Correos ha desmentido este jueves que la oficina que actualmente existe en el Casco Histórico de Toledo vaya a cerrar sus puertas, coincidiendo con la instalación en el mismo lugar del Museo Postal.
Responde así a las críticas vertidas ayer por miembros del sindicato CCOO y de IU quienes advirtieron que, con este nuevo cometido, el edificio de la calle de La Plata “dejará previsiblemente de prestar servicio postal como oficina de Correos”. “La desaparición de estos servicios confirma la dejadez de la Administración local y regional en sus responsabilidades, y su falta de interés en fijar población en el Casco Histórico de Toledo”, denunciaba Jorge Vega, coordinador provincial de IU.
“La oficina va a permanecer en el mismo edificio del Museo Postal, pero mientras duran las obras el servicio y el personal se trasladarán a la oficina de la calle Duque de Lerma”, ha aclarado Correos que también asegura que “no habrá despidos”.
CCOO y UGT anunciaban ayer la convocatoria de huelga para el próximo mes de junio, aunque las movilizaciones se adelantarán en Toledo al 19 de abril, con una 'rodada' en la ciudad. En un extenso comunicado, Correos rechaza las acusaciones sindicales y dice que “garantiza la calidad del servicio” como operador designado por el Estado para prestar el Servicio Postal Universal “a todos los ciudadanos, en cualquier punto del territorio”.
Sostiene que “no existe ningún plan de privatización” y se define como “una empresa 100% pública, propiedad del Estado a través de su pertenencia a SEPI. Y lo seguirá siendo: no existe ningún plan de privatización de la compañía”, insiste, como tampoco hay, añade, “un trasvase de actividad de Correos a Correos Express”.
También desmiente el cierre de oficinas o centros de distribución. “ La adecuación de la estructura de distribución para ser más eficientes, sin merma de la calidad, es una obligación como operador público y no produce ningún desmantelamiento ni debilitamiento del servicio de Correos en España” que, asegura, está “avanzando” en la digitalización de los 2.295 puntos de atención al público de que dispone en zonas rurales. Estas oficinas, abunda la compañía, quedarán totalmente digitalizadas y conectadas a los sistemas de Correos, y podrán facilitar el acceso de la ciudadanía a todos sus servicios en igualdad de condiciones que en las zonas urbanas más pobladas.
Reconoce, sin embargo, que hay un “proceso de transformación de su modelo de negocio” con el objetivo de “generar los ingresos que reviertan una situación de pérdidas de envíos postales agravada por la situación de la pandemia” y que en 2021, alcanzaron los 212 millones menos que en 2020, año en el que se enviaron 500 millones de envíos menos que en 2019. Este proceso de transformación gira entorno a tres ejes: la diversificación de servicios, la internacionalización y una mejora de la eficiencia. Todo ello manteniendo la calidad del servicio a la ciudadanía y con un empleo estable y de calidad, sin ningún plan de privatización y sin ningún proceso de despidos.
También desmienten una posible fragmentación de la empresa. “Se trata de una reorganización interna que no va a afectar a la unidad de la compañía. Es una especialización por líneas de negocio para mejorar la gestión, dentro de la estructura de la compañía”.