El Teatro de la Paz acoge el próximo 15 de abril, a las 20:00 horas, la representación, a partir de la novela de Roberto Bolaño, de ‘Una novelita lumpen’. La función, que ha sido adaptada al teatro y es dirigida por Rakel Camacho, será interpretada por Jorge Kent, Rebeca Matellán, Trigo Gomez y Diego Garrido.
Esta actividad está organizada por Cultural Albacete y forma parte del programa ‘Alma de Albacete’ que persigue dar a conocer o reconocer a personas y compañías y establecer una colaboración para el buen desarrollo cultural de la provincia.
Este montaje teatral ha sido reconocido con el premio ‘José Luis Alonso’ a Directores de Escena Emergentes que concede la Asociación de Directores de Escena de España–ADE. Albacete acogerá la primera representación desde la concesión del premio.
Rakel Camacho es directora de Escena, actriz y autora nacida en Albacete, ciudad en la que con 18 años comenzó a trabajar en diversas producciones. Es Licenciada en Arte Dramático por la Real Escuela Superior de Arte Dramático (RESAD) por la especialidad de Dirección de Escena y Dramaturgia y fundó, junto a la actriz Rebeca Matellán, la compañía La Intemerata (www.laintemerata.com)
Rakel Camacho ha hablado con Albacetecapital.com para contar su experiencia dentro del mundo de las artes escénicas, y lo que supone volver con esta obra a su ciudad natal, en unos momentos en los que la pandemia por la COVID-19 ha impuesto unas medidas sanitarias que afectan también a la cultura en nuestro país.
Rakel, ¿De qué trata ‘Una novelita lumpen’?
‘Una novelita lumpen’ se centra en la historia de dos hermanos muy jóvenes que acaban de perder a sus padres y están bastante perdidos y desorientados ante la ausencia de futuro. Entonces aparece un personaje que les propone un plan.
No es tan importante contar el argumento, si no lo que encarna cada personaje, lo que representa la atmosfera y las ideas que contiene la novela. Temas como la explotación sexual, el intercambio sexual como posibilidad de futuro. Es una especie de descenso a los infiernos que vive sobre todo la protagonista y también el descubrimiento del amor. No hay un mensaje moralista en ningún momento, ni nada por el estilo. A ella todo lo que le sucede le sirve para comprender y descubrir quién es y descubrir también el amor.
Mantiene una cierta ambigüedad y cuestiona algunos temas que en esta sociedad damos por sentados.
Son cuatro personajes en escena: Bianca, Enrico, El Boloñés y Maciste. La acción se desarrolla en Roma y hay mucha evocación a la cultura romana, a la belleza grecolatina, a la mitología… Roberto Bolaño la escribió en Roma. En Roma la prostitutas estaban en el Lupanar, de ahí viene lo de “lumpen”.
‘Una novelita lumpen’ habla de una mujer que decide, se equivoca y le toca volver a decidir hasta ser feliz. La mujer no está victimizada, sino que es libre y aprende a soñar y a encontrar su libertad. Claramente es una obra feminista. Planteo el feminismo en el que yo creo.
¿Ha sido difícil adaptar esta novela al teatro?
Escogí hacer este proyecto porque cuando leía la novela me parecía que tenía posibilidades escénicas muy potentes, hay una especie de claroscuro, todo un mundo entre la luz y la oscuridad y con mucha simbología. El personaje de ella siente la luz de una manera muy especial, ve en la oscuridad, Maciste es un personaje ciego, habla mucho de la iluminación y la ceguera. Del ciego que ve y de los que vemos, que estamos cegados ante un momento vital y crucial.
También el tema de la pulsión sexual, cómo lo vive ella. En la novela está muy bien narrado, es muy bonito. A la hora de llevarlo a escena tienes que centrarte más en las acciones, pero no dejar de lado el lenguaje poético, que es lo que a mí más me llegó de la escritura de Bolaños. Si dos cosas conviven en el mundo de este autor son la poesía y el hiperrealismo, y un humor muy dramático. Hay mucho contraste.
No fue realmente difícil adaptarla porque yo tenía bastante claro lo que quería hacer. Hice varias versiones hasta llegar a la que traigo a Albacete, pero suelo hacer cambios en las obras.
¿Qué siente al volver a Albacete y estrenar aquí?
Que ya era hora, la ultima vez que vine con una obra fue en 2014 con ‘Lucientes’ una obra sobre ‘Los Caprichos de Goya’, que hacíamos también en el Teatro de La Paz. Fue un éxito y fue maravilloso, pero ahora vamos en mejores condiciones y agradeciendo a Teatro Circo la confianza.
Acabo de ganar un premio por la obra y va a ser la primera vez que se hace después del premio, así que mucha emoción y mucha expectativa, porque cuando vas a jugar en casa quieres hacerlo todavía mejor, y no sólo yo, somos cuatro albaceteños y queremos darlo todo. Trasmitir la obra de la mejor manera posible, no es una obra nada sencilla para los actores de ejecutar. Está todo muy medido y a la vez el actor tiene que estar muy libre a la hora de ejecutar la propuesta.
Rakel, ¿La cultura es segura?
Sí, por supuesto, la cultura es segura. En el momento en el que tú llevas una mascarilla y no te la quitas, el rigor que tiene un teatro es radical. Hay mucha conciencia, mucha distancia…está muy bien preparado para que sea seguro. Quien no va al teatro es porque no es espectador de teatro. Es todavía más seguro que el cine porque hay un personal de sala formado y preparado y además se lo están currando muchísimo. Todo está muy bien preparado para que sea seguro.
¿Tienen alguna representación más en Castilla-La Mancha?
Ahora mismo no. Sé que hay interés, sé que la función puede parecer arriesgada y eso tire para atrás a los programadores, creo que hay que escuchar más al público porque esta función gusta mucho al público. Es un teatro, que dentro de que lo califican como muy contemporáneo y muy vanguardista, a la gente no profesional y ajena al teatro le llega, le llega mucho, porque yo me ocupo de que sea así. Vengo de una formación más clásica, no solo de teatro contemporáneo, y me ocupo de estimular al público y conectarle con la historia. Al final eso es lo importante, que llegue.