A finales de agosto de 1858 las lluvias torrenciales caídas en un pueblo a 11 kilómetros de Toledo pusieron al descubierto uno de los mayores tesoros de la historia. En unas ‘cajas’ revestidas de hormigón romano, un agricultor llamado Francisco Morales fue el primero en encontrar piezas de gran valor que resultaron ser de época visigoda.
La localidad de Guadamur se convirtió entonces en epicentro del interés arqueológico -y también del expolio- por el hallazgo del Tesoro de Guarrazar, conocido sobre todo por sus llamativas coronas votivas y cruces, repletas de piedras preciosas. Una parte de lo que quedó de él se encuentra en la actualidad en el Museo Arqueológico Nacional. Así lo relata quien fue conservador en este museo, recientemente fallecido, Luis J. Balmaseda.
Hay todavía muchos detalles desconocidos sobre el Tesoro de Guarrazar, vinculado a la historia de reyes visigodos como Recesvinto. Y uno de ellos es que fue la razón por la que hoy existe una de las marcas orfebres más conocidas y prestigiosas de nuestro país.
Las piezas del yacimiento de Guarrazar suponen el origen artístico de la joyería Yanes. ¿Cuál es la relación ? La familia es originaria del pueblo toledano de San Martín de Pusa. La artesanía cerámica había sido su principal actividad profesional pero eso cambió cuando en 1861 Claudio Yanes fundó la firma, cuya actividad ha llegado hasta nuestros días. Fue un cúmulo de casualidades.
Por un lado la guerra carlista -en la que se implicó como partidario de Isabel II- que le obligó a trasladarse a Toledo, la ciudad en la que quedó deslumbrado por sus monumentos repletos de arte. Por otro, el descubrimiento del Tesoro de Guarrazar que cambiaría la vida de quien se ganaba la vida como maestro pero que siempre había tenido una curiosidad y un gusto especial por lo artístico.
Las coronas, cálices o cruces repletas de perlas, rubíes o esmeraldas que habían sido creadas por los orfebres del siglo VII le impactaron. Comenzó un proceso creativo plasmado en bocetos y trabajos de orfebrería que todavía hoy se conservan y llevarían a la familia Yanes a convertirse en profesionales del gremio.
La empresa se fundó en la localidad toledana de Malpica de Tajo donde Claudio Yanes se casó con Petra, su segunda esposa. Ella marcó el paso siguiente. Ya viuda y con seis hijos se trasladó a Madrid donde, en 1881, los Yanes abrieron un pequeño establecimiento en el centro de la capital de España, con ayuda de un pariente relacionado con el sector de la joyería, Eustaquio Vázquez y... hasta hoy. Cinco generaciones han continuado un legado que protagonizará una exposición en el toledano Museo de Santa Cruz, a partir del 5 de octubre.
Jesús Yanes, bisnieto de Claudio, tiene hoy 90 años. Nos recibe en Toledo, ciudad a la que se ha desplazado junto a Luis, uno de sus cinco hijos, unos días antes de que se inaugure esa exposición homenaje a toda una dinastía vinculada al arte y la artesanía que cumple ya 162 años de historia.
“Nací en 1933 durante la II República. Mi padre tenía su taller en la carrera de San Jerónimo, al lado de la Puerta del Sol. Yo veía lo que se hacía allí y se me contagió desde el principio”, nos cuenta.
Su abuelo y su padre -que compartieron nombre, Esteban- habían continuado en Madrid con la empresa fundada por Claudio Yanes. Su popularidad se blindó, primero con las piezas que se lucieron con motivo de la boda de los Reyes Alfonso XIII y Victoria Eugenia en 1906. Después, a través de la innovación o creando tendencia.
“Cuando murió mi padre me hice cargo de la empresa, independientemente de mis tíos, que se movían en otros terrenos semejantes. Cambiamos desde San Jerónimo a la calle Goya, donde estamos actualmente. Hemos seguido respetando nuestros diseños originales”.
En los años 70 del siglo XX fue cuando Jesús Yanes y su mujer, Manuela, apostaron por la expansión, incorporando una visión femenina y modernizada de la empresa. “Mi madre ha jugado un papel fundamental en el diseño”, asegura Luis Yanes, uno de los cinco hijos de la pareja.
Luis Yanes: “Toledo es nuestra inspiración y estamos muy orgullosos”
“La relación de mi tatarabuelo Claudio con el Tesoro de Guarrazar la vemos en la 'Colección Malpica'. Está íntegramente basada en el tesoro. Lo vemos en los bocetos que él hizo. Hoy esa colección sigue triunfando tanto en España como a nivel internacional. Marcó nuestro estilo y refleja la relación de Yanes con la artesanía toledana, con la cerámica, con los esmaltes a fuego”, comenta. “Toledo ha sido nuestra inspiración y estamos muy orgullosos”.
