¿Es importante que las administraciones registren su huella de carbono?

Castilla-La Mancha se ha convertido en la segunda comunidad autónoma en España, tras Aragón, en registrar su huella de carbono, un “excelente ejemplo del compromiso” del Ejecutivo regional “en la lucha contra el cambio climático”. Así lo ha puesto de manifiesto el consejero de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural, Francisco Martínez Arroyo, quien además ha apuntado su intención de reducir esta huella a la mitad en los edificios que pertenecen a servicios centrales de la propia Consejería.

Se trata de un “éxito de todos” y la línea trazada “en una dirección”, ha indicado, “que no podemos abandonar” siendo, ha recalcado, “nuestro compromiso con el medio ambiente” y la “transición ecológica de la economía”.

De esta forma, Martínez Arroyo ha recordado que es importante que “no perdamos el tren de la economía circular” y ha destacado que el Gobierno regional presentará en las Cortes de Castilla-La Mancha un proyecto de Ley de Economía Circular “pionero” y que garantizará las tres ‘erres’: recuperación, reciclado y reutilización “de todos los productos que utilizamos en la vida diaria, incluido el agua”, lo que, ha dicho, “nos va a situar en la primera posición” en lo que tiene que ver con este ámbito a nivel nacional.

En esta línea ha agradecido a los agricultores su compromiso con el medio ambiente. Muestra de ello es que de las 405 toneladas de envases de productos fitosanitarios utilizados el año pasado en la región, un 64 por ciento fueron recuperados a través de los 410 puntos de recogida existentes, superando Castilla-La Mancha la media nacional, ubicada en un 51 por ciento.

Estos datos ponen de manifiesto, tal y como ha explicado Martínez Arroyo, tanto la “pujanza” de la agricultura en la región y el impulso a la economía circular y la reducción de la contaminación.

Esta semana se han entregado en La Roda (Albacete) los premios SIGFITO, que nacen con el objetivo de reconocer el trabajo que realizan los puntos de recogida que participan voluntariamente en el sistema de la red, a los puntos que más envases recogen o que muestran un mayor crecimiento en las últimas campañas.

Castilla-La Mancha se ha convertido en la segunda comunidad autónoma en España, tras Aragón, en registrar su huella de carbono, un “excelente ejemplo del compromiso” del Ejecutivo regional “en la lucha contra el cambio climático”. Así lo ha puesto de manifiesto el consejero de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural, Francisco Martínez Arroyo, quien además ha apuntado su intención de reducir esta huella a la mitad en los edificios que pertenecen a servicios centrales de la propia Consejería.

Se trata de un “éxito de todos” y la línea trazada “en una dirección”, ha indicado, “que no podemos abandonar” siendo, ha recalcado, “nuestro compromiso con el medio ambiente” y la “transición ecológica de la economía”.