Prioridad a turismo rural y comunicaciones en los fondos europeos para las sierras de Albacete
El área abarcada por la Sierra del Segura y Sierra de Alcaraz en Albacete es una zona con los paisajes más bellos de Castilla-La Mancha y que en los últimos años han ido adquiriendo mucha notoriedad entre los amantes del turismo interior. El Parque Natural de los Calares del Río Mundo y de la Sima es la principal joya medioambiental de esta comarca, que ahora además ha abierto al público su centro de interpretación. Sin embargo, la población está muy dispersa y existen altos índices de despoblación, por lo que se ha convertido en un territorio prioritario para el Gobierno regional. Tal y como anunció el presidente, Emiliano García-Page, estas comarcas están dentro de la nueva “discriminación positiva” que se realizará de los fondos europeos, y que incluye también a las comarcas de Talavera, serranía de Cuenca, o Sierra Norte de Guadalajara, entre otras.
En el caso albaceteño, entre la Sierra de Alcaraz y la Sierra del Segura suman 34 municipios en los que apenas habitan 40.000 habitantes, ya que se trata de localidades con muchas pedanías y núcleos urbanos habitados. El principal objetivo es que esos fondos europeos sirvan para generar sinergias económicas para que la gente no siga abandonando el mundo rural, potenciando los recursos de la zona desde su punto de vista paisajístico y natural.
Así lo explica a eldiarioclm.es el delegado de la Junta en Albacete, Pedro Antonio Ruiz Santos, quien destaca que el eje vertebrador de las peticiones se centrará por tanto en el turismo rural. No en vano, de los más de 2.000 alojamientos rurales existentes en toda la región, la mitad están concentrados en estas dos sierras, convirtiéndose casi “en la única fuente de futuro”.
El Gobierno regional apuesta por destinar esos fondos europeos, según han demandado los ayuntamientos, a seguir fomentando el turismo rural, no solo para atraer a la población sino por lo que ello significaría para el sector servicios a la hora de dar cobertura a un mayor número de visitantes.
Pero el delegado albaceteño recuerda también que existe en la zona una industria agroalimentaria, que aunque de menor volumen que las grandes viñas y olivares de La Mancha, es necesario potenciar. “Sobre todo basándonos en la calidad, para que no sea solo de subsistencia sino que permita comercializar aquellos productos propios”, argumenta, poniendo como ejemplo el caso de la cabra celtibérica y la nuez. Apuesta además por profesionalizar este tipo de industria mediante inversiones y poder así generar riqueza.
Las peticiones no se quedan ahí. La Junta considera que si se potencian estos dos vértices, pero no existen las comunicaciones terrestres o nuevas tecnologías necesarias, los objetivos “no serán posibles”. Ruiz Santos detalla que en la red provincial de carreteras se ha hecho un esfuerzo importante, pero “quedan todavía inversiones en comunicaciones terrestres entre municipios y como salida también a las comarcas naturales”. En los últimos años se han realizado avances con alcaldes y agentes implicados para mejorar las comunicaciones y el acceso a banda ancha. Aún así todavía existen “zonas de sombra”. Precisamente, resalta el trabajo hecho a través de los dos grupos de acción local de esta comarca: asegura que el plus de los fondos europeos permitirá igualmente que muchas iniciativas privadas puedan funcionar, como es el caso de los alojamientos rurales de carácter privado.
“Hay muchas peticiones de zonas concretas, pero trasversalmente esto es lo que los alcaldes nos están demandando y sobre todo queremos que se visibilice que ambas sierras existen”, explica, concretando que hasta el verano se constituirán los grupos de trabajo de los territorios para elaborar un esbozo de líneas estratégicas. “Trabajaremos esa discriminación positiva dentro de un ejercicio de solidaridad interno. Que no sea solo papel y filosofía, sino que todo vaya a proyectos tangibles”, concluye.
Yeste: la dispersión poblacional absoluta
Esas peticiones se observan más detenidamente si atendemos a las necesidades de uno de los municipios más peculiares de la zona: Yeste. Mantiene una población que no llega a los 3.000 habitantes, pero que se reparte entre el núcleo principal, 13 pedanías y hasta 105 núcleos urbanos. El mayor grado de dispersión de la región. Solo en alumbrado público, el Ayuntamiento paga 100.000 euros anuales al que apenas llegan las arcas municipales.
Su alcaldesa, Cortes Buendía, celebra que ahora los fondos europeos no vayan a distribuirse solo conforme a la población porque en Yeste cada vez hay menos y más dispersa, y debido a ello tienen una deuda acumulada que les ha llevado a una situación “caótica”. “Vamos ajustando con lo mínimo, e incluso hemos tenido ahorro renegociando la deuda con la Seguridad sScial, pero necesitamos una bocanada de aire fresco para salir de esta situación”, explica la primera edil.
En el municipio tienen que mantener hasta 98 depósitos de agua y disponen de 250 kilómetros de carretera propios, algunos con acceso solo por tierra. La alcaldesa pide revisar la cofinanciación de estos servicios junto con la gestión del centro ocupacional, la residencia o los consultorios locales médicos (casi todas las pedanías tienen uno) donde el Ayuntamiento corre con los gastos en cuanto a limpieza, alumbrado o roturas. “Apostar por el desarrollo rural es fundamental y no podemos tener la misma financiación que un ayuntamiento que no tenga estas características, se debe atender a nuestra singularidad para que tengamos un futuro”, destaca.
Nerpio: en la frontera y sin conexión a Internet
Un caso muy diferente es el de Nerpio. Ubicado en el punto más meridional de Castilla-La Mancha, y con 12 pedanías y 85 núcleos, la localidad dio nombre hace quince años al 'Proyecto Nerpio' de la Junta para extender las comunicaciones hasta la zona. Es una asignatura todavía pendiente. No hay banda ancha ni conexión a Internet pero sí más contratos de suministro con Iberdrola que el ayuntamiento de Albacete para el alumbrado público, según detalla su alcalde, José Antonio Gómez.
Considera que las comunicaciones siguen siendo “pésimas” y que sería necesario enfocar los proyectos financiados por fondos europeos en la creación de servicios, que “son mejores” en localidades próximas de Murcia. Asimismo, para evitar la despoblación el alcalde propone financiar microempresas que generen puestos de trabajo para permitir que la gente de la localidad pueda seguir con sus negocios. Finalmente, defiende la promoción de un turismo rural que genere empleo “evitando la especulación” y promoviendo la plantación del cultivo de la nuez y la frambuesa entre los jóvenes. “O todo esto se hace a corto plazo o ya será tarde”, concluye el alcalde.