La sexta generación de esta empresa está en ciernes. “Intentamos conservar el mensaje que se ha transmitido a través de las generaciones, desde Claudio, con valores de diseño y de discreción acerca de nuestros clientes muy claros”, explica Luis, diseñador gráfico que se ocupa actualmente del proceso más 'tecnológico' en el proceso creativo y también del marketing.
“Balenciaga le dijo a mi abuelo mientras paseaban por el Retiro que lo importante es la puntada. Es decir, lo que no se ve. Intentamos acabados únicos de forma artesanal”, dice Luis Yanes quien reconoce, no obstante, que también tiran de tecnología 3D en el diseño.
Claudio Yanes, el fundador, fue un innovador y un futurista. Plasmó en sus primeros bocetos diseños con cuerpos desnudos para reflejar la diversidad sexual en pleno siglo XIX. Eso se va a ver muy bien en la exposición
“Yanes: El arte como inspiración” es el nombre de la exposición que compartirá espacio con cuadros de El Greco como 'La Trinidad', que sirviera de inspiración a Picasso para su 'Guernica', de la misma forma que Toledo ha sido la de Jesús Yanes en esta ocasión. “Para mí es un sueño cumplido”, nos dice.
Los Yanes definen esta muestra como un “exquisito abrazo” entre obras de alta joyería, escultura y el culto de la poesía intelectual donde tiene protagonismo, por ejemplo Garcilaso de la Vega, un poeta íntimamente vinculado a Toledo. El amor es el gran eje conductor de la muestra en la que hay muchos guiños a la diversidad sexual. Como la obra ‘Roca del abrazo’, “una figura de gran simplicidad que representa el amor homosexual”.
“Claudio Yanes fue un innovador y un futurista. Plasmó en sus primeros bocetos diseños con cuerpos desnudos para reflejar la diversidad sexual en pleno siglo XIX. Eso se va a ver muy bien en la exposición. La cuarta generación recogió el testigo de Claudio aplicándolo a sus creaciones”, señala Luis Yanes.
La exposición tendrá tres partes diferenciadas. La primera es un repaso a las distintas generaciones que han estado al frente de la joyería, incluye libros o bocetos, que el público podrá hojear porque no estarán dentro de una vitrina. Algunos de ellos son los que Claudio Yanes tras ver las coronas visigodas descubiertas en Guadamur. El Ayuntamiento ha cedido dos de esas coronas de su colección para esta muestra.
Después podrá hacerse un recorrido por la colección 'Arte de Amar', con 18 piezas creadas para la ocasión por Jesús Yanes. Estarán en vitrinas con sonetos del poeta talaverano y catedrático de Lengua Española y Literatura José Mª Gómez Gómez y un comentario gemológico de Benjamín Calvo Pérez, el presidente del Instituto Gemológico Español.
La tercera parte de la exposición la protagonizará la colección 'Arsamandi', compuesta por 25 joyas esculturales, que representan la diversidad sexual o del color de la piel, la sensualidad y pasión en el arte de amar y para las que Jesús Yanes se inspiró en obras de Lope de Vega, Quevedo, Baudelaire, Shakespeare... o en Lorca y Garcilaso de la Vega. Con ella la firma dice mirar al futuro.
La exposición se basa, en buena medida, en detalles históricos recogidos en la tesis doctoral de José Colino. 'La historia de un éxito: cinco generaciones de joyeros Yanes' fue un trabajo de tres años de investigación resumido en 482 páginas. “Habla de su historia desde la fundación de la empresa pero podríamos remontarnos varias centurias atrás hasta llegar al origen de los Yanes en 1560, en Taramundi”, explica este militar de profesión, licenciado en Derecho y Humanidades.
Colino detalla cómo el agricultor que descubrió el Tesoro de Guarrazar estaba casado con María de Mata, emparentada con Claudio Yanes. “Era un hombre prestigioso y premiado entre los maestros y a él le comunicaron el hallazgo”.
El catedrático de la Universidad de Castilla-La Mancha Felipe Hernández Perlines dirigió la tesis y es también el comisario de la exposición que se abrirá la semana que viene en Toledo. “Esta es una empresa familiar de cinco generaciones cuando lo habitual es que duren tres. Fue la primera joyería española en internacionalizarse. Ahora que tanto hablamos de globalización fueron pioneros, incluso en mercados tan cerrados como el japonés”.