Un domingo de carnaval contra el maltrato animal en Toledo

Los habituales gritos de “¡Basta ya de maltrato animal!” y “¡Tauromaquia abolición!” fueron acompañados por los lemas “¡Son perros de raza, no de caza!” y “¡Maltrato animal al código penal!” en la manifestación que se celebró en Toledo dentro de la convocatoria nacional de la Plataforma NAC en contra del uso de galgos y otros perros en caza. Cerca de cien personas acudieron al evento, y recorrieron el camino entre el Paseo de Marchán y la céntrica plaza de Zocodover donde se leyó el manifiesto del 7 de febrero.

Tal como recuerda Ester Durán, de PACMA Castilla-La Mancha, febrero es uno de los meses más peligrosos para los galgos, pero no es el único. Durán ha asegurado que los perros también sufren en octubre y noviembre, en el inicio de la temporada de caza, pero que es en febrero cuando aparecen las “verdaderas” víctimas. “Pedimos el fin de la caza con animales, porque los perros acaban destrozados y se les usa como objetos y son luego desechados”, asegura la animalista, quien ha señalado que el objetivo final del partido es acabar con la caza de manera definitiva.

El manifiesto elaborado por la Plataforma NAC señala que la caza en España implica la muerte de unos cincuenta millones de animales al año, en una actividad que está “movida” por el interés económico y que se “excusa” en la tradición. Sin embargo, la plataforma lo tacha de una práctica “aberrante” que debe erradicarse, ya que infringe normas como la Ley del Deporte, la Carta Verde y el Libro Blanco del deporte, “incluso la agenda 21 del Movimiento Olímpico” ya que, según indican, estas normativas persiguen la violencia en cualquier manifestación.

La reivindicación de la Plataforma señala también que la relación entre los cazadores y sus perros “cosifica” a los animales para convertirlos en “objeto de consumo, simples servilletas de papel arrojadas a la basura tras cumplir la función para la que fueron concebidas”. El duro manifiesto señala también que los galgos viven durante la temporada de caza en el “hacinamiento y la malnutrición”, sin contar con apropiado control administrativo ni cuidados veterinarios. “El dolor, el sufrimiento, no interesan. Si después del percance el perro resulta útil para la caza, regresa a su personal tortura; en caso contrario, se le deja morir o se le remata con un disparo en la cabeza”, relata el documento leído por Montserrat Yepes.

Ester Durán, de PACMA, aseguró también que la situación de Castilla-La Mancha es la “peor” de todas las Comunidades Autónomas en términos de maltrato animal. La coordinadora regional del partido animalista ha asegurado que “seguimos con la Ley de Protección Animal” que no consideran suficiente. A pesar de los anuncios del Gobierno regional de que dicha normativa se mejorará, el partido no se muestra muy optimista. Además, han denunciado que entre los encargados de modificar la Ley no hay representantes animalistas, pero sí cazadores. “Esperamos que esto cambie de verdad, pero no estamos esperanzados”, concluyó.