevilleja de la Jara. Después cuenta con tres zonas en riesgo “intenso” que suman 28 municipios en las áreas de Los Yébenes, Navahermosa  y El Real de San Vicente.

También tiene dos zonas en riesgo, con 25 municipios como Navalcán o Tembleque,  tres zonas en riesgo intermedio diversificado con 71 pueblos afectados (municipios tan distintos como Torrijos o Illán de Vacas, Noblejas y Ocaña, en otra área o Méntrida, por otro lado), además hay dos zonas en riesgo intermedio agrícola (en las áreas de Sonseca por un lado y Consuegra, Camuñas y El Toboso, por otro).

En Toledo se establecen tres zonas periurbanas con 23 municipios, en el entorno de Talavera (Pepino o Mejorada), Illescas y Seseña o Argés y Olías del Rey (entorno de Toledo capital).