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Cuando un 'punto limpio' termina convertido en vertedero “incontrolado”: el caso de Campillo de Altobuey

En teoría hablamos de un punto limpio, es decir, aquel lugar destinado al almacenamiento selectivo sobre todo de residuos de competencia municipal que no son objeto de recogida domiciliaria para su correcta gestión y que conocemos también como ecocentros, ecoparques, o puntos verdes, entre otros nombres.

Pero en el municipio conquense de Campillo de Altobuey el 'punto limpio' se ha convertido en un auténtico vertedero sin control, según han denunciado Ecologistas en Acción de la Manchuela Cuenca y Albacete ante la Consejería de Desarrollo Sostenible que, a preguntas de elDiarioclm.es, no ha concretado de momento si se están tomando medidas en este sentido.

“El estado de abandono del punto limpio es total desde hace años”, explican porque entre otras cosas las puertas de acceso se encuentran “arrancadas”. Tanto fuera como dentro de las instalaciones se depositan todo tipo de residuos sin control: residuos de construcción y demolición (RCD), electrodomésticos, muebles, colchones, chatarra de varios metales y aleaciones, textiles, envases de plástico, vidrio y cartón, polímeros expandidos e, incluso, aseguran “posibles residuos peligrosos difíciles de detectar por el desorden y caos con que se encuentran acumulados en los contenedores y suelos”.

En opinión del grupo ecologista “la falta de cerramiento convierte esta acumulación de residuos en un peligro, no solo para el medio ambiente, sino también para la salud pública, puesto que animales y personas pueden acceder a residuos potencialmente peligrosos sin limitación alguna”.

“Un punto limpio convertido en vertedero incontrolado”

Según la web de la Junta de Castilla-La Mancha un punto limpio fijo es “una instalación cerrada y controlada, cuya titularidad corresponde a una entidad local, en la que el usuario deposita los residuos separados para facilitar su recuperación, reciclado o eliminación posterior”. La misma web del Gobierno regional asegura que este punto limpio presta servicio con el horario jueves y sábados de 11.00 a 13.00 horas.

“A la vista de su estado de abandono, en este punto limpio se ha dejado de prestar servicio desde hace años y no se realiza ninguna gestión para retirar los residuos ni tampoco una separación que permita una gestión específica de cada tipo de residuo según la normativa, por ello, encajaría en la denominación de vertedero incontrolado”, aseguran. 

El punto limpio de Campillo de Altobuey se construyó dentro del plan lanzado en 2010 por la Diputación de Cuenca para crear puntos limpios en varias localidades de la provincia. En este plan se invirtieron 3,2 millones, el 70% de los cuales se financiaron con fondos FEDER de la Unión Europea.

En la presentación de este plan se mencionaban los beneficios de estas instalaciones: “Se ha creado una red de puntos limpios para toda la provincia de Cuenca que asegurarán un medio ambiente seguro y saludable en la zona, manteniendo y garantizando la preservación de los entornos naturales de la provincia, así como el bienestar de todos sus habitantes”, recuerda la organización ecologista. Además, las estimaciones iniciales preveían que este plan supusiera la creación de unos 40 puestos de trabajo asociados a los puntos limpios. 

No se trata de un caso aislado

Según Ecologistas en Acción, la gestión de los puntos limpios “deja bastante que desear al no existir una conciencia clara de su importancia y al no dedicarles esfuerzo e inversión los ayuntamientos”. Para este colectivo estos lugares merecen la “denominación más realista de puntos sucios”. Ya en 2017, España, fue condenada por el Tribunal de Justicia de la Unión Europea por no eliminar 61 vertederos ilegales, cinco de ellos en Castilla-La Mancha. A principios de este año 2024, Bruselas llevó a España ante la Justicia europea por la misma razón.

Para la organización ecologista, el caso de Campillo de Altobuey “ejemplifica esta dejación de funciones y recuerdan que se da la circunstancia que su alcalde, Francisco López, es a la vez vicepresidente primero de la Diputación Provincial de Cuenca, administración encargada de la recogida de los residuos de los puntos limpios tal y como aparece en su página web: ”Si bien la gestión de los puntos limpios de residuos es competencia de los Ayuntamientos, la mayoría tiene delegada la recogida de contenedores y tratamiento de determinados residuos en la Diputación Provincial“.

En este aspecto, sin embargo, desde la Diputación conquense explican que la empresa adjudicataria de la recogida de los puntos limpios se ocupa de esta tarea “cuando es avisada por los ayuntamientos y se acercan y recogen los distintos residuos que están separados ordenadamente”. Recuerdan que la gestión del punto limpio “es municipal y tendría que ser una cuestión para el consistorio”.

Para los ecologistas se aplica perfectamente el refrán “en casa del herrero, cuchillo de palo”. Sostienen que “Campillo tiene recursos suficientes para gestionar correctamente su punto limpio al contar con ingresos elevados, debido a que en su término municipal hay ubicados más de 100 aerogeneradores”. 

Para la agrupación ecologista el punto limpio de Campillo es “un ejemplo más de dinero público malgastado” porque, dicen, “de nada sirve la inversión inicial en construir puntos limpios si luego los ayuntamientos no dedican parte del presupuesto a mantenerlos”. 

Reclaman a las administraciones competentes “que de una vez por todas se solucione esta ilegalidad, se atiendan los puntos limpios por personal cualificado, se informe a la población de cómo y dónde tiene que depositar los residuos y se clausuren y restauren ambientalmente los vertederos incontrolados”.

Este medio se ha puesto en contacto con el Ayuntamiento de Campillo de Altobuey sin que haya sido posible conocer su versión hasta el momento.