Este blog se dedicará a hablar de uno de los fenómenos más incipientes de la actualidad: el mundo seriéfilo. Recomendará, analizará y traerá curiosidades de series de televisión estadounidenses, británicas, europeas y de otros países del mundo.
Esta semana cruzo el charco para aterrizar en Chile y escribir sobre una producción televisiva de 2016 que se encuentra en el catálogo de Netflix, por lo que merece echarle un vistazo. Se trata de ‘Bala Loca’, una historia que mezcla periodismo, corrupción y los vestigios del pasado más oscuro del país: la dictadura de Pinochet, de una manera directa y valiente.
La serie está creada por Marcos de Aguirre y David Miranda para el canal Chilevisión (CHV) con una temporada de diez episodios. Un thriller periodístico interesante -con algún que otro bache- y entretenido protagonizado por un elenco que mezcla juventud y veteranía con actores como Alejandro Goic, Trinidad González, Ingrid Isensee, Mario Horton o Fernanda Urrejola, entre otros. La dirección corre a cargo de Oscar Godoy y Gabriel Díaz.
Mauro Murillo (Alejandro Goic), un periodista de investigación que luchó contra la dictadura militar de Augusto Pinochet, se reconvierte con los años en un especialista de la crónica rosa de Chile. Un cambio tan particular que nadie entendió, pero que le llevó a la fama en el país. Sin embargo, un accidente de tráfico que le dejó postrado en una silla de ruedas le cambiará para siempre.
En la actualidad, su vida profesional no se encuentra en su mejor momento tras el rechazo de varios proyectos; mientras, en la personal carga con una separación y un hijo al que tiene absolutamente abandonado. Se encuentra casado con Valeria Sánchez (Fernanda Urrejola) que se enfrentará a los peores demonios de Mauro Murillo.
En el intento de dar un giro a su vida profesional, decide fundar ‘En Guardia’, un portal de periodismo para investigar la corrupción e impunidad de los más poderosos del país. Para ello contará con la respetada periodista Patricia Fuenzalida (Catalina Saavedra). Sin embargo, todo se volverá muy turbio cuando fallece en un extraño asalto a un supermercado a causa de una bala loca.
Una de las cosas más interesantes que plantea ‘Bala Loca’ es el papel primordial y capital del buen periodismo de investigación independiente como eterno perro guardián del cuarto poder. Ese periodismo lejos de la inmediatez y del TT, solo centrado en la búsqueda e indagación de la verdad contra las corruptelas de los poderes públicos. En eso, la serie hace una buena lectura en un país tan hostigado por la corrupción como lo ha sido España; además, se le añade la sombra de la dictadura de Pinochet.
La valentía de ‘Bala Loca’ viene de tratar de una manera clara y directa la propia dictadura de Pinochet y cómo sus vestigios llegan hasta la actualidad, sobre todo en el entorno del ejército. La serie no duda en señalar y explorar cómo Chile busca salir de un pasado extremadamente doloroso -un inciso que me hace recordar la excelente ‘Ecos del Desierto’-. Ese que marcó la vida de tantas personas como la de Mauro Murillo, con el asesinato de su hermano. Demonios que le perseguirán durante todos los capítulos.
El oscurantismo se apodera de la investigación periodística -iniciada por la sospechosa muerte de Patricia Fuenzalida-, cuando se empieza a profundizar en ella. Todo se va volviendo más turbio a la vez que empiezan a aparecer enemigos. Esta investigación, de alguna manera, simboliza la necesidad de cicatrizar heridas y eliminar los vestigios de la dictadura de Pinochet en los poderes públicos. En esto entra el organismo del ejército, que busca blanquear y sellar el pasado.
El pilar central de la serie es el díscolo periodista Mauro Murillo, curtido en mil batallas. Su recorrido profesional y personal espolea la historia de ‘Bala Loca’. Un periodista con varias etapas en el gremio que quiere resurgir de sus cenizas a través del periodismo de investigación; y un recorrido lleno de adicciones y fantasmas del pasado a lo que se le suma estar postrado en una silla rueda, que harán de él un protagonista inestable, cabrón y autodestructivo.
La investigación sobre la muerte de Patrizia -más turbia por momentos- pondrá al límite a Mauro y a su equipo de periodistas. Los llevará a una historia a mitad de camino entre el pasado más oscuro y el presente de Chile. De hecho, ahí es donde reside lo mejor de ‘Bala Loca’, en la exploración de esos lugares truculentos y corruptos. Por eso, la serie flojea y se embarra cuando decide poner demasiado pie en las historias personales de algunos de los personajes secundarios y, en estirar demasiado esa travesía personal caótica de Mauro Murillo. Sin embargo, todo eso se soluciona con una atractiva recta final.
‘Bala Loca’ es una gran opción para aquellos que se quieren salir de lo 'trending topic'. Eso sí, la serie utiliza mucha jerga chilena por lo que os recomiendo que uséis subtítulos, ya que hay expresiones y diálogos que se os van a escapar. Recuerdo, se puede ver en Netflix.
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Este blog se dedicará a hablar de uno de los fenómenos más incipientes de la actualidad: el mundo seriéfilo. Recomendará, analizará y traerá curiosidades de series de televisión estadounidenses, británicas, europeas y de otros países del mundo.