Las dudas del silo nuclear que siguen sin resolverse
A finales del 2011, Villar de Cañas fue elegida como la localización del Almacén Temporal Centralizado para residuos nucleares de alta actividad de España, tras la deliberación de sólo dos Consejos de Ministros que solucionaron un problema pendiente de largo. Pero nunca fue el candidato favorito, y tenía localidades como Ascó, en Tarragona y Zarra, la preferida por Industria en Valencia. También se descartó Yebra, un pueblo de Guadalajara, cuyo alcalde fue expedientado por el PP. El pueblo conquense no tenía experiencia nuclear a su favor, pero sí estaba cerca de Madrid aunque no tenía un tren, algo con lo que sí contaba Ascó.
Incluso María Dolores de Cospedal declaró en 2010 que el PP de Castilla-La Mancha consideraba que no debía instalarse un almacén nuclear “temporal o no, o cementerio, en ninguna de sus provincias, en ninguno de sus municipios”, según recogen medios como Público o El País. Más allá de la elección en el último momento, y básicamente por descarte, las principales dudas de las plataformas contrarias al llamado ‘basurero nuclear’ vinieron con las relaciones de la infraestructura con el marido de María Dolores de Cospedal, Ignacio López de Hierro.
Como un ejemplo, se puede señalar la adjudicación de los concursos de ingeniería para la construcción del Almacén Temporal Centralizado por 23,7 millones de euros a diversas empresas, entre las que se encuentra Iberdrola Ingeniería y Construcción (IBERINCO), en la que participa Ignacio López de Hierro primero como parte de su Consejo de Administración y luego también como miembro de la Comisión Ejecutiva, a la que fue ascendida en febrero de 2013.IBERINCO se adjudicó parte de dos de los lotes que se adjudicaron en dicho concurso, que se referían a la Ingeniería del Módulo del Almacén de bultos de Residuos de Media Actividad y también a la Ingeniería del Almacén de Espera de Contenedores.
El nombre de Francisco Gil-Ortega, antiguo presidente del Consejo de Adminstración de Enresa, también ha estado fuertemente ligado a María Dolores de Cospedal, ya que carecía de experiencia en el sector y su elección como cabeza de la empresa pública ha sido señalada por haber sido puramente política, al igual que la elección del emplazamiento de Villar de Cañas para el almacén nuclear. Ecologistas en Acción se hizo eco también de las denuncias de los propios empleados, porque las decisiones de Gil-Ortega no se basaban en directrices técnicas. De hecho, una de sus primeras decisiones fue comprar terrenos para implantar el ATC sin conocer si eran idóneos para el proyecto, algo que todavía seguía en duda hasta que el Consejo de Seguridad Nuclear dio el visto bueno a la primera autorización esta semana.
El Gobierno de Castilla-La Mancha ha anunciado también que volverá a estudiar el Plan de Ordenación Municipal de la localidad conquense de Villar de Cañas, al “llamar la atención” la aprobación del mismo en apenas 48 horas, según anunció el ahora Vicepresidente de Gobierno, José Luis Martínez Guijarro. Guijarro también ha recordado que la opción de Villar de Cañas era la cuarta, afirmando que su elección final fue un “acuerdo político” cerrado entre María Dolores de Cospedal y Mariano Rajoy “sin tener en cuenta estos informes [técnicos]”.
La Plataforma contra el cementerio nuclear en Cuenca había denunciado ya que la convocatoria de la Comisión Provincial de Urbanismo de Cuenca en la que se incluyó la aprobación definitiva del Plan de Ordenación Municipal de Villar de Cañas era un hecho “sin precedentes” y que sólo se había llevado a cabo al ser un instrumento “imprescindible” para el proyecto. Esta convocatoria se llevó a cabo mientras el anterior Gobierno del PP se encontraba en funciones, inmediatamente después de que los diputados regionales tomasen posesión.