Podemos critica que la Ley del Juego de Castilla-La Mancha evita “deliberadamente” tratarlo como un “problema de salud pública”
La recién aprobada Ley del Juego en Castilla-La Mancha es “parte de un consenso neoliberal entre las tres fuerzas conservadoras” de las Cortes castellanomanchegas. Así lo ha afirmado el coordinador autonómico de Podemos, José Luis García, quien ha criticado que la normativa evita “deliberadamente” el juego como un problema de salud pública“. Por eso, ha señalado que una regulación del juego primero debería desarrollar ”políticas prevención de inicio al juego, identificar los mecanismos de captación y educar a la juventud para lidiar con ellos“.
“Se pueden especificar distancias entre casas y limitar la publicidad, pero una ley que defiende el modelo de negocio de las casas de apuestas no puede defender a la juventud”, ha recalcado García Gascón. Roberto Sotomayor, coordinador de Juegos de Azar de Podemos ha recalcado que el “barniz social” de esta ley “oculta que en realidad se sigue priorizando el mantenimiento de este modelo de negocio a costa de la adicción”, lo que en su opinión se refleja en que “se obvia específicamente la limitación de este tipo de negocios más allá de evitar que estén en la misma manzana que los centros escolares, a apenas 300 metros, o que puedan estar pared con pared entre ellos”. Podemos no presentó alegaciones a la normativa cuando se encontraba en periodo de información pública.
“La única forma de atajar esta pandemia silenciosa es el reconocimiento de la adicción al juego como un problema de salud pública, desde la prevención, inspección y control, así como con recursos públicos para ayuda y atención”, ha sentenciado. Desde la formación han señalado que hay cinco puntos que consideran “imprescindibles” para la normativa: la eliminación del concepto “juego responsable” de los textos de estas normativas, ya que “no existe una cantidad responsable de apuestas que jugar como no existe una cantidad saludable de tabaco que fumar”; que afecta especialmente a la juventud, por lo que creen imprescindible “mejorar el ocio de la gente joven”.
También han recalcado que la ley es “débil” en concreto en el “sistema de negocio existente”, y califican de “barbaridad” que se recoja la posibilidad de instalar zonas de apuestas en recintos deportivos e incluso hostelería junto a máquinas tragaperras“. En este sentido, consideran ”ridículas“ las distancias mínimas de 300 metros por el camino más corto a centros escolares y de 150 metros entre casas de apuestas, señalando que ”la distancia mínima debería de ser de al menos 700 metros radiales a todos los centros de estudios, bibliotecas, salas de estudio, centros sanitarios y centros de rehabilitación“, lo que ”supondría de facto el cierre de la mayoría de las casas de apuestas que existen en la actualidad“.
Finalmente, han señalado que al no reconocerse la ludopatía como problema de salud pública se “quita el foco de la necesidad de la administración en desarrollar planes de prevención y rehabilitación de la ludopatía en el marco del sistema público de salud”.
“Se venden al PP aceptando cada una de sus enmiendas”
Desde la agrupación 'Rebeldía', las 'juventudes' de Podemos en Castilla-La Mancha, recalcan que los 300 metros de distancia con algo que “puede ser cruzar la calle”. “En 2019 Page prohibió la apertura de casas de apuestas y ahora hace una ley en la que su apertura sigue siendo tan o más sencilla que antes”. “Se incluyen centros de estudios, pero no salas de estudio o bibliotecas, que están mayoritariamente frecuentadas por gente joven”, recalca Samuel Gamero. “Es un avance, pero muy insuficiente consideramos que debería hacerse de forma más clara, siguiendo las directrices de otras regiones como en Aragón o Valencia. En esta se venden al PP aceptando cada una de sus enmiendas”, recalcó.
“Todas las adicciones y problemas graves de salud empiezan poco a poco y si incitamos a que se haga uso de un juego responsable, en lugar de educar, se puede provocar el juego. Es bastante duro y nuestra propuesta es que se hagan campañas para conocer cómo operan las casas de apuesta para captar jugadores nuevos, qué medidas tienen para enganchar y fidelizar. Proponemos que se hagan campañas de divulgación con ocio que no tenga que ver con apostar, como los parajes naturales de Castilla-La Mancha. Que se incite a este tipo de ocio y no al de las casas de apuestas”, concluye.
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