Daniel Martínez: “Por ahora no hay medidas de cambio estructural en Castilla-La Mancha”
Daniel Martínez ha sido alcalde de la localidad albaceteña El Ballestero desde el 2013 y lo será hasta el 2017, cuando pasará el mando al PSOE. Además, el albaceteño es coordinador regional de Izquierda Unida desde el año 2009, pero dejará de serlo a finales de 2016, a la vez que abandonará también la alcaldía de su pueblo. Milita en la formación desde 1998, si bien lleva trabajando en conjunto con la formación desde 1995. Es, tal como dice el mismo, “una vida dedicada a la política”. Si bien los resultados obtenidos por la formación estuvieron lejos de ser los deseados, quedando por debajo de formaciones nuevas como Podemos que sí entró en el parlamento, o incluso Ciudadanos, la presencia a nivel local y provincial sigue siendo fuerte.
¿Cómo os enfrentáis a vuestro deber a nivel local y provincial?
Los resultados en las autonómicos no fueron los que queríamos. Han ido condicionados no solo por la ley electoral, sino por la imposibilidad de llegar a las candidaturas de confluencias a nivel regional. Ahora hay un cambio evidente pero seguimos en el péndulo del bipartidismo. Esto contrasta claramente con las elecciones municipales, donde pasamos a tener más de 250 concejales en las candidaturas de confluencia, y hemos entrado en las diputaciones de Toledo, de Albacete y de Cuenca, además de la de Guadalajara y estamos o bien gobernando o en posición decisiva, en muchos ayuntamientos al haber pocas mayorías absolutas. A partir de ahí, creemos que tenemos que poner en valor la presencia en municipios y consolidar y trabajar en políticas alternativas, desde los Gobiernos a la oposición para que se hayan visualizando cambios importantes en las políticas.
Han pasado ya dos meses desde que el Gobierno ha cambiado. ¿Cuáles son vuestras primeras impresiones?
Nuestras primeras impresiones son positivas, no podemos ni tenemos interés en negar las cosas cuando se hacen bien. Vemos que hay medidas que llegan a la población, pero somos conscientes de que no cuentan sólo los primeros meses del Gobierno. No queremos que estas posibilidades se queden en fuegos artificiales, no queremos que el gobierno en los primeros cien metros atice mucho pero después en las pruebas de fondo de la maratón decaiga, y al final acabemos acordándonos solo de los primeros días. Por ahora no hay medidas de cambio estructural en Castilla-La Mancha, por ejemplo en el caso de la LOMCE.
¿Dónde más faltarían cambios estructurales?
Todavía falta hablar de revertir privatizaciones en sanidad y educación, no se habla de los desmantelamiento de los servicios sociales, no se habla de recuperar estos servicios tan necesarios. No sabemos todavía cuál es el modelo económico y productivo quiere García-Page para poder caminar en otra dirección, lejos de la apuesta por el ladrillo o liquidar la industria. Necesitamos una alternativa estructural, que todavía no vemos que se vaya produciendo. En una carrera corta parece que la cosa va bien, pero apuntamos a un giro real en las política no solo del PP y el PSOE.
¿Creéis que se ha hecho suficiente política?
En general creemos que García-Page tiene una hoja de ruta y la está siguiendo. el PP tiene difícil criticar la gestión de este Gobierno, ya que es muy difícil igualar lo mal que se ha hecho con anterioridad. No sólo hablo del fondo de las cosas, sino también en las formas.
¿Cuál es el estado de la región después de la última legislatura del PP?
Ya lo hemos dicho abiertamente. Hemos sido los conejillos de Indias en la mayoria de las medidas más duras de recortes del Estado de Bienestar que ha llevado a cabo el PP en los últimos años, y hemos sufrido un retroceso social económico y político sin precedentes. Sigue habiendo un altísimo índice de paro de la precariedad laboral, de la práctica desaparición de los servicios sociales, sin rentas mínimas para los que se quedaron sin trabajo. Se han cerrado camas de hospitales, se ha privatizado gestión y servicios e la sanidad pública. La legislación ambiental ha estado supeditada a los intereses del PP... La verdad es que estamos en un estado bastante desastroso.
¿Cuáles deben ser las prioridades que tenga el Gobierno de Emiliano García-Page?
