El empresario Ignacio Morchón Alonso, fundador de la funeraria El Salvador, ha fallecido este sábado a los 77 años. Actualmente, estaba siendo investigado, junto a varios miembros de su familia, en la 'Operación Ignis', también conocida como 'Caso ataúdes', por un supuesto cambio de féretros de alta calidad por otros más baratos entre 1995-2015 que afectaría a cerca de 6.000 enterramientos.
El estado de salud de Morchón se había visto resentido en los últimos meses hasta el punto que no pudo declarar ante el Juzgado de Instrucción número 6 de Valladolid el pasado 16 de septiembre junto a su esposa y sus tres hijos.
Por esta causa el empresario de pompas fúnebres estuvo en prisión preventiva junto a uno de sus hijos, por delitos de organización criminal, fraude a la hacienda pública, estafa continuada y blanqueo de capitales. En el caso también están otras 25 personas en condición de investigados. El empresario entró en la cárcel en febrero y tras pasar unos meses depositó una fianza de 800.000 euros para salir.
El cálculo realizado por la Policía elevaba hasta los siete millones de euros la cifra presuntamente estafada mediante la sustitución de ataúdes de cadáveres que iban a ser incinerados por otros de menos cuantía o por materiales baratos. La investigación comenzó en 2017 tras conocerse los datos apuntados por un extrabajador de El Salvador durante dos décadas, entre 1995 y 2015, aunque no fue hasta enero de 2019 cuando comenzó a intensificarse.
La investigación ha tenido que ser prorrogada hasta en dos ocasiones dada la complejidad de la trama que hacía necesario extender hasta los 18 meses las pesquisas para analizar bien la causa.
En los informes de la Policía Nacional ,que recogió Europa Press, queda reflejado que hubo actuación delictiva de los encargados y empleados para hacer creer a los familiares de los fallecidos que los suyos eran incinerados en el tanatorio de la capital, cuando en realidad se efectuaba en instalaciones de Santovenia, una vez realizada el supuesto cambiazo de ataúdes.
Para la Policía, la veintena de dietarios del exempleado sobre la práctica denuncia “evidencian que los datos aportados por éste se ajustan a la realidad”. Por su parte, la defensa de los investigados ha puesto en tela de juicio la veracidad de estas afirmaciones e incriminaciones y enmarca todo en un intento de extorsionar a la familia Morchón.