La Junta pondrá coto a las concesiones de agua en el Parque Natural de las Lagunas de Ruidera
Hasta el próximo 17 de mayo permanecerá abierto el período de información pública para presentar alegaciones al borrador del Plan Rector de Uso y Gestión (PRUG) del Parque Natural de las Lagunas de Ruidera, entre las provincias de Ciudad Real y Albacete.
Entre los objetivos de este plan está el de la protección y conservación de los recursos naturales y culturales en un documento de casi 100 páginas que todavía no es definitivo pero que marca las líneas de gestión del espacio natural.
El agua en el parque natural
Una de las cuestiones importantes en un espacio con gran protagonismo del agua es la regulación de los recursos hídricos del parque natural.
El plan es tajante en algunos aspectos que pueden estar relacionados con la actividad agraria o ganadera en el futuro. No solo se elaborará un inventario de las concesiones de uso de agua, subterránea o superficial dentro del espacio natural sino que, cumplido el periodo de concesión de cualquier aprovechamiento de aguas existente en el Parque Natural, se solicitará a la Confederación Hidrográfica del Guadiana, la caducidad de la concesión y el desmantelamiento de las infraestructuras e instalaciones asociadas.
Además, se solicitará a la Confederación Hidrográfica del Guadiana la realización del deslinde de dominio público hidráulico de las Lagunas de Ruidera.
Por otro lado, se realizará un inventariado y caracterización de los posibles focos de contaminación de los recursos hídricos (puntos de vertido de aguas residuales, antiguos basureros sellados, etc.) y se desarrollarán las actuaciones necesarias para prevenir y reducir la contaminación por nitratos de origen agrario en los acuíferos y aguas superficiales.
¿Cuáles son los mínimos de calidad de las aguas? El plan dice que serán “los previstos en la normativa sobre calidad de las aguas continentales”.
Además, se promoverá el mantenimiento y la restauración de esa calidad y funcionalidad de las aguas superficiales y subterráneas, así como de los procesos ecológicos relacionados en coordinación con la Confederación Hidrográfica del Guadiana, la Agencia del Agua de Castilla-La Mancha, los ayuntamientos y cualquier otra administración con competencias concurrentes
Ganadería intensiva, uno de los usos incompatibles con el parque
El PRUG además define actividades, usos y aprovechamientos en el parque y los clasifica en compatibles, autorizables y no compatibles por su posible afección sobre los recursos naturales.
Por ejemplo, estará prohibido el vivac, la acampada, acampada en régimen de travesía, y pernocta en vehículos, autocaravanas y caravanas, salvo en los campings autorizados. Y además, no se permitirá la creación de nuevos campings dentro del Parque Natural, ni el aumento de la capacidad de los existentes. Además, se limita la práctica de la pesca.
En las prácticas agrarias y ganaderas, el plan permite la ganadería extensiva en el ámbito del parque pero “no se considera compatible la instalación de nuevas explotaciones de ganadería intensiva ni la ampliación de la única explotación existente”.
Y además, se consideran incompatibles los nuevos aprovechamientos agrícolas, las roturaciones y los descuajes de vegetación natural salvo en los supuestos establecidos en la Ley de Montes y Gestión Forestal Sostenible de Castilla-La Mancha.
La caza
Otro de los aspectos regulados en este plan es el relativo a la caza. Dentro del parque, únicamente se autorizarán repoblaciones con especies cinegéticas con fines científicos y de conservación, no se autorizará la creación de nuevos cuarteles comerciales de caza en sus terrenos y en los cotos del parque no se autorizará la caza de especies acuáticas.
Lo que sí puede autorizarse, “siempre que se hayan utilizado tradicionalmente y no produzcan efectos negativos en el medio ambiente” el empleo de “artes y modalidades cinegéticas” que permitan el control de poblaciones de jabalí, ciervo y cabra montés.
