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Fusión cultural y lecturas para el Día del Libro en Castilla-La Mancha

Han pasado 20 años desde que la UNESCO decidiera proclamar el 23 de abril como Día Internacional del Libro. Se trata tan solo de una efeméride, ligada al fallecimiento de Miguel de Cervantes y William Shakespeare, pero cada año también sirve para recordar una de las manifestaciones culturales más antiguas y vivas del mundo, ese conjunto de historias hechas papel que llamamos libro. En Castilla-La Mancha, esta celebración también sirve todos los años para comenzar a preparar la multitud de eventos, lecturas, talleres y actividades que después se ponen de largo para las diferentes ferias municipales del libro. En medio de una crisis editorial y cultural, cada capital de la región se embarca en la imaginación y en la literatura para sacar a la calle, acercar a la gente, cada rasgo de la literatura.

Una de las citas más importantes y significativas de la región, por su gran participación y número de actividades es ManchaArte. En su edición de 2015, iniciada el día 22 de abril y hasta el día 25, la Feria del Libro, el Arte y la Cultura de Ciudad Real sigue apostando por convertirse en evento cultural de referencia en la región. Bajo el lema ‘Príngate con la cultura’, es un ejemplo de cómo puede “irse más allá” de la tradicionales ferias de libros para realizar acciones multidisciplinares que incluyan concursos, conferencias y entregas de premios, en un “intento de fusión entre la cultura y las bellas artes”.

El organizador de ManchaArte, emprendedor, librero y presidente de la Asociación del Libro de Ciudad Real, Ángel Serrano, destierra esa idea de que siempre se hable de los libros como en un estado de permanente crisis. “Es un entorno que cambia y se transforma, tan solo hay que saber adaptarse. Funcionamos y existimos, no de forma tradicional, pero sí con modelos más vivos, más dinámicos, más participativos, y ahí es donde está el futuro”, explica.

En Toledo, aparte de las presentaciones que han organizado librerías como Hojablanca y Taiga, la gran cita se vivirá del 9 al 17 de mayo en la Plaza de Zocodover. Será entonces cuando las editoriales toledanas se pongan de largo para sacar sus libros a la calle. Hasta entonces y con motivo de las celebraciones del este día 23, la Biblioteca regional ha programado una serie de actos encabezados por el encuentro con jóvenes que mantendrá el escritor de literatura juvenil Roberto Santiago, en las Escuelas del Club Deportivo Toledo. También comenzará el segundo acto ‘Palabras por el libro’ y se dará voz a miembros de los diferentes clubes de lectura que están en funcionamiento en la Biblioteca.

Pese a las numerosas actividades, el análisis de la situación que se realiza desde la Asociación provincial toledana de Libreros, no es nada halagüeño. Su presidente, Francisco Albillos, destaca que este sector vive una crisis acentuada debido al libro digital y al “pirateo” de archivos. Asegura que prácticamente no se destina dinero público para libros y bibliotecas, convirtiéndose en un sector “totalmente abandonado” por las administraciones. En su opinión, sería necesario dotarlo de un presupuesto fijo de ayudas económicas “como las que se aprueban para el campo” para finalizar esa continua tendencia por la que “siempre son más las librerías que cierran que las que abren”.

Un sector “muy tocado por la crisis”

“Es un sector todavía muy tocado por la crisis y en el que resulta muy difícil emprender; hay gente que se embarca, pero acaban cerrando librerías, y lo notamos en que desciende continuamente el número de asociados”, concluye el presidente de la asociación toledana.

Sus palabras son el ejemplo de que la iniciativa para este tipo de celebraciones parte en muchas ocasiones de la propia iniciativa de libreros y bibliotecas municipales. Es el caso de Albacete, donde son las bibliotecas municipales las encargadas de llevar a cabo todo tipo de eventos. De hecho, en esta ciudad las conmemoraciones por el Día del Libro tendrán su punto neurálgico en estos centros, donde numerosas charlas, talleres y lecturas buscarán la complicidad de los lectores de todas las edades.

Sacar los ejemplares a la calle con motivo de esta efeméride también resulta un buen recurso para captar nuevos lectores. Así se realizará en Cuenca, donde la Asociación Provincial de Libreros y Papeleros ha organizado para esta fecha un día de fiesta en la Plaza de la Hispanidad de la ciudad con la presencia de diez librerías, una floristería y la biblioteca municipal, a lo que sumarán una serie de actividades complementarias.

Los libreros conquenses llevan cuatro años organizando esta actividad, entendiendo el fomento de los libros como “canal importante en el desarrollo de la cultura” y también como una forma de reactivar las ventas y que el sector pueda permanecer en activo. Para ello hacen confluir la celebración con otras actividades culturales como conciertos, talleres y actividades para todas las edades.

La nota negativa de estas celebraciones se ha vivido en Guadalajara, donde en medio de las conmemoraciones del 23 de abril, se ha hecho pública la posible no celebración de la Feria del Libro debido al desacuerdo entre los libreros de la ciudad y el Ayuntamiento en torno a la ubicación de la misma. Los libreros quieren que sea de nuevo el Parque de la Concordia el que acoja las casetas del evento, y apuntan que es el lugar preferido por la mayoría de los visitantes de la Feria, mientras que el Consistorio municipal ha ofrecido otros dos espacios “para dinamizar el centro”.