Está claro que el Plan de Empleo, que consideramos urgente y muy necesario. Pero también hay que cambiar la educación y apostar por otro modelo educativo, hay que consolidar la sanidad publica. Necesitamos políticas sociales donde la gente no sea desahuciada, ni duerma en la calle, o sufra para llegar a fin de mes. En esta dinámica, consideramos que la política económica y fiscal del PSOE debe dar también más fondos para las arcas públicas y garantizar así una nueva gestión.
Hay anuncios y promesas: sanidad inmigrantes, comedores escolares, parar los desahucios. ¿Cuánto plazo le dais al Gobierno regional para que lo lleve a cabo?
Hay una fecha muy concreta: los Presupuestos de Castilla-La Mancha. En ellos se demostrarán las políticas concretas y las medidas y giros que se deben dar para solucionar los últimos años del Gobierno regional. Creemos que hay un punto de inflexión fundamental, más allá de las medidas y de la voluntad política, como la apertura de las escuelas rurales que son importante pero no van al fondo, los presupuestos son la clave. Debe haber cambios en la política fiscal, desahucios, entre muchos otros.
¿Puedes evaluar el papel del PP como oposición?
Creo que aún están asimilando la nueva situación que se les ha presentado y que no solo es en la región, sino en diputaciones y Ayuntamientos. Están en proceso de aclimatación, por lo que no se puede valorar de forma argumentada su oposición. Están recolocándose un poco en el tablero político.
¿Y Podemos?
Son importantes porque han roto el bipartidismo en la Cortes regionales, pero creo que no acertaron al presentarse solos a las elecciones, sin favorecer o implicarse en candidaturas de confluencia. Con esto, creemos que hubiera habido un reflejo de mayor calado en las Cortes. Con dos diputados se puede hacer lo que se puede, sin poner exigencias. Al final los cambios que se pretendían frente al bipartidismo no van a poder llegar, es difícil cumplir estas expectativas. No vemos medidas concretas que pueda suponer cambios profundos y reales en la región.
Ya os habéis reunido con García-Page. ¿En qué tipo de iniciativas participaréis a nivel regional?
Valoramos positivamente que el presidente de Castilla-La Mancha esté dispuesto a hablar con cualquier fuerza política en la región, estés o no de acuerdo con lo que se defienda. Con Cospedal era imposible reunirse tener una conversación o llevar una propuesta. En este caso el comienzo a sido diferente, vamos a tener desencuentros políticos seguro porque sabemos también cuál es la gestión que se ha llevado cabo en otras ocasiones. Hemos tratado temas generales sin profundizar, pero hay una línea abierta de trabajo de IU y sus concejales: la Ley Electoral y la necesidad de su reforma y también del Estatuto de Autonomía.
Fracking, ATC, río Tajo... los problemas medioambientales se acumulan. ¿Qué hará IU al respecto?
Allá donde coincidamos en las propuestas, donde se comparta la lucha o la reivindicación, tendremos la mano tendida. Pero tenemos la experiencia de otras legislaturas del PSOE, donde se ha hecho causa mediática de determinadas reivindicaciones, pero que finalmente no ha servido para nada. No queremos que estas reivindicaciones sirvan sólo para hacer causa política y ganar el voto, pero que no se reflejen de forma oficial en la región.
Los movimientos de confluencia han marcado el panorama político. ¿Cuál es la clave para las generales que vienen?
Nosotros lo tenemos muy claro: los 21 diputados que se eligen siempre se han repartido entre el PP y el PSOE. La oportunidad es construir e implicarnos todos en la construcción e una alternativa a través de las unidades popular y donde se sumen ciudadanos, partidos y asociaciones para construir una alternativa para poder confrontarnos con el PP y el PSOE en las generales. No puede haber fragmentación de voto y debe haber una alternativa de izquierdas de cara al bipartidismo.
Hay partidos nuevos que no han dicho que sí inmediatamente a la confluencia. ¿Por qué crees que ocurre esto?
Bueno, yo en esa dinámica de los partidos que tienen que tomar sus decisiones soy respetuoso. Creo que Podemos debe valorar si van solos, si es Podemos guión algo más. Sea cual sea la decisión, si la toma sus militancia será acertada para ellos. Pero además que sin Podemos no puede haber una confluencia que de verdad aborde el bipartidismo, pero tampoco sin Izquierda Unida u otros colectivos que ya han trabajado en la confluencia. Sino, no tendremos los resultados que esperamos, porque no queremos una confluencia para que el partido saque el 11%, otro el 8% y otro el 6% y no se llegue a ningún diputado.Se debe aspirar a tener presencia en las elecciones generales y eso se consigue a través de la unidad.