El impacto en el proceso urbanístico del entorno
El plan también incluye regulación relativa a la actividad urbanística y en concreto, apunta que la modificación de la normativa urbanística de los municipios con territorio dentro del Parque Natural deberá contar con informe preceptivo y vinculante del parque sobre las repercusiones de esas modificaciones sobre los valores del espacio natural.
¿Dónde será posible el baño?
Entre los aspectos que regulan el uso público del parque, que pasa por promover un turismo sostenible destaca la autorización del baño en lagunas en donde se ha venido practicando tradicionalmente: Cueva Morenilla, Del Rey, Colgada, Salvadora, Santos Morcillo, Redondilla, San Pedro y Tomilla (Baño de las Mulas).
Además, en el Embalse de Peñarroya, se podrá autorizar la habilitación una nueva zona de baño en las proximidades del Castillo de Peñarroya.
El aeropuerto de Ciudad Real, drones y globos cautivos
En el diseño de este plan se ha tenido incluso en cuenta el espacio aéreo del parque. Hay que recordar la cercanía del futuro aeropuerto de Ciudad Real, al oeste. Se trabajará en regular el vuelo de aeronaves a baja distancia del suelo para “conservar las necesarias condiciones de tranquilidad para la fauna silvestre” y la intención es que no se realicen vuelos a menos de 1.000 metros de altitud.
En cambio, sí se permitirá el vuelo de globos, en la zona del embalse de Peñarroya, durante los meses de octubre, noviembre, diciembre y enero, es decir, fuera de la época de nidificación de las aves y de la de máxima afluencia de visitantes. Y también se autorizará la realización de vuelos profesionales de dron por razones de interés general como filmación de documentales, realización de proyectos de investigación, vigilancia, etc.
Flora, fauna y recursos culturales
En el documento se detallan los criterios específicos para preservar la flora y fauna autóctonas. De hecho, en el caso de la fauna está previsto realizar el censo y cartografiado de las especies amenazadas y las de interés comunitario. Y en el caso de las especies vegetales se presta especial atención a sabinares y masas mixtas de encinar-sabinar, a la vegetación acuática de las Lagunas de Ruidera y a las formaciones tobáceas generadas por el impacto de las aguas carbonatadas de la zona.
En relación con los recursos culturales y el paisaje, una de las claves será que, en cualquier actuación nueva que se realice en el Parque Natural, se incorporará el criterio de mínimo impacto visual. También destaca la intención de promover la declaración de Bienes de Interés Cultural de los recursos arqueológicos del Parque Natural que así lo requieran. Además, está previsto realizar un inventario y diagnóstico del patrimonio geológico y paleontológico.
En cuanto a la actividad de investigación, el plan establece prioridades, con el fin de proveer una adecuada base científica para la gestión y de adquirir un mejor conocimiento científico de los recursos naturales y culturales del Parque Natural. También regula la relación del Parque Natural con otras administraciones, los ciudadanos y la participación social, promoviéndolas.
Una vigencia de diez años y un presupuesto de 5,7 millones
El documento incluye una memoria económica con una dotación global de 5,7 millones de euros, de los que 3,5 millones de destinarán a los usos públicos del parque, 115.000 euros a actuaciones de difusión, 1, 6 millones a la conservación, 200.000 euros a la participación social en la gestión del espacio, otros 200.000 a la investigación y 120.000 a su seguimiento y revisión. Su vigencia será de diez años desde su puesta en marcha efectiva.
Este Parque Natural está constituido por un sistema lagunar creado a lo largo de miles de años y ha sido objeto de numerosos reconocimientos o declaraciones europeas e internacionales que han sido tenidos en cuenta en este Plan Rector de Uso y Gestión.
Por ejemplo, Las Lagunas de Ruidera están consideradas Reserva de la Biosfera como otros humedales de la Mancha Húmeda, están incluidas en la inclusión en la Lista Ramsar y en la Red Natura 2000. Tiene una superficie de 3.772 hectáreas.
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