La Junta de Castilla y León confina el municipio de Aranda de Duero (Burgos) desde el viernes 7 agosto, momento en que la orden se publicará en el BOCYL. El municipio, que supera los 32.000 habitantes, se encuentra en situación de transmisión comunitaria por 16 brotes de COVID-19. El único trámite pendiente es la autorización judicial de la medida, que previsiblemente se producirá en breve dada la gravedad de la situación.
La Delegación Territorial de la Junta en Burgos ha informado de que se ha pasado de 5 brotes notificados el miércoles a 16 este jueves. Todos los contagios son de ámbito familiar y en su mayoría tienen entre tres y cuatro personas afectadas y 46 positivos detectados este jueves y un total de 82 afectados por la enfermedad.
La vuelta a la Fase 1 tendrá una duración inicial de 14 días, plazo que puede prorrogarse según evolucione la situación. Así desde el viernes, queda restringida la libre entrada y salida de personas en el municipio salvo aquellos desplazamientos debidamente justificados que se produzcan por asistencia a centros, servicios y establecimientos sanitarios, obligaciones laborales, retorno a residencia, para asistir y cuidar a mayores, menores, dependientes, personas con discapacidad o personas especialmente vulnerables, por causa de fuerza mayor o situación de necesidad y por cualquier otra actividad de análoga naturaleza.
En cuanto a la circulación por carretera y viales que transcurran o atraviesen el territorio estará permitida, siempre y cuando tengan origen y destino fuera del mismo. Los residentes circular dentro del pueblo, si bien se desaconseja los desplazamientos y realización de actividades no imprescindibles.
Las visitas en los centros residenciales de personas mayores quedarán suspendidas salvo circunstancias individuales en las que sean de aplicación medidas adicionales de cuidados y humanización, que adoptará la dirección del centro. Asimismo, se suspenderán las salidas de los residentes al exterior.
La participación en cualquier agrupación o reunión de carácter privado o no regulado en dichos municipios, se limitará a un número máximo de 10 personas, tenga lugar tanto en espacios públicos como privados, excepto en el caso de personas convivientes. Quedarán suspendidas las actividades de las peñas y de naturaleza análoga en dichos municipios.
Aranda es el tercer municipio de Castilla y León que vuelve a la Fase 1 por un brote de COVID-19 que no se ha podido controlar. El pasado domingo, los habitantes de las localidades vallisoletanas de Íscar y Pedrajas de San Esteban volvieron al confinamiento después de que un brote que comenzó en un trabajador de de un matadero se descontrolase.