Todos los partidos del Parlament salvo el PP reeditan el cordón sanitario para aislar a la ultraderecha
PSC, Junts, ERC, Comuns y la CUP han reeditado este miércoles el acuerdo para poner un “cordón sanitario” y “aislar” a Vox y Aliança Catalana (AC) en el Parlament. En la línea de lo que ya pactaron durante la campaña electoral, los cinco partidos se han comprometido a no aceptar “ni por acción ni omisión” los votos de la extrema derecha para una eventual investidura.
A su vez, se han conjurado para evitar que prosperen sus iniciativas e impedir, siempre que se pueda, que tengan presencia en nombramientos y órganos de la cámara catalana. El objetivo es combatir los “discursos de odio” tanto de Vox como de AC, que después del 12-M ha irrumpido en el Parlamento con dos diputados.
El contenido del acuerdo establece que no se apoyará a ninguna candidatura de la extrema derecha a los órganos de gobierno del Parlament, tanto en la Mesa como en las comisiones y los grupos de trabajo.
También se comprometen a evitar “siempre que sea posible” la presencia de las formaciones de extrema derecha en los nombramientos que hace la cámara, como por ejemplo los senadores de designación autonómica.
Los firmantes del pacto se han conjurado a “no normalizar ni legitimar” la acción política de estos partidos y especifica que evitarán que prosperen sus iniciativas, no impulsarán propuestas conjuntas y no se los convocará cuando realicen reuniones de trabajo entre los grupos parlamentarios.
El texto también establece que desde la presidencia del Parlamento y de las comisiones se tiene que actuar para “impedir que los discursos de los diputados de la ultra derecha criminalicen la inmigración”. Aun así, el acuerdo no habla de posibles sanciones.
El documento firmado arrecia el compromiso feminista y antirracista del Parlamento. Y establece que cada grupo nombrará un diputado o diputada para hacer seguimiento del acuerdo.
Para el diputado del PSC Ferran Pedret, el acuerdo supone un compromiso para intentar “aislar” estas formaciones “en aquello que es posible”. Asímismo, ha marcado como objetivo “combatir sus discursos y políticas”.
La diputada de Junts Judith Toronjo ha hecho referencia al “pacto antifascista” como una continuidad del acuerdo de la pasada legislatura contra Vox. Y ha hecho hincapié en el hecho que esté subscrito por casi el 80% de los diputados del Parlamento. “Lo hemos hecho siempre desde Junts, estuvimos, estamos y seguiremos estando”, ha añadido.
Por parte de ERC, la diputada Najat Driouech ha defendido que “no hay una extrema derecha buena y una de mala”. “No permitiremos que nadie tape su racismo y xenofobia con su señera. Denunciamos los discursos de odio de todos los partidos de extrema derecha”, ha añadido en referencia al partido liderado por Sílvia Orriols.
En la misma línea, el diputado de los Comuns Andrés García ha puesto en valor el compromiso para “vallar el paso al racismo y al fascismo”. “A la extrema derecha ni agua, ni en catalán ni en castellano”, ha proclamado.
Para la diputada de la CUP Laure Vega, el “problema” de la extrema derecha existirá mientras haya una “sociedad desigual” y se ha referido al cuerdo de este miércoles como “un pequeño paso de una lucha que tiene que ir mucho más allá”.
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