La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) ha lamentado que “hasta el momento sólo se ha reconocido la enfermedad profesional por COVID-19 a un trabajador” del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (Sescam) cuando la cifra de contagios del personal de ámbito sanitario en la región supera los 9.000 casos desde el inicio de la pandemia. De este modo, desde el sindicato insisten en que las bajas laborales por coronavirus “deberían considerarse de manera directa” como enfermedad profesional.
De este modo, recalcan que existen “enormes trabas” desde la Seguridad Social, los servicios de prevención de la Administración regional y la mutua colaboradora Solimat para el reconocimiento de la dolencia como enfermedad profesional. A pesar, recalcan, de que el Real Decreto-ley 3/2021, de 2 de febrero, reconoce el cambio de contingencia para el personal que presta servicios en centros sanitarios y sociosanitarios con efectos retroactivos. El único caso de enfermedad profesional llegaba mediante una sentencia dictada por el Juzgado de lo Social número 3 de Talavera de la Reina (Toledo), el pasado 21 de mayo, en un proceso llevado a cabo por CSIF.
El sindicato asegura que acumula “decenas de procesos judiciales” para que se realice este cambio de contingencia, ya que supone un reconocimiento “fundamental” en caso de secuelas graves o las indemnizaciones y prestaciones por incapacidad y/o fallecimiento, así como un nivel de protección económica mayor que una baja laboral por contingencias comunes. Igualmente, lamentan que haya que acudir a tribunales, cuando consideran que el reconocimiento podría realizarse de oficio.
La presidenta del Sector de Sanidad de CSIF Castilla-La Mancha, Sacramento Rodríguez, señala que “los trabajadores lo han dado todo, ha habido compañeros que han vivido situaciones tan terribles y traumáticas que continúan tratamientos psicológicos, sin olvidar a aquellos que nos han dejado. Las administraciones no pueden olvidar todo lo que han hecho por nosotros. Facilitar el cambio de contingencia a enfermedad profesional no es un regalo, es una obligación y un derecho, no se les puede dejar desamparados”.
Hasta el momento, la Seguridad Social sólo considera de manera mayoritaria el contagio por COVID-19 a efectos de prestación de incapacidad temporal. El Ministerio de Trabajo ha contabilizado un total de 1.973 accidentes de trabajo con baja por COVID-19 en la región -nueve de ellos mortales-, mientras que Sanidad eleva a 6.136 los contagios entre el personal sanitario de Castilla-La Mancha desde mayo de 2020, a los que habría que sumar los 3.000 comunicados por el Sescam entre marzo y mayo del pasado año.
“Estas cifras revelan que sólo se está reconociendo uno de cada cuatro casos como accidente de trabajo, que es una contingencia no profesional. Con todo, esta proporción está todavía muy lejos de la realidad dado el elevado número de contagios no cuantificados entre los profesionales de ámbito sanitario”, concluye CSIF.