El Ayuntamiento de Valladolid da luz verde para que motos y vehículos eléctricos puedan circular por quince carriles bus taxi

PP y Vox en el Ayuntamiento de Valladolid avanzan en su primera gran promesa electoral: modificar la movilidad en la ciudad. Ambas partidos han sacado adelante el cambio en la ordenanza municipal que acaba con carriles bus, taxi y bici e introduce carriles de uso restringido que añaden vehículos de transporte y mercancías, motocicletas, vehículos eléctricos como excepciones a la circulación en estos viales.

El responsable del área de Movilidad, Alberto Gutiérrez Alberca, ha justificado la medida ya que permite que Valladolid tenga “un modelo de movilidad consensuado” ya que se permitirá que se mejore la movilidad de peatones y reducir los tiempos de circulación a la par que no se excluye a los ciclista.

Los carriles de uso restringido que se plantean ahora son los de plaza de Poniente, la plaza de la Rinconada, la calle Cebadería, la calle Especería, la plaza del Ochavo, la calle Vicente Moliner, la plaza de Fuente Dorada, la calle Cánovas del Castillo, la calle Fray Luis de León (entre Cánovas del Castillo y López Gómez), la plaza de España, la calle Miguel Íscar, la plaza de Zorrilla, la calle María de Molina (entre la plaza Zorrilla y Doctrinos), Doctrinos (entre María de Molina e Isabel La Católica) y el paseo de Isabel La Católica (entre San Ildefonso y Encarnación).

Este punto, según el edil, se conseguirá solo modificando el carril bici del paseo de Isabel la Católica, la eliminación del de la avenida de Gijón y la eliminación de la exclusividad para el transporte público en varios de los carriles bus-taxi de calles como López Gómez o los puentes de Poniente e Isabel la Católica.

Frente a los cambios, la oposición ha mostrado su descontento al igual que las presidentas de la Federación de Asociaciones de Vecinos Antonio Machado, Margarita García, y de Ecologistas en Acción, Mari Carmen Luce. Todo ellos han puesto el foco en el empeoramiento de la calidad del aire y los riesgos a la salud que ello conlleva.

Para el representante socialista y exconcejal de Movilidad, Luis Vélez, la medida de PP y Vox es un “despropósito” y ha recordado que bajo su gestión se consiguió reducir el tiempo de los trayectos en transporte público en un 17 %. Entre otros hitos, el concejal del PSOE ha señalado que el contador de contador de bicicletas del Paseo de Isabel la Católica, uno de los más conflictivos, recoge una cifra de 674.000 ciclistas a 1 de marzo de 2023.

El socialista, a pesar de lo defendido por el concejal de Movilidad, ha indicado que la medida “no se ajusta a lo que la ciudadanía opina”, ya que en el proceso de consulta pública se presentaron casi 1.600 alegaciones que recibieron una contestación “muy escueta”.

Por parte de Valladolid Toma la Palabra, su portavoz Rocío Anguita, ha señalado que “derogar esta ordenanza es un paso atrás y un error” y desembocará en “graves repercusiones medioambientales y financieras”.

De forma previa, PP y Vox rechazaban una moción en la que el Grupo de VTLP para quitar del acuerdo relativo a la Ordenanza del orden del día. En el debate Vox ha preferido centrar su debate en el ámbito internacional, el edil del Área de Salud Pública y Seguridad Ciudadano, Alberto Cuadrado, ha desbarrado señalando que el problema de las descarbonización es de carácter global y ha culpado al “comunismo chino” por los gases de efecto invernadero. “Usted está pidiendo un esfuerzo ridículo para China, pero enorme para los ciudadanos de Valladolid. (...)No sirve de nada el planteamiento a nivel local, ya que a China no le importa la agenda 2030, es más, le da igual”, ha espetado.

El siguiente paso en movilidad que dará el equipo de Gobierno se realizará en abrir un período de consulta pública para adaptar la Ordenanza al Real Decreto de la Zona de Bajas Emisiones con el objetivo de “reducir sus dimensiones y que se ajuste al marco legal vigente”. El anterior equipo de gobierno (PSOE y Toma La Palabra), fijó un perímetro de 3,1 kilómetros cuadrados y el compromiso del actual alcalde, el 'popular' Jesús Julio Carnero, era reducirlo al mínimo legal.