Para poder llevar a cabo una “reconstrucción” de todo el modelo sanitario público de Castilla-La Mancha y para poder solventar el “daño hecho” en este sector durante los cuatro años de Gobierno de María Dolores Cospedal. Con esos objetivos CCOO ha pedido hoy un “acuerdo político” entre todos los partidos políticos de la oposición que concurren a las elecciones autonómicas, que sirva de “blindaje” contra la posibilidad de privatizar los servicios sanitarios. Quiere que con ello se extienda a nivel regional el acuerdo que el próximo miércoles firma con las formaciones políticas la Plataforma en Defensa de la Sanidad Pública para la provincia de Toledo.
El secretario regional de CCOO, José Luis Gil, ha resumido el balance que el sindicato ha realizado sobre este sector, con “cuatro años durísimos” tanto para los profesionales sanitarios como para los ciudadanos. Según apunta, el Gobierno del PP mostró enseguida su “cara más conservadora” con la paralización e intento de privatización del nuevo Hospital de Toledo y con la eliminación, después frenada por los tribunales, de consultas rurales.
Desde su punto de vista, el objetivo de Cospedal ha sido que la sanidad pública se convierta “en un área más de negocio para los círculos más cercanos” al Ejecutivo regional, olvidándose de los pacientes y de que “cuando la sanidad se convierte en un negocio, la gente muere”. Asegura que han sido los “excelentes” profesionales sanitarios quienes han mantenido las bases y critica que el consejero José Ignacio Echániz haya “sacado pecho” y “presumido” de las felicitaciones a su gestión ignorando a la “gente que está sufriendo las consecuencias de sus políticas”.
Los datos del Barómetro del Ministerio de Sanidad correspondientes a 2013 contradicen además las cifras de las que hace gala Echániz. Según concreta CCOO, de 2010 a 2013 aumentó en un 30% el porcentaje de personas que valoraba de forma negativa la sanidad en Castilla-La Mancha, pasando del 10% de hace cinco años al 41%. A estas valoraciones suma el hecho de que se hayan perdido 3.750 puestos de trabajo en el sector sanitario, que existan 534 camas menos, y que se haya dedicado un 18% menos de presupuesto, factores que han llevado a su “deterioro progresivo”.
Gil explica que estos cuatro elementos han estado además “aderezados” por una campaña “orquestada” desde Madrid para desacreditar a los profesionales sanitarios, haciéndoles culpables de la situación y de “los propios errores del Gobierno”, cuando “si todavía la sanidad pública es posible, es debido a la tarea de los profesionales”. Ha denunciado asimismo la negación sistemática al diálogo social y a la negociación, con mesas sectoriales de negociación convocadas para “dar sensación formal de diálogo” pero en las que “todo estaba atado de antemano”. En total, CCOO se ha visto obligado a judicializar el 90% de los acuerdos adoptados en esas mesas.
Por toda esta situación, el sindicato pone sobre la mesa una serie de medidas, encabezadas por la petición de un acuerdo político de “blindaje” contra la privatización sanitaria. Le siguen otras peticiones como la recuperación de un sistema público gratuito, con especial cuidado a inmigrantes y con la desaparición del copago sanitario; la incorporación del caudal profesional a la gestión de la sanidad, “hasta ahora desperdiciado”; clarificar y acabar con las listas de espera en pruebas diagnósticas, quirúrgicas y de especialidades; y retomar los compromisos de construcción de los nuevos hospitales de Guadalajara y Toledo.
Desde los cimientos
Con carácter general, Gil ha hablado de la necesidad de “replantear los propios cimientos de la sanidad pública” para que vuelva a concebirse como tal, y para que los partidos políticos se pronuncien sobre las bases más elementales que deben primar la defensa de este sector.
Desde la Federación de Sanidad del sindicato, Chelo Cuadra también ha explicado otras medidas como la necesidad de recuperar “las señas de identidad de la Atención Primaria, que este Gobierno ha convertido en una ‘maría’, cuando es la única forma de ahorrar”. También ha pedido promover actuaciones de educación para la salud y recuperar la participación de los profesionales en el diseño de la sanidad pública, fuera “de las manos de los gobernantes”.
Precisamente, sobre la Atención Primaria se ha pronunciado hoy también UGT. Su Federación de Servicios Públicos ha pedido a la Junta que esta sea el “centro del modelo sanitario” en la región y que se dote a los centros de salud de personal sanitario “dimensionado”, ya que “con los tres o cinco minutos actuales por paciente, la asistencia se ve comprometida”, lo que afecta al resto del sistema.
“Con motivo del día de la Atención Primaria -destaca el responsable de FSP-UGT Castilla-La Mancha, José Manuel Pinillos- queremos denunciar la situación en la que se encuentra en la región y las condiciones de trabajo de los profesionales de este ámbito, que es el primer nivel asistencial, el inicio de todo el proceso médico de cualquier ciudadano”.
Para Pinillos, “está demostrado que una Atención Primaria de Calidad mejora la capacidad de atención y respuesta a los ciudadanos y reduce significativamente los costes del modelo, pero a pesar de esta realidad el Gobierno de Castilla-La Mancha mantiene su política de desmantelamiento de la Administración Pública”.