La ecología es uno de nuestros principales intereses y es el centro de este blog: cambio climático, medio natural, desarrollo sostenible, gestión de residuos, flora y fauna, contaminación y consumo responsable, desde el punto de vista de periodistas, expertos, investigadores, especialistas y cargos públicos. También editamos la revista 'Castilla-La Mancha Ecológica'.
Los insectos amenazados de Castilla-La Mancha
Cuando hablamos de “especies amenazadas”, inmediatamente nos vienen a la mente animales como el lince ibérico, el oso pardo o el águila imperial. Pero el gran público desconoce que existen también especies de insectos incluidos en los catálogos de especies amenazadas o protegidas. No es ningún secreto el que los insectos se encuentran en medio de una gran crisis: la extensión de los pesticidas y la agricultura industrial, y la destrucción de hábitats han hecho caer drásticamente el número de insectos en nuestros campos. Y ese es un gravísimo problema.
Por eso es bueno que conozcamos ese patrimonio zoológico que, de otra manera, no podremos apreciar ni valorar en su justa medida. Si nos centramos en Castilla-La Mancha, partiremos del Catálogo Regional de Especies Amenazadas.
Este catálogo constituye una relación de especies animales y vegetales presentes en el territorio de la comunidad autónoma (endémicas o no) que están encuadradas en tres categorías: “En peligro de extinción”, “vulnerable” y “de interés especial”. En el catálogo castellanomanchego se definen 56 especies de invertebrados, de los que 55 están en la categoría de “interés especial”, incluidos todos los insectos que aparecen en el catálogo. Se considera que una especie es “de interés especial” cuando no se encuentra en ninguna de las otras dos categorías pero ofrecen valores culturales y/o científicos que les hace merecedores de un cuidado y atención especial.
Por ejemplo, están definidas tres especies de libélulas, todas ellas constituyen endemismos íbero-magrebíes, esto es, taxones que viven en la Península Ibérica (y áreas adyacentes) y en Marruecos. Estas libélulas (al igual que sucede con las demás especies de insectos), tienen una distribución mal conocida, debido a que es complicado prospectar especies de tamaño tan pequeño. Por eso su interés estriba en mantener poblaciones pequeñas, pero que pueden ser mayores en el futuro con más investigación.
Los Ortóperos, orden que incluye los saltamontes y grillos, presenta un interés especial en nuestra región. Se incluyen aquí el mayor ortóptero de Europa, con sus 12 centímetros de longitud, Saga pedo, con sólo 17 citas en todo el territorio nacional, y que en Castilla – La Mancha ha sido citado sólo en la Sierra de Alcaraz, en Albacete. O Kurtharzia sulcata, que es un triple endemismo: ibérico, manchego y albaceteño, toda vez que todos sus ejemplares han sido localizados en unas pocas localidades del Sur de Albacete. Otro notable Ortóptero es el bonito grillo Steropleurus ortegai, endémico de las partes más altas de la Serranía de Cuenca.
Coleópteros
Entre los Coleópteros, aparte del espectacular ciervo volante, está en el catálogo el cárabo lusitano, endemismo ibérico, o cicindelas como Cephalota circumdata, especie que se ha citado en el Sur de Francia y en Cerdeña, pero que en la Península Ibérica sólo se ha citado en las estepas salinas de ciertos humedales manchegos
También se encuentran incluidos en el catálogo varias especies de Dictiópteros, Neurópteros y Lepidópteros, donde cada uno de los taxones definidos es una auténtica e irrepetible joya, como la mariposa Erebia zapateri, endémica de los Montes Universales entre Teruel y Cuenca.
Debido a su pequeño tamaño, muchas especies de insectos sólo se encuentran en pequeños o incluso minúsculos territorios, fuera de los cuales es imposible hallarlos, de ahí el elevado número de endemismos ibero-magrebíes, ibéricos o regionales. Esto nos hace reflexionar sobre los llamados “micro-hábitats”, que son un verdadero paraíso para tantas y tantas especies de insectos. Es positivo conservar los grandes sistemas montañosos, humedales o bosques, pero no podemos perder de vista que una simple mancha de vegetación en una ladera determinada de una colina puede albergar una especie de un insecto original e irrepetible,
Ese es el valor del territorio. Conozcámoslo y cuidémoslo.
Cuando hablamos de “especies amenazadas”, inmediatamente nos vienen a la mente animales como el lince ibérico, el oso pardo o el águila imperial. Pero el gran público desconoce que existen también especies de insectos incluidos en los catálogos de especies amenazadas o protegidas. No es ningún secreto el que los insectos se encuentran en medio de una gran crisis: la extensión de los pesticidas y la agricultura industrial, y la destrucción de hábitats han hecho caer drásticamente el número de insectos en nuestros campos. Y ese es un gravísimo problema.
Por eso es bueno que conozcamos ese patrimonio zoológico que, de otra manera, no podremos apreciar ni valorar en su justa medida. Si nos centramos en Castilla-La Mancha, partiremos del Catálogo Regional de Especies Amenazadas.