La concejala de Cultura de Ciudadanos se da de baja del partido a pocas horas de asumir el nuevo alcalde del PSOE en Albacete
A pocas hora del pleno en el que tomará posesión Emilio Sáez como alcalde de Albacete, la concejala de Cultura, María Teresa García Arce, ha remitido una carta a los medios de comunicación por la que anuncia su baja de Ciudadanos. En la misiva recalca que tras casi ocho años en el partido no reconoce “casi nada y a casi nadie” y señala que hay “ideales esfumados”. “Un partido que creció en Albacete a la par que mis hijos, que al igual que mi marido participábamos con entusiasmo en forjar un cambio, una nueva sociedad. Nosotros no hemos cambiado”.
García recuerda que se sentía “totalmente identificada” con el proyecto de Albert Rivera, a quien considera “un líder indiscutible y valiente” y por eso se embarcó en la aventura, “donde mi ilusión y trabajo han sido mi mejor equipaje”. “Creamos un partido de la nada, sin medios ni estructuras, con mucho esfuerzo, aunque otras vendrían después con toda la logística en marcha”, señala. Por eso, lamenta que el partido que “con tanta ilusión se construyó” ahora “agoniza víctima de su propia arrogancia, de su ambigüedad y desgobierno”.
“Qué manera de sentir, que apenas queden afiliados en un partido que lo pudo ser todo y ahora es casi nada…”. También lamenta que en el Ayuntamiento albaceteño las “líneas naranjas que dibujamos con tanto sacrificio y esfuerzo se han difuminado hasta el punto de casi no ser visibles ni reconocibles”.
“Vaya por delante que no me mueven intereses personales a la hora de escribir este artículo, ya que el cargo que ostento en la Concejalía de Cultura, me llena profesional y personalmente al permitirme trabajar para hacer un poco más llevadera y agradable la vida de los albaceteños, con todo el arte de nuestra tierra, sobre todo en estos momentos de pandemia. Más bien, la desilusión de no poder confiar en los míos, en un partido que no es capaz ni de cumplir con sus propios compromisos”.
Por eso, advierte de que “si no somos capaces de cumplir los acuerdos que alcanzamos entre nosotros mismos, no podemos aspirar a cumplirlos con los demás y no podemos pretender que la gente confíe en nosotros porque entre nosotros mismos se ha instalado la desconfianza. Quédense con el sillón, échenlo a suerte entre amigas o juéguenselo a las cartas, ya que es su manera de entender la política”.
“No me reconozco en los bandazos que ha dado en los últimos tiempos a nivel nacional, en los que se ha convertido en la muleta necesaria del sanchismo que está destruyendo nuestro país, que pacta con aquellos que quieren acabar con la unidad de España, concediendo indultos caprichosos y con aquellos que han hecho una gestión desastrosa de la pandemia que por desgracia nos ha tocado vivir y en los que incluso hemos participado en el intento de desestabilización de algunos gobiernos regionales en los que incluso formábamos parte”, continúa la misiva.
También critica las posiciones “ambiguas” de Ciudadanos en la región. “Qué pena de grandes compañeros, con tantas ganas de trabajar y de cambiar las cosas que se han marchado desilusionados y hartos de que no se les escuche”. Por eso, insiste en que “no me reconozco en Ciudadanos de Albacete, en sus dirigentes, que no son capaces de escuchar el clamor que tenemos a nuestro alrededor”. Así justifica su baja del partido: “Me duele Ciudadanos”.
·Esta decisión no es cosa de un día, es fruto de una reflexión personal profunda y sincera que llevo haciendo en las últimas fechas, especialmente desde que ese proyecto ilusionante dio un giro de 180 grados y se ha convertido en parte de los problemas más graves que tiene este país, el sanchismo, del que lamentablemente Ciudadanos se ha convertido en una muleta cuando le fallaban los apoyos de aquellos que no creen en nuestro proyecto común de convivencia·, concluye.
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