Page defiende que el acuerdo de Gobierno con Podemos “no tiene por qué ser exportable”
José García Molina e Inmaculada Herranz, de Podemos, son ya oficialmente parte del Gobierno liderado por Emiliano García-Page. A la ceremonia de toma de posesión de los dos vicepresidentes de la Comunidad Autónoma y la Consejera encargada de la Coordinación del Plan de Garantías Ciudadanas, acudió Pablo Echenique, secretario de Organización de Podemos, y numerosos miembros del Gobierno regional y el PSOE castellano-manchego.
José Luis Martínez Guijarro, vicepresidente primero, e Inmaculada Herranz, la nueva consejera, prometieron su cargo en los términos habituales: con lealtad al rey, mantener en secreto las deliberaciones del consejo de Gobierno y guardar las normas fundamentales del Estado. Por su parte, el vicepresidente segundo, José García Molina, prometió también “seguir trabajando cada día por que la igualdad de oportunidades de la gente de la tierra sea la base de la condición y libre desarrollo de cada uno”.
“Ni tiene por qué ser exportado este modelo ni nuestros errores tienen que ser imitados”
Emiliano García-Page agradeció la presencia del Echenique y su entorno en el acto, y dio la enhorabuena a todos los que creen en que “siga adelante un proyecto de reconstrucción” en la Comunidad Autónoma. Ha puntualizado también que el nuevo Gobierno regional se debe, en primer lugar, a la necesidad de desbloquear los presupuestos, paralizados desde abril. “A colación de esas circunstancias hemos replanteado una situación política que va a traer como consecuencia que este mes tengamos el presupuesto aprobado y tengamos iniciados los trámites del presupuesto para 2018”, explicó García-Page.
Y es que las cuentas son un “instrumento determinante” para conseguir que lo que se promete en los actos públicos “sea realmente un objetivo alcanzable”. “Quiero dejar muy claro que el objetivo de este Gobierno es llegar a la meta comprometida hace dos años ante la ciudadanía”, recalcó el presidente regional. Page ha aprovechado el acto también para criticar la proposición de “certificado final de la crisis”. “No estoy de acuerdo”, afirmó, advirtiendo de que se puede condenar a un porcentaje “elevado” de la ciudadanía a ser “víctimas crónicas” de la crisis de 2007.
“Este es un Gobierno para todos y para todas. Aunque esté el PSOE y Podemos, están por delante los intereses de los ciudadanos pero con mucha claridad y eso lo saben los consejeros que lo han sido conmigo desde hace mucho tiempo”, precisó el socialista. De este modo, admitió que es “legítimo y necesario” tener prioridades políticas, pero que “nadie se engañe es el Gobierno de todos”.
Y aunque defendió que es una medida positiva, también aseguró que el modelo pionero que se ha puesto en marcha en Castilla-La Mancha “no tiene por qué ser exportable” y ha pedido que tampoco se saquen conclusiones “de ningún tipo”. “Es un Gobierno positivo”, aseguró, ya que sería “imprudente” no enfrentarse a los problemas que tenía la región. “Si un determinado ordenamiento no gusta se intentará modificar o no influir para que se cambie, pero las leyes se cumplen, incluso las más obscenas como las de la ortodoxia económica”, avisó también.