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La Policía desaloja el Centro Social de La Molinera de Valladolid tras su compra por un fondo buitre

Varios de los miembros de La Molinera, a las puertas del antiguo hotel Marqués de la Ensenada después del desalojo.

Alba Camazón

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La Policía ha desalojado este lunes a primera hora de la mañana el Centro Social de La Molinera de Valladolid, ubicado en el antiguo hotel de cinco estrellas del Marqués de la Ensenada, que estaba okupado desde 2018, en el que se realizaban actividades culturales, sociales y políticas. Actualmente los miembros de La Molinera han vuelto a entrar en el edificio y han convocado una concentración a las 19.00 en protesta por el desalojo de esta mañana.

Poco antes de las diez de la mañana de este lunes, un dispositivo policial integrado por una treintena de agentes se ha personado en el inmueble y ha procedido al desalojo del mismo, según han explicado algunos de los afectados. Dentro tenían equipamientos deportivos, instalación eléctrica -generada por placas solares- cartelería, libros y equipos de sonido. El pasado mes de noviembre el colectivo a cargo del Centro Social Okupado La Molinera, señaló que Kelona Invest -un “fondo buitre”- ha adquirido el inmueble y había solicitado al Juzgado el “inmediato desalojo”.

Según las primeras declaraciones de varios afectados, no había nadie en el edificio cuando ha entrado la Policía, aunque después han negado estos hechos, asegurando que la Policía les había “echado de manera absolutamente ilegal y a través de la violencia”. “Hay personas que todos los días desarrollan pernoctaciones para que no ocurrieran cosas como estas. A mí me han sacado y tengo las estas de cómo me han forcejeado”, ha respondido uno de los portavoces de La Molinera, Javier Lázaro.

La Policía de Valladolid niega el uso de la fuerza en el desalojo de La Molinera porque no había nadie en el edificio cuando entraron los agentes, según ha informado a través de un comunicado.

Poco después de las 11.30 de la mañana, los agentes han abandonado el lugar después de que llegara la abogada del colectivo asegurando que no habían sido informados del desalojo -en cuyo procedimiento judicial forman parte- y, por lo tanto, debían abandonar el edificio. Otro agente de la Policía ha actuado como intermediario entre un hombre -que aseguraba ser bróker inmobiliario de la empresa y que se ha negado a hablar con la prensa- y los representantes del CSO de La Molinera.

Un pequeño grupo del colectivo ha entrado en el inmueble -seguido de la prensa- y ha expulsado al bróker y a los agentes asegurando que en el edificio vivía alguien y, por lo tanto, no podían entrar en su morada. El bróker ha llamado por teléfono a un superior para informar de que los 'okupas' habían “entrado” y estos les han invitado “amablemente” a que se fueran “a su casa”. Poco después, la prensa ha tenido que abandonar también el espacio, en el que han entrado una veintena de personas.

Después de hacer declaraciones a la prensa, pasadas las 12 del mediodía, otro grupo del colectivo ha entrado en el inmueble. “Alguien quiere entrar para defender la resistencia de La Moli?”, gritaba una mujer justo antes de cerrar la entrada principal del que fue un hotel de 5 estrellas, el primero de la ciudad de Valladolid, gracias a una modificación del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) que acabó en los juzgados y que terminó con varias condenas.

Según Lázaro, no traían orden judicial, sino “un papel donde viene a decir que se desaloja a la antigua propiedad del hotel, a la que abandonó a los trabajadores”

Hasta 2017, el 'Marqués de la Ensenada' fue el único cinco estrellas de Valladolid. Asediado por las deudas, de la noche a la mañana, el dueño del hotel desapareció dejando a deber miles de euros a empleados y proveedores. El lugar fue abandonado y quedó a merced de los chatarreros y de vándalos. En abril de 2018, el Ayuntamiento de Valladolid decidió cerrar el hotel después de un incendio en una de las habitaciones. Un grupo de jóvenes de izquierdas aprovechó el cierre para mover ficha y llevar a cabo una okupación que llevaban tiempo planeando. 

El edificio que ocupa La Molinera y donde desarrolla actividades desde julio de 2018 fue antiguamente una fábrica de harinas instalada en el entorno del Canal de Castilla que estuvo en activo hasta el año 2006. Dos años después, el edificio que estaba declarado Bien de Interés Cultural desde 1991 se reconvirtió en hotel de cinco estrellas.

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