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Una investigación en la Universidad de Alcalá abre la vía a tratamientos del cáncer de próstata más efectivos y menos tóxicos

25 de octubre de 2020 12:33 h

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Siete años de investigación para lograr unos “muy buenos resultados” que buscan desarrollar nuevos fármacos que permitan frenar el cáncer de próstata. Los avances derivados de esta investigación se han publicado recientemente en el European Journal of Medicinal Chemistry.

Los trabajos están dirigidos por Paula Ortega López, Rafael Gómez y Javier de la Mata, miembros del Grupo BIONANODEN del Departamento de Química Orgánica e Inorgánica de Universidad de Alcalá y al CIBER-BBN (Consorcio Centro de Investigación Biomédica en Red de Bioingeniería, Biomateriales y Nanomedicina).

¿Qué novedades aporta esta investigación? La doctora Paula Ortega detalla que metales como el Rutenio y el Cobre han demostrado una fuerte actividad antitumoral. “Son alternativas al cisplatino, el principal anticancerígeno metálico que lleva muchos años funcionando pero que tiene muchos efectos secundarios y hay que buscar alternativas”.

Los complejos de platino se vienen utilizando en la quimioterapia tradicional tras descubrirse, explica la científica, que “eran capaces de introducirse en el ADN tumoral rompiendo la cadena, evitando así su crecimiento para terminar por matarlo”.

Pero a pesar de que el cisplatino es “el más efectivo hasta la fecha” existe el hándicap de la toxicidad para el ser humano. “Por eso intentamos ir hacia nuevos sistemas metálicos con propiedades similares, pero no tan agresivos”.

Ahora, los investigadores de la Universidad de Alcalá han logrado que una nueva familia de nanofármacos funcione frente a los tumores con efectividad, menos toxicidad y con un tratamiento menos invasivo.

“Es cierto que en clínica hay algunos complejos de Rutenio (II) en fase de ensayo, pero este es el primero que se introduce en el sistema dendrítico”, cuyas células modulan la actividad de nuestro sistema inmunitario.

La científica explica que “los tumores necesitan nutrirse para crecer y lo hacen creando vasos sanguíneos cuyos poros tienen el tamaño adecuado para que puedan entrar los sistemas nanométricos (millonésima parte de un milímetro). El dendrino es capaz de entrar y permanecer allí durante más tiempo del que lo haría un fármaco tradicional”.

Y no solo eso, en la investigación se ha comprobado que estos complejos metálicos (Rutenio y Cobre) pueden ser eliminados fácilmente mediante la orina o las heces.

Capaces de reducir el tamaño del tumor hasta un 40%

De momento el proyecto se encuentra en fase preliminar con los ensayos in vivo en ratones a los que se induce un cáncer de próstata y que han demostrado la capacidad para reducir el tumor entre un 30 y un 40%

Estos nanofármacos actúan de una doble forma. Son transportadores, pero también fármacos per se. “Son ambas cosas. Podríamos considerarlo fármaco debido a que se incluyen los centros metálicos dentro del complejo, de la molécula”.

Paula Ortega detalla que ya existen “sistemas duales” hacia los que ahora camina la Ciencia. “Es decir, en un lado de la molécula tenemos centros metálicos y en otro lado tenemos cargas positivas que nos permiten una interacción con otros agentes terapéuticos”.

Se trata de incorporar en una única plataforma dendrítica dos fragmentos con distinto modo de acción terapéutico, de tal forma que puedan establecerse efectos sinérgicos entre ellos y aumentar la selectividad hacia las células tumorales.

Según explica la investigadora, “somos capaces de soportar varios centros metálicos en un único transportador. Probablemente seríamos capaces de disminuir las dosis o las veces que hay que administrar el tratamiento”, convirtiéndolo así en menos invasivo.

De hecho, otro de los ensayos quiere centrarse en cómo estos nuevos nanofármacos pueden administrase de forma conjunta con fármacos que actualmente se usan en el tratamiento del cáncer para disminuir las dosis y por tanto rebajar los efectos secundarios, ya que combinándolos se puede obtener un mayor efecto que cuando se administran de manera independiente.

Inhibir la metástasis

Otro de los aspectos de la investigación está relacionado con la metástasis, el proceso por el cual el tumor migra hacia otro tipo de células.

 “En este caso lo que hemos visto es que nuestros complejos con capaces de inhibir la proliferación celular y adhesión a colágeno tipo I, lo que indicaría su efectividad para reducir la metástasis ósea”.

Pese a lo avanzado de la investigación, Paula Ortega advierte que “se trata de ensayos preliminares. Todavía queda mucho trabajo. No hemos encontrado la cura del cáncer de próstata avanzado. Ojalá”.

El grupo de investigadores busca financiación para continuar: empresas del sector químico, farmacéutico o biotecnológico que colaboren en materia de investigación (joint venture) o para la firma de acuerdos de licencia de las patentes. Entre otras cosas porque la investigación tiene también aplicaciones para combatir otros tipos de cáncer como el de mama o el de ovario.

Todo comenzó con la tesis doctoral de la hoy doctora Marta Maroto cuya investigación contó con la colaboración de un grupo del Brooklyn College en Nueva York. La línea investigadora siguió con la tesis doctoral de Natalia Sanz del Olmo, que se encuentra en fase de finalización.

Hoy en día la evolución de la quimioterapia o la inmunoterapia es constante. “Están avanzando mucho. Se están aunando esfuerzos hacia nuevas terapias efectivas y sin efectos secundarios”, señala Paula Ortega y en el caso de estos investigadores su trabajo se vuelca también hacia otros aspectos. “Trabajamos con sistemas antibacterianos, con transportadores de material génico e incluso tenemos un proyecto para poder atrapar partículas de virus. Intentamos trabajar con COVID”.

La pandemia de SARS-CoV-2, y no solo ella, viene demostrando que queda mucho camino por delante para la investigación en torno a la salud. “España tiene un buen nivel en este campo”, concluye Paula Ortega.

Siete años de investigación para lograr unos “muy buenos resultados” que buscan desarrollar nuevos fármacos que permitan frenar el cáncer de próstata. Los avances derivados de esta investigación se han publicado recientemente en el European Journal of Medicinal Chemistry.

Los trabajos están dirigidos por Paula Ortega López, Rafael Gómez y Javier de la Mata, miembros del Grupo BIONANODEN del Departamento de Química Orgánica e Inorgánica de Universidad de Alcalá y al CIBER-BBN (Consorcio Centro de Investigación Biomédica en Red de Bioingeniería, Biomateriales y Nanomedicina).