El dictamen europeo pide usar desaladoras y cambiar la “gobernanza” del río Segura
Muchos ojos están pendientes este martes del dictamen que se presenta en la Comisión de Peticiones del Parlamento europeo. Se trata del proyecto de informe que han elaborado los parlamentarios europeos que visitaron la cuenca del río Tajo en el mes de febrero, donde pudieron constatar el mal estado del mismo y las consecuencias de los problemas derivados de la cabecera, donde el trasvase Tajo-Segura abastece a Levante. No aparece mención expresa a esta infraestructura en las recomendaciones finales del informe, aunque sí se incorpora la petición del uso de desalinizadoras para la cuenca del Segura.
Este dictamen se expone ante la Comisión de Peticiones pero todavía puede ser modificado en el periodo de enmiendas. De hecho, el texto definitivo no será aprobado hasta el próximo 13 de julio y hasta entonces deben conjugarse los puntos de vista de los seis eurodiputados que acudieron a la misión del Parlamento: dos de Los Verdes, dos de Izquierda Europea y dos del Partido Popular Europeo. Es decir, todavía puede sufrir cambios importantes.
Pero mientras, en el dictamen presentado, los parlamentarios europeos consideran que debe cambiarse “completamente” el modelo de gestión de los recursos hídricos en España, ajustándose y “dando prioridad” a los requisitos medioambientales de la Directiva Marco sobre el Agua. La petición va más allá y solicita que la Comisión supervise de cerca la forma en que se aplica la legislación europea relativa a los planes hidrológicos de cuenca en España y, en especial, en los planes hidrológicos de cuenca del segundo ciclo del Ebro y el Tajo.
Igualmente, subraya la importancia de que haya coherencia entre cada una de las evaluaciones de impacto medioambiental de las diferentes partes del río y sugiere un estudio “actualizado, independiente y exhaustivo” de las necesidades de las zonas protegidas en cuanto a la calidad del agua y los caudales ecológicos. Y además recomienda que las autoridades españolas “contemplen otras posibilidades”, en consonancia con las recomendaciones de la Comisión Europea, dentro de los programas de medidas de los planes hidrológicos de cuenca.
En el caso concreto del río Tajo, los eurodiputados consideran que para lograr los objetivos medioambientales establecidos en el plan hidrológico, las autoridades españolas deben revisar los caudales ecológicos propuestos para el río en el plan hidrológico de la cuenca del Tajo del segundo ciclo: “debe ser suficiente para lograr el objetivo de garantizar el buen estado del río y permitir un grado de dilución suficiente de las aguas residuales depuradas”.
Pide usar las desalinizadoras pagadas por Europa
Las últimas recomendaciones del dictamen se refieren a los recursos no convencionales en el marco del plan del Tajo. Se refiere así a las desalinizadoras financiadas con fondos europeos. Se sugiere su utilización considerando que el agua dulce adicional que aportan estas desalinizadoras debe destinarse a las cuencas orientales (como la del río Segura) y no vincularse de forma alguna al Tajo.
Además, en el informe se insta a “mejorar la gobernanza del agua en la cuenca del Segura”, en consonancia con las disposiciones del plan hidrológico de cuenca para el segundo ciclo: mejorar los conocimientos y la gestión del uso actual del agua subterránea y superficial, ajustar las superficies de regadío a los recursos disponibles, cumplir las obligaciones ecológicas y elaborar inventarios públicos de las tierras de regadío, las fuentes de agua y los derechos de agua.
Finalmente, el dictamen incorpora una última petición: que las autoridades españolas evalúen la adecuación de los instrumentos de recuperación de costes actuales de manera que se pueda contar “con un sistema adecuado para determinar el precio del agua facilitará más adelante la protección eficaz del medio ambiente”.