Bajo un sol de justicia y en pleno centro neurálgico de Toledo, entre miradas curiosas de turistas extranjeros, Carolina Bescansa participaba en un acto público de Unidos Podemos a una semana de las Elecciones Generales. Llegaba acompañada por sus dos hijos mientras en la toledana plaza de Zocodover los miembros de la coalición jugaban al Trivial con los asistentes, a la espera del comienzo del mitin. “¿Cuánta riqueza acapara el 1% más rico de la población mundial en 2016?”, preguntaban al público para calentar motores, con la promesa de que a pregunta acertada, catálogo-programa- estilo-Ikea de regalo.
Ya en el escenario, entre gritos de “Sí se puede”, y con traducción simultánea en lenguaje de signos, ha sido hora y media de acto de cuatro “mujeres” candidatas (algo que se ha resaltado en varias ocasiones) junto al secretario regional de Podemos, José García Molina. Bescansa apostaba por “revertir el ciclo de austeridad” con políticas fiscales expansivas e inversión pública y un cambio de modelo económico.
Un modelo construido para “amparar la corrupción”
“Crisis económica y corrupción política son las dos caras de una misma moneda”, decía Bescansa, criticando que el modelo económico y el sistema político que lo respalda “están construidos para amparar la corrupción”. Algo que, en su opinión, “es estructural” porque “atraviesa los cimientos organizativos de los viejos grandes partidos que se están quedando pequeñitos” con el apoyo de un sistema jurídico que “les garantiza la impunidad, independientemente de que les pillen o no”.
Unidos Podemos reitera su mensaje de cambio con un arma más allá de lo económico. “Nos preguntan cómo pagaremos nuestras propuestas. Pues echando a los chorizos de las instituciones”. Medidas, ironizaba “revolucionarias” para las que, necesariamente, será necesario un acuerdo con el PSOE.
Carolina Bescansa reconocía que, incluso si Unidos Podemos gana al PP -algo que ve como “posible”- será necesario, un acuerdo con el PSOE para generar un gobierno de estabilidad. Se inicia la recta final de la campaña y cree que Unidos Podemos está ahora “más cerca todavía” de conseguir “el objetivo” para el cual nacieron, “derrotar en las urnas al Partido Popular”.
Habla de campaña “decisiva” e “histórica”, algo que ha repetido ante los periodistas y en su mitin posterior. Una “oportunidad”, la del domingo 26 de junio, de “cerrar esa enorme herida social” que han dejado en la sociedad española el PP y sus políticas.
Con victoria o no, Bescansa explicaba que el día después del 26J habrá que “sentarse a hablar” y construir un gobierno “estable”. Se le preguntó por si en la recta final de la campaña se rebajará el tono de su discurso, sobre todo en los que tiene que ver con el PSOE. Ella aseguraba que se ha intentado “mantener un tono cordial durante toda la campaña” explicando que su “aliado natural es el PSOE” y que “el único adversario que tiene no solamente Podemos sino la sociedad española es el PP y las políticas del PP”.
Un mensaje que repetía el secretario regional de Podemos José García Molina, apelando a los “socialistas de corazón” porque, dijo, “no entendería que el PSOE permitiese que el PP pueda volver a imponer en España lo que ya hizo María Recortes de Cospedal” en Castilla-La Mancha.