La publicación en el Diario Oficial de Castilla-La Mancha del decreto de currículum de Secundaria y Bachillerato, en aplicación de la LOMCE, ha encendido las alarmas de los sindicatos y de los partidos políticos, debido a su aprobación por parte del Gobierno en funciones de María Dolores de Cospedal ignorando un previsible cambio de signo político en el Ejecutivo. Desde Podemos, han pedido a los socialistas que “congelen” este proceso cuando conformen nuevo Gobierno.
“Consideramos que habría que revisar, por responsabilidad y en favor de la estabilidad del sistema educativo, una congelación del proceso de aplicación de la LOMCE en Castilla-La Mancha”, afirma el respondable de Educación del partido, José Manuel Perujo. Considera que un aplazamiento de la entrada en vigor de la “polémica” LOMCE sería la “opción más razonable”.
En Podemos quieren que cualquier reforma posterior del sistema educativo se realice “por amplio consenso entre los diferentes actores implicados” y recuerdan que el acuerdo para derogar la LOMCE firmado en el año 2013 por todos los grupos con representación parlamentaria en el Congreso de los Diputados, salvo el PP, es “un compromiso latente cuya aplicación puede ser inminente”.
Es más, están convencidos de que la aplicación total de la LOMCE para que después sea derogada sería “el peor escenario posible”: el alumnado sería el colectivo más perjudicado, ya que sufriría “una doble adaptación a dos leyes educativas”, con las modificaciones estructurales del sistema educativo que cambios tan profundos suelen traer consigo. Por todo ello, la formación exige al PSOE un compromiso “firme y contundente” de cara a la congelación del proceso de aplicación de esta iniciativa.
Y desde el PSOE, la portavoz regional, Cristina Maestre, ha hablado de la decisión de aprobar el decreto como una “imposición” de Cospedal cuando hay un “clamor generalizado” de todas las fuerzas políticas contra esta ley, que han dicho “alto y claro” que en el momento en “que entren en el Gobierno la van a bloquear”.
Contra el “afán impositivo y antidemocrático” de la presidenta en funciones, los socialistas reiteran su “voluntad de trabajar” a través de la Comunidad Autónoma y de la Conferencia Sectorial de Educación para que “no se lleve a cabo esta reforma educativa”. “Ahora se abre un escenario político distinto en el que las comunidades autónomas están gobernadas por otro color político que ha demostrado su oposición, y por lo tanto bien podría el Gobierno, sabiendo que cuenta con la oposición del resto de partidos, no imponer este currículum de ESO”, concluyo.