El Gobierno de Castilla-La Mancha incorporará las especialidades de cirugía pediátrica y medicina nuclear a la cartera de servicios del Hospital General Universitario de Guadalajara mediante su inclusión en el plan funcional de ampliación y reforma de este centro hospitalario, cuyas obras comenzarán la próxima semana. Así lo ha anunciado en la capital guadalajareña el presidente del Ejecutivo autonómico, Emiliano García-Page, durante un encuentro con medios de comunicación en el que ha estado acompañado por el consejero de Sanidad, Jesús Fernández Sanz y el delegado de la Junta en la provincia, Alberto Rojo.
El presidente ha incidido en la intención de la Junta de establecer una “solución definitiva” a la no dependencia de Guadalajara desde el punto de vista sanitario y por eso, ha anunciado que este mismo martes se tomará la decisión en el Consejo de Gobierno de dar instrucción para incorporar esto en el plan funcional del nuevo centro hospitalario
Según ha explicado, la pretensión pasa por que el nuevo hospital incorpore “la mayor parte de los servicios sanitarios” que hoy se tienen que atender fuera, y por ello ha dicho que cuando entre en funcionamiento, se atenderán también especialidades como la cirugía pediátrica y la medicina nuclear, lo que supone entre el 75 y el 80% de las necesidades. Dicho esto, ha asegurado que para ello se modificará al alza el plan funcional y el coste del proyecto y ha asegurado que “cabe perfectamente dentro de la obra porque no hay problema físico” sino que afecta sobre todo a aparatos tecnológicos y personal especializado.
Costará más que el convenio sanitario con Madrid
Además, García-Page ha hecho hincapié en que esta decisión que se va adoptar este martes va a costar a la Comunidad Autónoma más que mantener el convenio con la Comunidad de Madrid, pero ha insistido en que no se trata de un problema de dinero porque es “bastante lamentable que a la provincia de Guadalajara la hayan hecho depender de una condición de negocio del norte de Toledo y esto se va a acabar”.
En todo caso, el presidente ha afirmado que su intención no es denunciar jurídicamente el convenio con la Comunidad de Madrid, ni romper con él unilateralmente, porque no quieren que haya ningún tipo de “represalia” para Guadalajara, pero a medio plazo quiere arreglar este tema “de un plumazo”, incorporando los servicios sanitarios que ahora tienen que recibir unos 1.500 guadalajareños al año fuera de la provincia, al centro hospitalario de la capital.
García-Page ha lamentado que el actual convenio con Madrid recoja ahora que cualquier ciudadano inmigrante pueda ser atendido “a coste cero” en esta comunidad mientras que no pasa lo mismo con los ciudadanos de Guadalajara aunque paguen sus impuestos en este país. “Lamento que lo firmado sea un convenio que encadene a una losa los intereses sanitarios de Guadalajara a algo indeseable como es la losa sanitaria del norte de Toledo”, ha dicho el presidente.
Que Guadalajara no tenga “hipotecas”
Según García-Page, Guadalajara se merece un convenio “sin hipotecas” y “no estar encadenada a ninguna otra carga de la región”, ha precisado, convencido de que los problemas sanitarios que pueda haber en Toledo, Albacete o Ciudad Real, por ejemplo “no tienen porque pasar factura a esta provincia”.
Por su parte, el consejero de Sanidad ha precisado que la derivación de pacientes enfermos de cáncer a la vecina comunidad o a cualquiera de las provincias de la región para recibir tratamiento acabará cuando haya medicina nuclear en Guadalajara pero mientras, las soluciones intermedias serán según se vaya dando respuesta. Con respecto a las obras del nuevo hospital, el consejero ha dicho que estarán en marcha entre 14 y 16 meses pero ha precisado que su entrada en funcionamiento se alargaría hasta aproximadamente los 25 ó 30 meses “obra y montaje definitivo”, incluidas las especialidades.