- El presidente de esta comunidad autónoma ha valorado así la derivación de agua del río Tajo hacia Levante
El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha criticado el nuevo trasvase de 20 hectómetros cúbicos que la Comisión Central de Explotación del Acueducto Tajo-Segura aprobó ayer. Así, ha lamentado el “trato injusto y diferenciado” que los distintos ministerios, “y especialmente el de ahora también”, han desarrollado en relación con la gestión del agua y con los regadíos. “Tanto aquí como en el Levante español”, ha asegurado.
Sobre este asunto, García-Page ha vuelto a pedir “coherencia” al Ejecutivo de Pedro Sánchez, porque “si se es ecologista para subir el diésel, se tiene que ser ecologista también para acabar con un atropello medioambiental como es el trasvase”. Por ello, ha considerado un “ataque claro a la coherencia” que no se empiece a cambiar la política de trasvases en España. “Ya me gustaría que este Gobierno, además de ocuparse de los restos del dictador, se ocupe también de los restos que dejó en vida como el trasvase Tajo-Segura”, ha manifestado.
Por su parte, la consejera de Fomento, Agustina García Élez, ha denunciado que “no es que el Gobierno de España no esté cumpliendo con Castilla-La Mancha, es que no está cumpliendo con su palabra; pues lo que vino a decir la ministra Teresa Ribera es que los trasvases se iban a convertir en algo extraordinario y estamos viendo que, mes tras mes, se está convirtiendo en algo ordinario”. Ha señalado la “decepción” del Gobierno castellano-manchego y ha pedido a Ribera que “la sensatez y el sentido común comiencen a funcionar con el trasvase”.
Al respecto, García Élez ha apuntado a que los embalses Entrepeñas y Buendía están a un 23 por ciento de su capacidad, por lo que “no se puede decir que estemos hablando de normalidad para que se puedan llevar agua que sobra, pues día tras día pierden, sin ir más lejos están última semana 8,3 hectómetros cúbicos, y se sigue trasvasando sin saber cómo se van a encontrar los pantanos dentro de uno o dos meses”.
También ha anunciado que el Ejecutivo de Castilla-La Mancha le va a plantear oficialmente al Ministerio de Transición Ecológica, la derogación del Memorándum y la modificación de las reglas de explotación, ya que esto ocurre porque está “aprobado a espaldas de los intereses de Castilla-La Mancha por Gobiernos del PP con mayoría absoluta en la Comunidad, en Murcia, en Madrid y esta región y también en el Gobierno de España”. Y ha añadido que la Junta seguirá recurriendo cada los trasvases que se sigan autorizando.
Será asunto central en la reunión del 15 de octubre
Así se lo trasladarán a los responsables del Ministerio en la reunión que mantendrán con el secretario de Estado de Medio Ambiente a primeros de noviembre y también se pondrá el tema sobre la mesa en la reunión que el 15 de octubre mantendrá el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, con el presidente del Ejecutivo nacional, Pedro Sánchez“.
La consejera ha defendido que “es tiempo de hablar y de poner en práctica lo que pensamos para tomar decisiones, aunque cueste desde un punto de vista político, pero hay que ser valientes y tomar posiciones consensuadas”. Desde la región, ha continuado, “seguimos apostando porque haya otras alternativas como la desalación”, porque “hay otro tema fundamental como es el precio del agua, ya que si fuera el mismo precio el de la desalación y el trasvase estaríamos hablando de otra cosa”, en relación a que el segundo es más barato.
Por tanto, ha concluido, también hay que plantear si el tema del agua tiene que estar en el Ministerio de Economía o en el de Transición Ecológica, porque si es del segundo, “evidentemente, no se están cumpliendo ni los caudales ecológicos ni las mismas condiciones medioambientales para que el río, a su paso por Talavera o Toledo y toda la cuenca desde los pantanos de cabecera, cumpla con los indicadores medioambientales, porque no lo hace”.