Castilla y León supera el récord de los últimos meses y registra este jueves 696 nuevos casos de la enfermedad COVID-19, 643 de los cuales fueron detectados el miércoles. Es la cifra más elevada desde el 11 de febrero, superior incluso a los 559 detectados este miércoles.
León es la provincia que más casos ha detectado (206), seguida de Valladolid (149), Burgos (110), Salamanca (92), Zamora (66), Palencia (36), Soria 815), Ávila (12) y Segovia (10).
Los brotes activos actualmente en el conjunto de la Comunidad son 126 y los casos positivos a ellos vinculados, 627.
Las nuevas altas hospitalarias son once, hasta sumar 30.580 pacientes y se ha registrado un fallecimiento en los hospitales castellanos y leoneses, para un total de 5.792 decesos en ese ámbito asistencial.
El vicepresidente y portavoz de la Junta de Castilla y León, Francisco Igea, ha explicado en rueda de prensa este jueves que la incidencia está disparada sobre todo en la franja de 16 a 29 años porque se trata de “población no vacunada, con muchísimo contacto social y que no está en periodo social, por lo que su contacto social se multiplica”.
Según ha desglosado Igea, la incidencia acumulada está en 80 casos por cada 100.000 menores de 16 años y de 312 por cada 100.000 jóvenes de entre 15 y 29 años. Entre 30 y 39 años, la incidencia es de 91 casos; entre 40 y 49 años es de 64; entre 50 y 59 la incidencia es de 43; entre 60 y 69 años la incidencia es de 25 casos; entre 70 y 79 la incidencia es 12 casos por cada 100.000 habitantes y entre los mayores de 80 años, es de 21 casos por cada 100.000 habitantes en los últimos 14 días.
Ante este pico de la incidencia entre los jóvenes, Igea ha descartado solapar la vacunación de los menores de 30 años por su “riesgo muy muy minoritario” de tener una enfermedad grave si supone “dejar de vacunar a un grupo de edad, que pueden ser sus padres” y que pueden enfermar y terminar graves con una probabilidad “10, 20 o 30 veces mayor”.
Francisco Igea asegura: “No parece que haya ninguna de las variantes con excepcional letalidad. Si se comporta como hasta este momento, nuestro grado de preocupación es bajo. Pero bajo no es cero. 13 personas han perdido la vida en este grupo de edad en la pandemia. Son muy pocas en el conjunto de la población, pero son muchísimas para sus familias. Son personas jóvenes que pueden tener problemas”.